viernes, 27 de noviembre de 2009

POR FIN, “!SOY UN HOMBRE LIBRE!”


Después de haber vivido por más de 20 años bajo la dictadura más cruel que jamás haya existido finalmente disfruto de la tan anhelada libertad. La isla que tanto quiero se convirtió en una cárcel rodeada de agua, de donde nadie puede salir sin permiso de su carcelero. Parece mentira que cosas como éstas sucedan en el siglo XXI, pero ésa es la dura realidad que le ha tocado vivir al pueblo cubano por las últimas cinco décadas.
Ahora no tengo que pedirle permiso a nadie para salir ni entrar al país que me adoptó. Como lo que quiero y cuando quiero. En Cuba el gobierno castrista te dice lo que puedes comer y cuando te lo puedes comer. Le da permiso para salir del país a quienes ellos quieren y cuando se les antoja. Tienen un control absoluto sobre las personas que nos las dejan pensar, hablar y opinar con el libre albedrio que nos fue dado por el Creador.
¿Quiénes son estos dictadores para controlar las vidas de otros seres humanos de esta manera tan cruel? Hay muchos que han visto la vida pasar como un soplo sin haber tenido la oportunidad de vivir en una sociedad libre como en la que vivo yo hoy. No hay nada más lindo que la libertad y aquellos que nos la quitan merecen un castigo desde lo más alto.
Hoy quiero dar gracias a Dios por vivir en un país libre y democrático, pero al mismo tiempo, quiero pedirle por mis hermanos cubanos allá en la isla que no gozan de los mismos privilegios que yo acá en el exilio. Esperamos que un día no muy lejano ellos también puedan gritar como puedo hacerlo yo ahora: por fin, “!soy un hombre libre!”.