viernes, 2 de julio de 2010

EL GALLO FINO, GENUINO SIMBOLO PISOTEADO DE NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL


LA FIEBRE DEL BALOMPIE Y EL BEISBOL CONGELADO
Por Andrés Pascual

Me gusta el fútbol, conozco bastante de ese juego; incluso de su historia; pero lo rechazo porque ha sido el deporte que la tiranía castrocomunista ha designado por orden directa del tirano para liquidar el fanatismo por el béisbol en la Isla de forma velada y, cuando eso ocurra, suprimir el juego con la justificación de “ya no se sigue, por lo que resultaría inoperante mantenerlo”.

Cualquier cubano de hoy sabe de fútbol, que no ve sus estadios vacíos nunca durante sus pésimos torneos nacionales comparado con la pelota que, en el interior, se pasa trabajo para que mas de 100 fanáticos asistan a los juegos de “la mejor pelota del mundo”; por esa razón no le abro espacios de importancia preferencial ni relativa al balompié, que bien se que no tiene la culpa; pero en el caso cubano hay tantos y tantas cosas “que no tienen la culpa y contribuyen” que mejor no hablar, como aquella “lengualisa” que sabía “de todo, de lo que tu sabes; de lo que yo se”… Odio todo lo que tanto daño le ha hecho a Cuba; o lo que se ha confabulado y ese deporte se convirtió en un arma de las tantas con las que se pisotea la identidad nacional nuestra.

El entusiasmo popular por el fútbol, movido con un objetivo definido de descubanización, no es otra cosa que una baja pasión convertida en política de gobierno. La extensión de la barbarie al terreno de pelota en Cuba nace como reflejo del balompié; además de por el dinero de apuestas entre fanáticos que alcanzan a jugadores y, posiblemente, a umpires.

Pero con el fútbol se exagera: “la fiesta más grande del mundo deportivo…”; no es verdad, es la Olimpiada de verano. El deporte más universal; tampoco, es el campo y pista y los eventos de combate, que existen en aldeas, tribus…donde no se conoce el balompié y se compite en lucha como demostración del “más hábil para la pelea”; o en lanzamiento de pesos o jabalinas para buscar al mas fuerte; o en carreras para determinar el más rápido. También estos deportes son mucho más antiguos que el fútbol.

El fútbol niega el discurso castrista en su relación con el profesionalismo; porque nunca ha sido censurado en ninguna variante, ni aficionado ni rentado. Con lo que se desnuda que el béisbol y el boxeo profesional son peligrosos para la ideología castrocomunista porque ha sido del “lado de allá del charco” que se hizo la historia grandiosa de estas disciplinas para el cubano; es decir, en Estados Unidos, aunque se hayan soportado y utilizado ideológicamente hasta hace poco.

Si se fuera a establecer un nivel de juego del fútbol mundial como en el béisbol organizado, todos los países de Europa no formarían parte de las Grandes Ligas; sino algunos de la parte conocida como occidental: España, Francia, Italia, Inglaterra, Holanda…en plano de grandes ligas y Bélgica y los países del Este mas Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, con los asiáticos, en Triple A y me refiero al nivel de sus campeonatos nacionales. Méjico estaría en clase A y Centroamérica en niveles de liga de novatos posiblemente; todo eso, a pesar de la liga de campeones y de la copa Libertadores.

Pelé es lo mejor de todos los tiempos no solo porque pareció que jugaba con dos cerebros, sino porque actuó en una época en que no había tarjetas de advertencia y expulsión de oficiales, ¿Como hubiera jugado, que más habría hecho con la protección judicial que han tenido Van Bastem, Maradona, Messi, Romario…?

Ahora, si algo no entiendo es por que Méjico (siempre lo escribiré así, nunca con x) tiene tan poco fanatismo por el béisbol, en el que ha producido jugadores de talla estelar mundial, ¿Cual es la razón para que la pelota, que produce jugadores infinitamente mejores que el balompié allí, no sea tratada ni participada con el respeto aparte que merece?

El caso del fútbol, en que cada día los mejicanos convencen menos como atletas, se ha ido convirtiendo en un peligro hasta para el boxeo: de ser la nación con más boxeadores en los gimnasios históricamente, la cantidad ha decrecido tanto que, ahora mismo, se aprecia en las clasificaciones y en los poseedores de fajas en que la ausencia del boxeador azteca es preocupante.

Sin dudas que Méjico es un caso raro en el cual la fanaticada es abrumadora hacia un deporte en el que no acaban de ganar la categoría estelar ni medianamente. Algo que no se debe pasar por alto es que la liga mejicana pertenece al beisbol organizado en nivel triple A. Pero como si con ellos no fuera.

Si eso pasa con Méjico, ¿Qué le depara el futuro al béisbol cubano? Ya se aprecia la contribución del balompié al desplome de la pelota con el robo impuesto del fanatismo; el béisbol no es más el deporte nacional porque el interés se vuelca hacia el futbol y no solo por la Copa Mundial.

Castro nunca prohibió la difusión del balompié ni a niveles de súper ligas europeas, como si hizo con el béisbol y el boxeo; pero esto se debió avizorar durante los 60’s, a estas alturas, en plan de huérfanos absolutos y en calidad de hazmerreír internacionales, la suerte para el deporte de los mambises está echada…y la del boxeo también, como antes hizo con el gallo fino…y después dice que Martí fue el autor intelectual del asalto al Moncada…Bandolero.

Miami, FL., USA
07/02/2010

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