jueves, 24 de febrero de 2011

NO TODOS LOS BALSEROS QUE LLEGAN A TIERRAS DE LIBERTAD SON MERECEDORES DE LA ARCAICA "LEY DE AJUSTE CUBANO"


PONGAMOS ORDEN EN LA CASA
Autor: Juan Carlos León

Estados Unidos es el lugar que muchos quieren para vivir, el país de las oportunidades donde los sueños se hacen realidad. Sin embargo, hay personas que llegan aquí con malas intenciones y se aprovechan de la generosidad de esta gran nación. Ese relajo hay que pararlo ya.

La inmigración ilegal y desordenada le hace un daño increíble a EE.UU. Nadie tiene derecho a irrumpir las fronteras de otro país porque en el suyo las cosas andan mal. Es como si alguien se colara de noche en nuestra casa y se alojara en el cuarto de huéspedes porque lo encontró vacío. No se pueden pedir limosnas con escopeta.

También están los que llegan a tierras de libertad amparados por una ley arcaica que automáticamente les concede un estatus legal, aunque no todos son merecedores de la misma. Una vez aquí comienzan a criticar el modo de vida capitalista y a defender las conquistas y logros sociales del comunismo.

Pero cabe preguntarse, ¿Quién les pidió que vinieran? ¿Quién les dijo que las cosas caen del cielo y no hay que sacrificarse para alcanzarlas? Aquí nadie los necesita. Pueden regresar cuando quieran, e incluso utilizar sus propias balsas y regresar por donde mismo vinieron. Nos harán un gran a favor.

Los inmigrantes hemos jugado un papel muy importante en el crecimiento económico y cultural de este país. Muchos de nosotros hemos visto nacer a nuestros hijos y nietos aquí, los cuales son hoy profesionales, dueños de negocios y obreros que impulsan la primera economía mundial.

Lo que sí resulta inadmisible es que algunos malhechores nos quieran arrebatar lo que nos ha tomado tantos años construir. Los que le roban al Medicare, los que viven del gobierno federal sin tener necesidad de ello, los que mienten con tal de recibir un cheque, sellos e alimentos, un Plan 8, etc., no deben tener cabida en nuestra sociedad. Ellos se están burlando de nuestro pueblo trabajador y abnegado.

Hay quienes piensan que Estados Unidos nunca más volverá a ser la nación próspera que era antes. Pero todavía somos muchos los que confiamos en la capacidad creadora e innovadora del pueblo estadounidense.

Comencemos por poner orden en la casa y a no permitir que esos facinerosos nos sigan haciendo daño ni jugando con el sudor de los contribuyentes de este país. Ni ellos ni nadie impedirán que continuemos luchando por conseguir el Sueño Americano.

Miami, FL., USA
02/24/2011

ORLANDO ZAPATA TAMAYO


TERROR EN CUBA POR ANVERSARIO DE LA MUERTE DE OZT
Por Alberto Muller

Toda Cuba desde los días previos hasta hoy 23 de febrero –primer aniversario de la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo- es un hervidero de detenciones, prohibiciones y vigilancia por parte de la policía política del régimen castrista.

El pueblo de Banes está tomado por la policía y por las fuerzas de la Seguridad del Estado para evitar la solidaridad popular con Reina Luisa Tamayo Dánger, que ha anunciado que visitará el cementerio, a pesar del fuerte operativo para impedirlo.

El viernes, durante 12 horas, los agentes de la Seguridad del Estado, detuvieron a Reina Luisa para amenazarla y amedrentarla.

En la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara, el opositor Guillermo Fariñas Hernández, Premio Sajarov 2011, afirmó que el gobierno del general Raúl Castro está muy tenso y trata de intimidar a la oposición para que no salga a la calle.

Añadió Fariñas que la muerte de Orlando Zapata marca un antes y un después en la visión del mundo sobre las violaciones a los derechos humanos en Cuba.

Orlando Zapata, un albañil negro de 42 años, murió el 23 de febrero de 2010 en un hospital de La Habana luego de 85 días de huelga de hambre en prisión, en reclamo de mejoras carcelarias. Tras su muerte devino bandera de lucha opositora, informa la Agencia Francesa de Prensa.

Otro disidente, Oscar Espinosa Chepe, un preso de conciencia de los 75 que salió de la cárcel con licencia extrapenal por motivos de salud, destacó la enorme magnitud de la contribución de Orlando Zapata, cuya muerte supuso un “aldabonazo” en la causa de los prisioneros políticos.

