Los Yankees de Nueva York ganaron su Serie Mundial número 27. No existe otro equipo sobre la faz de la tierra que haya ganado más campeonatos que ellos. Unos los admiran, otros los detestan, lo cierto es que son los mejores. Les tomó 9 años lograr la tan anhelada victoria final, pero por fin lo consiguieron con una constelación de estrellas en su roster.
Por los Yankees el jugador más destacado con el madero fue el japonés Hideki Matsui, quién conectó batazos de todas las dimensiones por todas las bandas del Yankee Stadium, impulsando las carreras necesarias para ganar. Los lanzadores abridores C.C. Sabathia , A.J. Burnett y Andy Pettitte fueron tres pilares clave en la rotación de los mulos del Bronx, al igual que el cerrador por excelencia Mariano Rivera.
Los Filis de Filadelfia se quedaron cortos esta vez después de haberse coronado el año pasado. Los lanzadores Cole Hamels y Brad Lidge no estuvieron a la altura que se esperaba. El veterano Pedro Martínez hizo un gran esfuerzo y demostró que todavía queda Pedro para rato, pero aún así, no fue suficiente. Indiscutiblemente el pitcher zurdo Cliff Lee fue el más destacado por los perdedores con dos victorias.
Yo no soy fanático de los Yankees, pero no dudo de la calidad indiscutible que tienen sus jugadores. Con un presupuesto anual de más de 200 millones no es para menos. En mi opinión debería existir más competitividad entre todos los equipos. Por ejemplo, los Marlins de la Florida cuentan con el presupuesto más bajo de Las Grandes Ligas, 36 millones de dólares. Aún así, es digno de reconocer la victoria de los Yankees. ¡Muchas felicidades, campeones!