lunes, 18 de julio de 2011

CASEY ANTHONY YA ESTA EN LA CALLE


O.J. SIMPSON Y CASEY ANTHONY, ¿NO CULPABLES?
Autor: Juan Carlos León

Estados Unidos ha sido conocido siempre como un país de leyes y libertades civiles, un lugar donde las personas pueden hacer sus sueños realidad y donde casi todo es posible si trabajamos duro para conseguirlo. Sin embrago, a veces confundimos esa libertad sagrada con un libertinaje desmedido que puede poner en riesgo todos esos privilegios que nos distinguen del resto del mundo.

En 1995 O.J. Simpson era el principal sospechoso de la muerte de su esposa Nicole Brown-Simpson. Todo parecía indicar que la ex estrella del fútbol norteamericano había decidido terminar con la vida de su pareja por sospechas de un romance con el joven galán Roman Goldman. Al final, Simpson salió ileso gracias a la gran fortuna con que contaba en aquellos momentos. Los más beneficiados en todo esto fueron sus abogados quienes multiplicaron sus arcas en gran medida.

Más recientemente (2011) todos fuimos testigos de uno de los veredictos más contradictorios en la historia de la justicia estadounidense. Casey Anthony fue declarada “no culpable” en el caso de la muerte de su hija Caylee Marie. En esta ocasión fue también su abogado -un boricua inexperto- quien se llevó la mejor parte, no por el dinero que le pagaron, sino por la fama y prestigio que esta victoria representará para él a partir de ahora en su carrera como profesional.

En Estados Unidos un acusado es inocente hasta que sea declarado “culpable” en una corte de la nación. Lo malo de todo esto es que algunos poderosos y famosos utilizan su dinero y fama para salirse con las suyas en muchos de los casos. Los pobres, como casi siempre ocurre, terminan llevándose la peor parte en estos procesos judiciales por no contar con los recursos e influencias necesarios.

Simpson y Anthony se libraron de sendas cadenas perpetuas, e incluso pudieron recibir la pena máxima. Una vez más quedó demostrado que la capacidad cognoscitiva del hombre es limitada e imperfecta a la hora de dilucidar estos casos tan complejos. Solo Dios sabe si realmente estos individuos –con comportamientos tan irregulares y dudosos- son tan “inocentes” como los declararon los jueces terrenales. Algún día nos enteraremos…

Miami, FL., USA
07/18/2011