martes, 10 de mayo de 2011

OSAMA BIN LADEN HA MUERTO


LA CAPTURA DE LA DECADA
Autor: Juan Carlos León

Los ataques terroristas del 11 de septiembre cambiaron el modo de vivir del pueblo estadounidense. Cerca de 3 mil personas perdieron sus vidas ese trágico día, sin embargo, hoy finalmente se ha hecho justicia. Tomó casi 10 años para capturar al cerebro de tan horrendo acto de crueldad y el mundo occidental lo celebra como una gran victoria. Tenemos una razón bien fuerte para estar alegres.

“Osama bin Laden ha muerto”. Esa ha sido la noticia que corre de boca en boca por estos días. Con júbilo en nuestros corazones escuchamos al presidente Barack Obama confirmar la muerte de uno de los asesinos más temibles que se ha conocido en la época moderna. Aunque no debemos bajar la guardia, a partir de ahora podremos estar más tranquilos sabiendo que el principal culpable del 9/11 recibió su merecido. ¡Enhorabuena!

Es cierto que las vidas de los fallecidos en el World Trade Center no podrán ser devueltas a sus familiares, pero al menos les queda la tranquilidad de saber que el “Cabeza de Alcaeda” no seguirá haciendo daño por el mundo. Este hombre había sido el causante de muchas lágrimas derramadas y la muerte de tantos inocentes, incluyendo a mujeres y niños. Finalmente se ha hecho justicia.

Indudablemente Obama se ha anotado un triunfo muy significativo con la muerte de bin Laden, ya que precisamente fue el mandatario norteamericano quien tuvo que dar la orden final para capturar “muerto” al susodicho terrorista. Según información revelada recientemente, los soldados de Estados Unidos llevaban algún tiempo ya preparándose para llevar a cabo esta operación, la cual resultó ser un verdadero éxito.

No cabe duda que la muerte de Osama bin Laden se ha convertido en la captura de la última década, por lo que queremos reconocer públicamente el magnífico trabajo realizado por aquellos que velan nuestros sueños, ya sea en casa, como en el frente de batalla. A todos ellos: “muchísimas gracias”. Les estaremos eternamente agradecidos.

Miami, FL., USA
05/10/2011

Playoffs - Miami Heat vs Boston Celtics - Eastern Conference Semifinals ...

JURAMENTACION DE LA NUEVA DIRECTIVA DEL CNP EXILIO

LA RUTINA DE TODOS LOS DIAS


EL SANTO DIA DE HOY… Y LA RUTINA
Por Tiberio Castellanos

Bueno, debía comenzar por el santo día de hoy, que es el único día que tengo. Sí, el de ayer ya lo tuve. Y el de mañana, probablemente, lo tendré también. Pero no, a pesar de ser ésta la parte más importante del tema de mi descarga, quiero empezar por la rutina.

Es que estoy algo preocupado por la confusión que pueda motivar en algunos de mis amigos, el poeta León Felipe con aquello de " pasar por todo una vez, una vez solo y ligero". Porque, en lo que voy a insistir luego es en "todas las pequeñas cosas que se viven día tras día". Y tratando de explicar, que aunque son necesariamente repeticiones, no por eso debemos admitir que son rutina.

Por cierto, el poeta había aconsejado antes: "que no hagan callo las cosas, ni en el alma ni en el cuerpo". Con lo cual se apunta como contrario a la rutina. Pero me preocupa que, al parecer, pueda también ser contrario a las repeticiones que mi disciplina ordena cada día. Porque eso de "pasar por todo una vez, una vez solo y ligero" no se aviene a mi programa diario, ni a mi programa del año, en los cuales, necesariamente, habrá muchas repeticiones.

Repeticiones que no son rutinarias porque vivo, cada una de ellas, con el entusiasmo de la primera vez que ocurren. Así que, del poema anotemos solamente, "que no hagan callo las cosas, ni en el alma ni en el cuerpo"... "para que nunca recemos como el sacristán los rezos, ni como el cómico viejo digamos los versos". Y lo demás de este bello poema, digamos que es solamente el fiel reflejo de la biografía del poeta, pues éste tuvo, ciertamente, una vida algo azarosa. Ilustre sí, pero azarosa también.

Entonces, digamos que puede haber, y a diario las hay, muchas repeticiones en cuyo desarrollo no cabe la rutina de la que abjura el poeta. Si en cada repetición intentamos aprender algo; o disfrutamos algo; o pretendemos inventar algo, definitivamente nunca nos "harán callo las cosas, ni en alma ni en el cuerpo". Y al final del santo día de hoy, nos echaremos felices en la cama, dando gracias a Dios por haber disfrutado sus horas y minutos.

Miami, FL., USA
05/10/2011