miércoles, 23 de mayo de 2012

OBAMA ESTA JUGANDO CON FUEGO

 
OBAMA Y EL MATRIMONIO GAY
Por Juan Carlos León
 
La Biblia es bien clara cuando dice que ningún hombre o mujer que se acueste con otra persona del mismo sexo entrará en el Reino de los Cielos. Aun así, al ser humano le gusta hacer lo que mejor le plazca y, no solo eso, sino que también trata de que los demás aprueben sus orientaciones sexuales, aunque éstas no sean del agrado de Dios.

Recientemente el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, manifestó públicamente su total respaldo a las uniones matrimoniales entre los homosexuales. ¿Será éste otro juego político del mandatario estadounidense, o es que todavía está dentro del closet como muchos otros por ahí? Cualquiera que sea su intención, esta movida le puede salir muy cara con vistas a las próximas elecciones presidenciales.

Este es un país fundado sobre una sólida base conservadora y cristiana, aunque hay gente por ahí que les gusta confundir la libertad con el libertinaje, o la gimnasia con la magnesia. Pero somos muchos los que preferimos mantenernos firmes en nuestras convicciones y creencias religiosas por encima de todo. No es que nos consideremos puros ni mucho menos, sin embargo, nos gusta elegir lo bueno sobre lo malo; y lo divino por encima de lo satánico.

Nuestro Señor creó un hombre y una mujer para que nos multiplicáramos y formáramos una familia: un papá como cabeza, una mamá como ayuda ideal y los hijos para que honraran a sus progenitores. Hasta ahora no se ha conocido ninguna unión del mismo sexo que haya podido procrear. ¿Por qué será? La respuesta es muy sencilla: la obra de nuestro Creador fue perfecta; empero, todo lo que viene del hombre es de naturaleza pecaminosa. No nos hagamos cómplices de lo mal hecho e inmoral.

Si Obama ha decidido apoyar el matrimonio gay, ése es su problema, que se atenga a las consecuencias. Si los homosexuales se quieren casar entre sí, que lo hagan. Pero no esperen que la sociedad apoye lo mal hecho y muchos que los aplaudan. Fuimos creados con libre albedrío para discernir entre lo bueno y lo malo. En el juicio final cada uno de nosotros tendrá que dar una explicación por todo lo que hicimos aquí en la tierra. Solo al Altísimo le corresponderá decidir quién va al Paraíso y quién al infierno.
 
Miami, FL., USA
05/23/2012