viernes, 18 de diciembre de 2009

!QUE SE VAYAN CON SU MUSICA PARA OTRA PARTE!

http://www.youtube.com/watch?v=aLygUMStNzk

Ahora está de moda que todos los músicos cubanos residentes en la isla quieran venir a cantar a Estados Unidos. Si nosotros somos los apátridas, las escorias, los enemigos de la revolución, ¿Cómo es posible que quieran venir a cantar a Miami para llevarse los bolsillos llenos de dólares americanos para dárselos a los Castro?

Es una falta de respeto y un insulto a la inteligencia del exilio cubano lo que estamos viendo en estos días. Una de las agrupaciones más populares en Cuba, La Charanga Habanera, es de las que se alista para ofrecer una serie de conciertos por toda la Florida. Esta banda musical tiene una canción que dice más o menos así: “tú en Miami llorando, y yo en La Habana gozando”. Si están gozando tanto en la capital cubana, ¿Por qué entonces vienen aquí donde estamos todos estos llorones?

Otros músicos simpatizantes del sistema comunista de la isla nos han visitado también recientemente para promover futuros conciertos en EE.UU. Entre ellos están los firmantes de la carta que autorizó el fusilamiento de tres cubanos negros que intentaron abandonar el país ilegalmente. Ellos son Amauri Pérez y Omara Portuondo. Ambos alegaron que no sabían lo que estaban haciendo cuando firmaron la carta que le costó la vida a estos tres jóvenes. ¡Hay que tener la cara bien dura para dar semejante excusa!

Los Van Van y Buena Fe son otros dos grupos interesados en los dólares imperialistas. Al parecer a estos músicos comunistas cubanos les encantan “los fulas” (dólares) del supuesto enemigo de la revolución. Es obvio, la moneda con que les pagan los Castro no vale en ningún lugar del mundo.

Yo estuviera de acuerdo con estos intercambios culturales si los músicos de la diáspora pudieran ir a Cuba a cantarles a nuestros hermanos. La difunta Celia Cruz se fue de este mundo sin volver a pisar su tierra natal. Willy Chirino, Gloria Estefan, Olga Guillot, Amaury Gutierrez, Pancho Céspedes, entre otros, tienen sus voces listas para alegrar a nuestro pueblo. Mientras estos intercambios no sean recíprocos, no apoyaré este tipo de conciertos. ¡Que se vayan con su música para otra parte!