domingo, 20 de junio de 2010

CADA CUBANO ES COMO UNA PLANTA DE MAIZ


LO SUBLIMINAL COMO UN ACTO DE REBELDIA
Lic. Amelia M Doval.

La naturaleza es mucho más sabia que los hombres, de ella deberíamos aprender. Los mensajes que se perciben, al poner un poco de atención, dejarían claro cuál es el camino a seguir. La rebeldía ante el maltrato de los hombres se traduce en un rompimiento con el ciclo lógico de los procesos naturales.

Acumular información es importante, los estudios son necesarios pero voltear la vista hacía la Tierra como madre superiora y suministradora de la subsistencia es un acto de reivindicación.

Cuando una mata de maíz crece cerca de una cloaca, en un hueco callejero rodeada de desechos, sin cuidado, a pleno sol, dejaría abierta una pregunta, ¿qué nos quiere decir?. Analizada desde la lógica diría que es imposible mas, si se mira esta mata, verde, alta, espigada y se asocia con el pueblo de Cuba, entonces el arte de entender envía los mensajes.

La isla es una gran cloaca donde se depositan los desperdicios callejeros asociados con la miseria. El totalitarismo siempre lleva a un mundo de desajustes, de males intrínsicos que dejan el camino abierto a la rebeldía interna a través de la expresión del abandono. Todos los males sociales, identificados con los pedazos de basura inservible, abandonada en el hueco que no es otra cosa que la propia existencia gobernada por la inercia de una sociedad, donde la vida se destruye. El diario vivir intenta taparlo como lo haría el viejo loco con los ´´huecos del alma´´.

En medio de todo esto la naturaleza rompe con la costumbre y bajo el sol, sosteniéndose únicamente con el agua estancada y podrida se permite el placer de mostrar los misterios de la voluntad. Una curiosa mata de maíz, la planta que según la mitología indígena creo al hombre, ha crecido.

El ser humano puede crecer con sus ideas nuevas en medio de una sociedad carcomida y saturada de podedrumbre, sólo se necesita la voluntad inquebrantable de desearlo. Está el pueblo de Cuba a tiempo de crecer, como nueva nación aunque para ello se apoye en lo que hoy circula como realidad, una sociedad que cae a pedazos.

Mirar más allá haría pensar en una naturaleza pródiga en ejemplos, si en medio de la ciudad, sin cuidados a pleno sol y contaminada ha crecido una mata por qué el cubano no es capaz de entender que la miseria no viene de afuera, no está creada por fantasmas económicos. Cuba tiene campos increíbles que solo le falta el amor necesario para producir milagros.

Este mensaje callejero es más elocuente que un discurso concebido para derrocar ideas. La vida es un regalo que está al alcance de las manos. Estirar la mirada más allá de lo cotidiano es retornar a los orígenes y comenzar el camino hacía la toma de conciencia no como pueblo, no a nivel patriótico sino como humano que le debe a la esencia misma del surgimiento, la misiva necesaria para renegar de los daños y el olvido.

Cada cubano es una planta de maíz en su engendro,un producto acabado y completo. No importa cuántas inconveniencias surjan, la conciencia y el convencimiento de lo que se quiere ser y se sabe es, no conoce los obstáculos.

Miami, Fl
dovalamela@yahoo.com
Columnista de ciudadanocubano-cu.com

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