domingo, 7 de noviembre de 2010

A LARA TODAVIA LE FALTA PARA UNA GRAN PELEA


NO HAY PUBLICO PARA ESA GUERRA DE PALABRAS
Por Andrés Pascual

Las “guerras verbales” campean por su respeto hoy en día: a falta de buenos boxeadores, el promotaje, que sabe mejor que nadie la orfandad en que se encuentra el pugilismo de la figura verdaderamente estelar, pues pone al fogón todos los ingredientes que, ajenos a la actividad en el ring, cocinen pasiones en el fanático de una u otra figura.

Cuando el peleador es mejicano o boricua, con grandes legiones de seguidores, la diana se hace en estos últimos que, por donde sea, comenzarán a agredirse mucho más de lo que hará el paisano en el bout con el resultado de que comprarán el paquete y todos contentos y a otra cosa mariposa.

Pero como que la tecnología moderna viaja a velocidad mucho más generosa que un coche de F-1, pues la nueva forma de “encender candela” no podía ser otra que la Internet.

Se está inaugurando una nueva ruta para ofenderse, minimizarse y ridiculizarse por los apoderados del cubano Erislandi Lara y del ex soviético Vanes Martirosyan a través de declaraciones de cada uno de los boxeadores en el espacio cibernético. Es un “toma y daca” ridículo, porque ninguno de ellos es campeón ni atracción de taquilla.

Con estos dos individuos se está pretendiendo generar un odio que, viéndolo bien, nadie sabe la razón, porque a corto ni mediano plazo deben encontrarse en un ring: Lara no es atractivo en 154 libras porque no tiene pegada para una división donde ya hay que tumbar un mulo de un golpe y si no se tiene el impacto homicida y anestesiante, entonces necesita lo que tampoco tiene: la capacidad boxística profesional y la decisión por la victoria de Maravillas Martínez y de Winky Wright; se muestra apático en casi todas sus peleas con un arsenal reducido y calculando mucho más que lo debido; no ha enfrentado a nadie de categoría y, hasta donde sé, no hay entusiasmo popular por verlo pelear fuera de la comunidad cubana, que es muy poca, por lo que necesita un par de victorias contundentes contra oponentes que lo sean de verdad, no imaginarios producto del fraude en la oficina con los récords alterados. En este caso no es suficiente lo que crean los cubanos; sino lo que piense el ajeno, que es la mayoría abrumadora, porque este negocio se llama “dinero”.

Martirosyan va más aventajado que el cubano y debe lograr peleas mejores y de más plata en poco tiempo, una de las cuales seguramente que no será contra el oriental

Con Lara ocurre lo que con algunos de sus paisanos de la novísima ruta al boxeo profesional (que nadie sabe si los llama el dinero, el reclamo libertario; o es otro “cumplimiento del deber revolucionario por un llamamiento del Comandante en Jefe”) que, un día entusiasma gratamente y el otro decepciona más que la mercancía china en supermercados.

En blanco y negro, estos dos peleadores despiertan menos interés que una vaca muerta; así que, ni inaugurando un blog…

Miami, FL., USA
11/07/2010

Miami Heat vs. New Jersey Nets--11/06/10

ERA MUCHO DINERO PARA TANTAS LESIONES


RENTERIA CONOCE EL CAMINO
Por Andrés Pascual

Si Edgar Rentería hubiera sido un pelotero de Castro en 1997 nunca hubiera tenido que tragarse las lágrimas amargas por una venta; o de estar envuelto en cambios en el que fue su mejor momento, cuando el hit que decidió para los Marlins; entonces vendía un mundo de promesa y otro por aprender…con el dictador no hubiera aprendido, pero ni las lesiones ni la muerte posiblemente le hubieran sacado del juego, el que no lo crea, que le pregunte a Pedro Luis Lazo, a Ariel Pestano y como a 50 más en los 48 años de desprestigio beisbolero. Con 60 años y 150 lesiones nadie podía ponerle en peligro el puesto. Ahora, debía ser mejor militante castrocomunista que pelotero…

Posiblemente no sea instalado en Cooperstown nunca; sin embargo, cuando consiguió dar un jonrón que produjo las carreras con las que los Gigantes se llevaron el premio de Octubre a sus vitrinas en el 5to. juego, se convirtió en hecho memorable histórico del pasatiempo como el cuarto jugador cuyo batazo fue decisivo para imponer a su club en dos Clásicos de Octubre, precedido por Lou Gehrig, Joe Dimaggio y Yogi Berra.

Pero el Salón de la Fama del Beisbol Latino, de reciente edición, sí debe abrirle las puertas como miembro en su momento.

Con la voluntad y el coraje que necesita quien desee imponerse en la pelota; sin la velocidad que ha identificado a los grandes torpederos de la región; sin el desplazamiento capaz de poner en vilo a toda la concurrencia por un engarce de fantasía, el colombiano, sin embargo, ha jugado como un torpedero seguro y práctico que no maltrata la jugada atropellándola para hacerla espectacular, porque, a pesar de que ha dispuesto siempre de un buen brazo, no es un filigranista de la posición y eso lo ha sabido siempre el humilde y valioso barranquillero.

Capaz de batear mejor que el promedio de la posición y hacerlo con poder, en los últimos diez años ha visto injustamente poco promocionado su nombre, que le ha sido robado de titulares y comentarios, como a otros jugadores honestos, por el del jonronero esteroirizado que, viéndolo bien y de acuerdo al regreso de las aguas a su nivel, parece que nunca existió de modo natural.

Los Gigantes declinaron la opción que tenían con el torpedero para el 2012 y, en este aspecto, una parte considerable de la prensa hispana se muestra como desconocedora de las razones y da una impresión de fiscal contra el club porque “lo dejaron sin trabajo”, o “ganó la Serie Mundial y se quedó sin chamba” si me adentro un poco, caemos otra vez en la victimización de “la raza” como producto de un complejo que nadie sabe cómo pueden soportar ni cuándo se podrá superar; además de arrastrar un lastre absurdo casi convertido en la creación de un estado de opinión que inspire lástima por el pelotero.

Rentería no tiene acceso a la opción 2011 no por sus 35 años, que se sabe que en Grandes Ligas, si rindes, te acondicionan el banco a comodidades de habitación de retiro senil y Julio Franco está ahí como evidencia; si no por una combinación perjudicial para él que es la recurrencia de lesiones con 9 y medio millones que hubieran tenido que pagarle sin saber si hubiera podido responder ni a la mitad del calendario.

Si quiere seguir jugando, su agente tendrá que admitir proposiciones de un tercio y menos del contrato que hubiera recibido si el club lo retenía y posiblemente no con los Gigantes…

Para ganar nueve millones en un año de dudas por su salud, un jonrón que decida una Serie Mundial no justifica plenamente semejante inversión.

Miami, FL., USA
11/07/2010