Para el opositor Elizardo Sánchez Santacruz, en La Habana, la oposición se prepara para conmemorar la fecha y el gobierno para reprimirla, tras indicar que en días recientes se registraron una 20 detenciones en Holguín, Santiago de Cuba y La Habana.

Mientras que el opositor y ex preso político, Héctor Maseda, definió la situación como candente. Su esposa, Laura Pollán, de las Damas de Blanco, dijo que prepara en su casa un homenaje a Orlando Zapata Tamayo para este miércoles.

Miami, FL., USA
02/24/2011

LA VICTORIA DEL CHINO CANONICO CONTRA CUBA, EN 1941, VALIO UN PASAPORTE DEL BEISBOL VENEZOLANO


EL JUEGO QUE CUBA NO PUDO GANARLE A CANÓNICO
Por Andrés Pascual

El beisbol amateur cubano era fuerte, lo mismo en la Liga Nacional, adscrita a la Unión Atlética, que en el circuito militar de la Inter Fuerzas Armadas; sin embargo, único caso en todo el mundo, los mejores jugadores cubanos actuaban profesionalmente, incluidos los negros: ni Bragaña, ni Dihigo, ni Santos Amaro, ni Roberto Ortiz ni, para 1941, Tomás de la Cruz, Fermín Guerra, Jorge Comellas ni Silvio García podían integrar el equipo que defendía el pabellón tricolor. Aun así, los antillanos se ganaron la etiqueta de “equipo a derrotar”, sazonado con el adjetivo “poderoso”.

Los aficionados tenían grandes peloteros; sin embargo, a partir del salto al beisbol rentado de Napoleón Reyes, al que siguieron la mayoría de sus estrellas, el amateurismo vio descender el nivel de juego del circuito y, con este, el de la asistencia a los estadios.

En Cuba ocurrió algo curioso y a la inversa con respecto a Estados Unidos: mientras Jackie Robinson y los peloteros negros hicieron más llamativo al Beisbol Organizado, en la Isla fueron los blancos del amateurismo quienes se encargaron de llenar el Estadio del Cerro y de fortalecer a la Liga Invernal que, nadie lo dude, navegaba en un mar de dudas con respecto a su futuro. Si los jugadores amateurs, todos blancos, no saltan, la Liga Cubana se hubiera acabado, por desinterés manifiesto y por anemia económica.

En 1941, se jugó la 4ta. Serie Mundial de Beisbol Amateur en el estadio Cervecería La Tropical, como siempre, el gran favorito era el team cubano, que basaba su superioridad sobre el resto en un concepto superior del sentido del juego, en su velocidad y defensa y en que disponían de un staff de pitcheo muy parejo para la competencia de corta duración.

La escasez de pitchers de puntería contrarios, capaces de hacer una labor ganadora o decente, se manifestó cuando Venezuela derrotó a Cuba en el último juego de la Serie, con Daniel Canónico en el balk y score de 4-1; entonces propusieron dejar el torneo empatado con los antillanos; porque, “no tenemos pitcheo disponible”, a lo que Cuba respondió con la petición, al Comité Organizador, de celebrar el desempate tres días después para que el Chino pudiera regresar a la lomita. Más que una actitud de “sportsmanship”, era la confianza en la victoria y los deseos de matar a palos al pitcher “con muy poco en la bola” que los había humillado.

El juego se calendarizó para la tarde del 22 de octubre de 1941, con “El Premier” Conrado Marrero y Daniel Canónico en las trincheras de cada novena.

Cuba perdió la Serie cuando los visitantes facturaron un rally de 3 en el primer episodio, que incluyó un costoso error de Segundo “El Guajiro” Rodríguez en el centro, bueno para dos anotaciones, que hubieran sido suficientes: Pérez Colmenares abrió con boleto y Romero Petit elevó al jardín izquierdo; con un out, Benítez también recibió transferencia, entonces Chucho Ramos bateó línea de hit al centro que el Guajiro Rodríguez dejó que siguiera “como Pedro por su casa”, anotando los dos corredores embasados y llegando el bateador-corredor a tercera, desde donde anotó por texas-leaguer de Casanova al central.

Lo demás se sabe, los cubanos pudieron anotarle una al Chino en el noveno, que transitó toda la ruta con más velocidad en sus envíos, con más control y más confianza, si cabe, que lo que había demostrado antes.

Un mar de gente paseó por el legendario terreno al pitcher vencedor que, con esa victoria, demostró que, en el juego de pelota, no hay invencibles ni enemigos pequeños, aunque parezca lo contrario.

Miami, FL., USA
02/24/2011