martes, 8 de noviembre de 2011

LA CRUDA REALIDAD CUBANA

 
 
 
 
 
 
 
 
LA GENTE EN CUBA PIENSA QUE SOMOS MILLONARIOS
Autor: Juan Carlos León
 
Después que Obama tomó la presidencia de Estados Unidos se han incrementado –en gran medida- los vuelos a Cuba. Hay, incluso, cubanos que ahora pasan más tiempo en la isla que en su nuevo lugar de residencia. Estos constantes viajes y envío de remesas están mandando un mensaje erróneo a la gente de allá, ya que muchos creen que somos millonarios.
El salario promedio en Cuba –de los pocos que trabajan- es de 20 dólares al mes. Quiere decir, que aquellos que reciben 100 “fulas” mensuales tienen una entrada monetaria en sus casas 5 veces mayor a la del ciudadano de a pie, lo que les permite vivir una vida más holgada y por encima de la media. Lo que no se imaginan estas personas es el sacrificio tan grande que hace su familia en EE.UU. para que a sus seres queridos no les falte nada.
Se sabe de casos de personas en Cuba que tienen mejores condiciones de vida que sus parientes en el extranjero y, en muchas ocasiones, estos “privilegiados” viven con más lujos que aquellos que los alimentan, visten y calzan. Esto no es justo, especialmente si tomamos en cuenta el esfuerzo que hay que hacer para enviarles un dinerito, ropa y medicinas.
Nosotros –los de acá- tenemos la culpa del falso concepto que se tiene de cómo es la vida en Estados Unidos que, aunque es cierto que es el país más rico del mundo, las riquezas no están distribuidas equitativamente. La inmensa mayoría de la gente que viaja a Cuba son humildes trabajadores y personas jubiladas que hacen un gran sacrificio para ir allá.
También están los especuladores que se aprovechan de las desgracias de los demás para cometer sus fechorías. Estos son los encargados de crear confusión y falsas expectativas entre los pobres infelices que viven en la isla. Muchos de ellos no han tenido ningún tipo de éxito en sus vidas, sin embargo, van a sus pueblos natales tratando de aparentar lo que no son ni nunca serán debido a sus conductas mal intencionadas.
Tenemos que crear conciencia en nuestra familia en Cuba. Nosotros aquí tenemos que pagar muchísimas cosas que ellos allá ni se imaginan. No tienen ni la mejor idea de cómo funciona la primera economía mundial. Hacemos un gran esfuerzo para ayudarlos y lo seguiremos haciendo, pero no somos millonarios como ellos creen. Deberían ser un poco más considerados con quienes tratamos de hacer sus vidas un poquito mejor.
 
Miami, FL., USA
11/08/2011