martes, 20 de abril de 2010

EDUCAR NO ES MEDIR, SINO EDUCAR DE FORMA INTEGRAL


LA POLEMICA LEY DE CALIDAD DEL MAESTRO EN LA FLORIDA
Por Alberto Muller

No podemos negar que el principio general de pagar por eficiencia a los maestros, como pretendieron los legisladores que impulsaron y aprobaron la Ley SB 6 para las escuelas públicas de La Florida, puede ser justo y oportuno en otros sectores de producción y servicios, cuya productividad sea fácil de medir en unidades físicas de tiempo.

Pero aplicar el concepto de pago por eficiencia en el marco educativo, como se esbozó en el proyecto en la legislatura del Senado estatal, fue nocivo, equivocado e injusto para los maestros, alumnos, familiares y comunidad en general, porque pagar a un profesional de la educación, de acuerdo al rendimiento individual de los alumnos, es un barbarismo legal y humano en cualquier esquema retributivo del mundo educativo, teniendo en cuenta las variables sociales de marginalidad que afectan a la comunidad de alumnos en sus resultados académicos.
Parece inconcebible que legisladores con cierto nivel jurídico y profesional, no supiesen que alumnos de áreas con mayor incidencia marginal en divorcios, pobreza, violencia, drogas y alcohol, generalmente tienen un nivel escolar menor, que los alumnos procedentes de áreas más equilibradas social y familiarmente.

Pero hay más, esta legislación conocida como SB 6, pretendía retener un 5 por ciento del presupuesto educacional, medida que nos parece inconstitucional, para pagar millones de dólares a empresas especializadas examinadoras, pasando por alto que la enseñanza es un proceso mucho más complejo y humano que el simple examen final con el que comprobamos el nivel docente de un alumno.

En los instrumentos de medición todo maestro para evaluar a un alumno tiene que tener en cuenta la asistencia, la participación en clases, los exámenes, y el comportamiento.

Cualquier educador sabe que un alumno que saca 70 puntos, a pesar de un cuadro familiar de pobreza, abuso y alcoholismo en su hogar, puede ser similar al logro de otro educador, cuyo alumno saca 95 puntos, pero vive en un marco familiar estable y próspero.

Todavía algo más perturbador en la legislación SB-6, que no podemos pasar por alto, es que la ley ignora si un educador ha obtenido un nivel de superación con un doctorado o una maestría, que obviamente debe afectar positivamente su nivel salarial.

Todo esto no quiere decir, que no debamos estimular a los maestros más eficientes, con bonos e incentivos adicionales a sus salarios básicos, como han hecho legislaciones en otros estados, con resultados prometedores.

Pero la evaluación de los maestros eficientes debe recaer en manos de la estructura del sistema escolar de la localidad, no en manos de empresas de examinación ajenas a la comunidad.

Queda mucho por hacer y mejorar en el sistema educacional de La Florida. Por eso llamó poderosamente la atención que los legisladores de la SB-6 no contaran en su proyecto de ley con el apoyo de maestros, alumnos, familiares y sindicatos del sector.

El objetivo de mejorar la educación en nuestra localidad es un proyecto loable y complejo, que comienza con la integración de la comunidad de padres en el escenario educativo, prosigue con el estímulo integral en la superación académica de todos los maestros y concluye con la reducción de una burocracia administrativa que consume actualmente un porcentaje demasiado alto del presupuesto educacional, que debería dedicarse a lograr mejoras salariales para los educadores y remozamientos de estructura y ambiente en las escuelas marginales.

No debe ser que una secretaria o secretario average, y no pretendemos demeritar el trabajo eficiente de ese perfil laboral, gane en ocasiones dentro del esquema administrativo del sistema escolar, el doble y hasta el triple de lo que gana un maestro eficiente en una escuela.

Esto nos parece un contrasentido de la equidad justa y salarial dentro del sistema escolar. Por supuesto entendemos que hay secretarías ejecutivas, que por su descripción de tareas deben recibir una retribución superior a las restantes.

Cualquier cargo administrativo, por importante que parezca, no se acerca en la más mínimo, a la inmensa responsabilidad de un maestro en educar a un infante.

El sistema escolar no puede ser un elefante administrativo que devore fondos en clientelismos centralizantes o en papeleos de archivos sin importancia y desvinculados de la esencia del proceso educativo.

Aceptemos que lo actual en el sistema educacional de La Florida no es del todo satisfactorio y debe mejorarse. Pero el cambio deben plantearlo los maestros, los familiares y los dirigentes del sistema escolar, no unos legisladores o políticos en Tallahassee que desconocen el engranaje educativo.

Evaluemos la forma de estimular adecuadamente a los maestros más destacados por escuela y comunidades. Instauremos un trabajo intenso con la comunidad de padres para ayudar a aliviar los problemas más acuciantes de los alumnos en las áreas marginales. Descentralicemos el sistema educacional con criterio de efectividad. Integremos a los padres, para que sean los auditores en cada una de nuestras escuelas. Ayudemos a que nuestros maestros sean educadores y que nuestros alumnos alcancen una comunidad feliz con estabilidad emocional.

Pero para ello, no hace falta una legislación intrusa y descabellada que da todo su beneficio a ‘empresas examinadoras’ que desconocen que la educación debe estar en manos de los maestros y no de los políticos.

