RETOS Y ESPERANZAS PARA MIAMI-DADE
Por Alberto Muller
La destitución traumática del alcalde Carlos Alvarez y todo el proceso para elegir al nuevo alcalde Carlos Jiménez, inicia en el condado Miami-Dade una era cierta de esperanzas, no exenta de retos y dificultades.
El hecho de que Carlos Jiménez haya logrado derrotar al ex alcalde de Hialeah, Julio Robaina, vinculado a una investigación federal por estafa pública con el joyero convicto Luis Felipe Pérez, es el primer síntoma para respirar tranquilo y esperar por tiempos mejores.
No hubiese sido nada saludable para el Condado Miami-Dade elegir a una persona como Robaina -que aunque inocente todavía- está pendiente de un posible juicio con el Internal Revenue Service (IRS) por malos manejos de dinero ajeno.
No será nada fácil para el nuevo alcalde Carlos Jiménez sentarse en mesa de trabajo y anular la equivocada política de su antecesor de subir impuestos. Inmediatamente y sin demora vendrá para el nuevo alcalde, conjuntamente con la Comisión del Condado, la gigantesca tarea de equilibrar el presupuesto condal, tratando de no afectar los servicios básicos de la comunidad, logrando el apoyo de los sindicatos y las empresas.
Inexorablemente el gobierno condal requiere de una reducción drástica que afecta directa o indirectamente a muchos empleados.
Ya Giménez ha anunciado algunos pasos necesarios y justos para que el gobierno sea más eficiente y cueste menos. Primero parece querer dar un ejemplo de sanación ante el derroche y los gastos de lujo, cuando anunció que reducirá el salario y los beneficios del alcalde a la mitad.
Ojalá que el alcalde no pierda impulso y logre el mismo espíritu de cooperación en los sindicatos y en toda la administración. Esta tarea es ardua y va a requerir del apoyo de todos, de los Notables de la ciudad, de las Iglesias cristianas, de la comunidad Judía, del Beacon Council y su Proyecto de Desarrollo Económico para Miami-Dade y de otras instituciones de similar prestigio.
Confiemos que -con su tradicional transparencia y honestidad- el nuevo alcalde Carlos Jiménez, pueda resolver con la Dirección Federal de Tránsito (FTA) que se liberen los 184 millones de dólares que pertenecen al Condado, pero que están congelados por irregularidades cometidas en el pasado.
Esto sería un gran alivio financiero para Miami-Dade en el empezar de esta nueva era para el Condado. Ya Giménez ha anunciado una revisión completa de la carta constitucional y esto puede resultar alentador si se hace con visión de presente y futuro. Hay mucho que revisar en el marco constitucional vigente.
Alrededor del condado Miami-Dade hay un grupo de ciudades pequeñas -que tarde o temprano- tendrán que seguir los ejemplos relativamente recientes de las ciudades de Indianapolis y Toronto, que superaron su desempleo crónico y sus presupuestos famélicos, con una dinámica de integración.
Para ello la carta condal debe estar preparada, aunque éste no sea un problema inmediato, pues más bien pasa primero por una decisión de las ciudades aledañas a Miami-Dade.
No deben olvidar el Alcalde, su Administración y todos los Ciudadanos del condado, que esta ciudad por su diversidad, ubicación y riqueza cultural, se ha convertido en la capital financiera y turística de América Latina.
Confiemos que este gobierno presidido por el alcalde Carlos Giménez erradique los errores de prepotencia y corrupción que primaron en el pasado. Miami-Dade se merece una dinámica de desarrollo económico sostenido, de contar con servicios de salud eficientes y de disminuir a la mayor brevedad posible, la alta tasa de desempleo que la golpea.
De lograr esto, los demás servicios sociales a los más necesitados de la Tercera Edad y un presupuesto adecuado para lograr las metas del Sistema Escolar, tendrían que garantizarse y mejorarse por añadidura.
Miami, FL., USA
07/08/2011
