LA CARTA BLANCA
Autor: Juan Carlos León
La bloguera Yoani Sánchez ha sido invitada a participar en un festival de documentales que se realizará en la ciudad brasileña Jequié-Bahía en el mes de julio. En dicho evento un joven realizador presentará un corto sobre bloggers cubanos, y quién mejor que Yoani para representar dignamente a la blogósfera cubana.
Como es sabido por todos, para salir de Cuba se necesita la autorización del Gobierno cubano. A este documento oficial le llaman “la Carta Blanca” y, sin él, nadie puede salir de la isla. En otras palabras, este papel viene siendo como “la Carta de Libertad” para poder abandonar la cárcel de los hermanos Castro, ya sea de forma temporal o definitiva.
A Yoani le han negado la visa en cinco ocasiones pero, aún así, lo intentará una vez más. La blogger cubana ha ganado varios premios periodísticos importantes a nivel internacional, como son el Ortega y Gasset del diario español El País y el María Moors Cabot de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos. También fue seleccionada por la prestigiosa revista Time en el 2009 como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
A los que vivimos en países civilizados y democráticos nos cuesta trabajo creer que cosas como éstas sucedan en pleno siglo XXI, pero para nuestros hermanos cubanos ésta ha sido una triste realidad con la cual han tenido que lidiar por más de 50 años. Esto hay que vivirlo y experimentarlo para saber la gran frustración que se siente.
Negarle la oportunidad de viajar a un ser humano es violarle de manera flagrante todos sus derechos. Aquellos que firman cartas hoy en día y se consideran mediadores e intercesores de la tiranía deberían abogar para que la susodicha Carta Blanca desaparezca, y los cubanos de la isla puedan viajar donde les plazca, siempre y cuando paguen por sus pasajes y respeten las leyes del país que los recibirá.
Miami, FL., USA
06/21/2010
No lo tengo 100% seguro, pero creo que Cuba es una de los pocos países, por no decir el único, que requiere un permiso de su gobierno local para que sus ciudadanos realicen un viaje legalmente al extranjero. En cualquier parte del mundo, especialmente en el país que resido, los Estados Unidos de Norteamérica, una vez la persona tramita de forma legal la visita a un país extranjero, cualifica con los requisitos establecidos por las leyes migratorias que rigen el país a visitar y se le es aprobada una entrada, la persona es libre de viajar a donde le plazca siempre y cuando se pueda sufragar los gastos del viaje, sus gastos personales y no represente una carga para los ciudadanos y/o el gobierno del país que se desee visitar. Por otro lado, otra cosa que no acabo de comprender del absurdo sistema migratorio de la isla de Cuba, es el que sus ciudadanos residentes en el extranjero (lo cual no los hace menos cubanos), requieran de una visa a la hora que deseen visitar su propia patria, que al sumarse el costo de la misma con el costo del tramite de tener un pasaporte cubano vigente, se convierte en una cantidad extremadamente ridícula e imposible de sufragar por muchos que desean visitar la isla y la familia que aun nos queda allá. Sin dejar de mencionar que los extranjeros que visitan la isla, simple y llanamente pueden comprar un visa turística al arribar al Aeropuerto Internacional José Martí, sin previa investigación de antecedentes y sin PRE-calificación. Definitivamente que los tramites de viajar de “aquí para allá” y de “allá para cualquier parte del mundo” son verdaderamente una violación a los derechos de cualquier ser humano libre, como diríamos en buen cubano… “no es fácil, que clase de embarque la Carta Blanca, ñó”. Es por tal razón, que muchos cubanos desesperados por huir de los abusos, atropellos y atrocidades que solo se ven en Cuba, optan por montarse en una balsa y tirarse a su suerte al estrecho de la Florida, donde no necesitan ni Visa, ni Pasaporte ni la susodicha Carta Blanca.
ResponderEliminarNo sé quién escrbió esto, pero quedó casi mejor que mi comentario. Muchas gracias por participar en mi blog y por emitir sus opiniones, las cuales son siempre bienvenidas, aunque algunas de ellas con coincidan con las mías. Saludos, J.C. León (Creador y Editor de BP).
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