Para el sistema escolar y para trabajar en nuestras escuelas, elijamos a maestros con experiencia y capacitación académica. Y no tengamos temor en remunerar más con bonos e incentivos a los maestros que demuestren más eficiencia, pero para ello reconozcamos todos los factores vinculantes en ese proceso, que no es sólo un examen final a los alumnos.

Por todo lo anterior, es que nos parece adecuado que el gobernador Charlie Crist haya vetado la ley que comentamos.

Recordemos que enseñar puede cualquiera, con un poco de nivel académico, pero educar, sólo quien es un evangelio vivo.

Miami, FL., USA
04/20/2010

LA CRUDA REALIDAD CUBANA


MIRADA POR DENTRO
Por Martha Beatriz Roque Cabello

La semana del 19 al 23 de abril, se ha convertido en una excepción, todos los niveles de enseñanza: primaria, secundaria, media y tecnológica, estarán de receso escolar, algo que marca un nuevo perfil en el Sistema de Educación cubano.

Lo que no se ha informado es por qué se toma esta decisión, en un período que culminará con las mal llamadas “elecciones” para Delegados del Poder Popular el domingo 25, que han sido anunciadas en los medios, con bombos y platillos durante más de tres meses, desde que comenzó todo el proceso. Un poco que se parece a la semana de vacaciones que dio Hugo Chávez en Venezuela.

Ciertamente un Delegado del Poder Popular, no es más que un cero a la izquierda: no sabe nada, no resuelve nada, nadie lo escucha y ni siquiera conoce el Presupuesto que tiene su municipalidad para poder ejecutar tareas necesarias. De forma general el pueblo no cree en los Delegados.

También a través de estos últimos dos fines de semana, se han venido celebrando las Asambleas Provinciales, que anteceden al X Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), que sesionará a mediados del próximo mes de mayo. Al igual que ocurrió con el recién terminado Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, estas reuniones provinciales, las preside José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros.

Durante el discurso de los dirigentes en los eventos, se pueden oír las ya cansadas palabras de siempre: productividad, ahorro, eficiencia, etc., que quedan en las Actas de las reuniones, pero que no se ponen en práctica y lo ha demostrado el hecho, que tanto los nueve congresos anteriores, como las modificaciones en la Agricultura, como las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), no han servido para aumentar la producción. Con cónclaves y palabras no se cosechan alimentos, ni se llenan los estómagos de los cubanos.

Se ha dado publicidad a la vacunación -para prevenir el A(H1N1)- de una parte de la población, que se considera de mayor riesgo. Pero los que no tienen derecho y quieren vacunarse, abonan por debajo del telón 5 cuc y reciben inmediatamente la dosis. Como es natural de esto no se habla. No obstante el pasado jueves 15 de abril, en un programa de noticias matutino, un analista criticó fuertemente al Ministerio de Salud Pública y las reformas que ha llevado a cabo desde el 2007, las cuales no se han anunciado como tal, pero que si se han ejecutado, considerando que eran insuficientes. Alertó a recobrar la ética en el sector y a que los enfermeros y personal de la salud se dediquen a lo que les corresponden y no a vender pastelitos en los Cuerpos de Guardia. Realmente fue una crítica aplastante para la Dirección del Sector, sin mencionar la corrupción que todos saben, hace gala en estos momentos entre sus trabajadores.

A lo largo de todo el país, se han llevado a cabo reuniones en los centros de trabajo, unidades militares, barrios, etc., con el fin de apoyar el editorial del 8 de abril del periódico Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, en el que se hace referencia a la difamación mediática sobre la “Revolución”, que está llevando a cabo la Unión Europea junto con los Estados Unidos de América.

Nadie conoce en que consiste esta campaña, y que señalan los medios extranjeros, ya que las noticias que provienen de ellos, no se divulgan, solo se sabe que afectan a la élite gobernante y que hay que apoyar a la gerontocracia y decir que los “yanquis” son malos y ahora los países de la Unión Europea, también.

Pero, toda esta difícil situación económica, social y política, por la que está pasando la dictadura, se convierte en más represión, para el pueblo y para la oposición; y en estos días de forma muy particular con las dignas Damas de Blanco en Ciudad de La Habana y con la señora Reina Luisa Tamayo Dánger en Banes; la madre del asesinado Orlando Zapata Tamayo.

El gobierno considera que son dos focos de peligro en el país y hace todo lo posible por eliminarlos. No les importa en estos momentos el costo político, en particular el costo externo, porque el país se les ha vuelto una olla de presión y piensan que en cualquier lugar puede explotar la válvula.

Hay que lamentar que la Iglesia Católica no se haya pronunciado con relación a la restricción que mantiene la policía política alrededor de los fieles de la Parroquia de Santa Rita, los cuales están asustados por la represión que se ha desatado los domingos contra todo el que trata de entrar allí. También los niños se han pronunciado preocupados y no quieren asistir al Templo.

¿Cómo es posible se impida que personas acudan a misa, sin que la Alta Jerarquía Eclesiástica al menos diga que las ampara el derecho de amar a Dios? Las Damas de Blanco siempre han respetado el Santuario donde asisten. Hay que poner fin a esta situación para no tener que lamentar una desgracia.

¡La Iglesia no es del gobierno, las Damas de Blanco tienen derecho a orar por sus presos!

Ciudad de La Habana, 19 de abril de 2010.