jueves, 10 de diciembre de 2009

NI BLANCO NI NEGRO, SIMPLEMENTE CUBANO


Desde niño oigo a mis padres hablar de que antiguamente en Cuba los negros y los blancos no tenían los mismos derechos. Supuestamente había fiestas para unos y fiestas para otros, aceras por donde podían caminar los más oscuros y otras para los más claros. Tengo que reconocer que durante mi niñez todos éramos iguales. Tanto los blancos como los negros íbamos a las mismas escuelas, jugábamos pelota juntos y nos queríamos como si fuéramos hermanos.

Unas veces nos peleábamos y otras nos abrazábamos. En ocasiones llorábamos y también nos reíamos. Éramos como una familia. Aquí en Estados Unidos es donde vengo a escuchar la palabra racismo. A los negros estadounidenses hay que llamarlos afro-americanos, sino se disgustan y pueden acusarte de racista. Yo a mis amigos negritos del barrio nunca los llamé afro-cubanos. Para mí ellos eran tan cubanos como yo. Después de todo en Cuba “el que no tiene de Congo, tiene de carabalí”, como dice un viejo refrán.

Los españoles llegaron a Cuba y posteriormente trajeron a los negros africanos para que trabajaran como esclavos. Algunos chinos también llegaron a la isla en busca de mejores oportunidades. La liga de todas estas razas dio como resultado al cubano de hoy en día, donde la mayoría de nosotros somos mestizos (52%). Un 37% de la población es blanca, un 11% es negra y sólo un 1% es china. Cabe destacar que en la revolución castrista los negros se han visto muy poco representados dentro de la cúpula del gobierno.

Son muy pocos los negros que viven en el exilio. Eso tiene una explicación muy clara. Ellos fueron intimidados y engañados por el gobierno comunista de la isla, el cual les hizo creer que en EE.UU. los negros eran discriminados, asesinados y maltratados. Eso fue cosa del pasado durante los años de esclavitud, como también sucedió en Cuba. En la actualidad los negros norteamericanos están presentes en todas las esferas de la sociedad, incluso al más alto nivel. Yo me siento muy orgulloso de no ser ni blanco ni negro, simplemente soy cubano, y a mucha honra.