sábado, 16 de octubre de 2010

EL EX PRESIDENTE DE COSTA RICA OSCAR ARIAS


“ALGO HICIMOS MAL”

Presidente de la República:

Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas

Trinidad y Tobago

18 de abril del 2009

Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.

No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres.

Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.

También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir “una Ciudad sobre una Colina”, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.

Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 ó 40 años– es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.

¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10.

Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos.

En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra.

En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo –en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día– y que gaste 13 veces más ($1.300.000.000.000) en armas y soldados.

Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.

Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos.

Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los “ismos” (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un “ismo” muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo . Para solo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que a mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones” . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que “la verdad es que enriquecerse es glorioso ”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.

La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer.

Muchas gracias.

http://www.nacion.com/ln_ee/2009/abril/26/opinion1944940.html

PUTIN Y CHAVEZ FIRMAN PACTO NUCLEAR


LA REVOLUCION SE TORNA NUCLEAR
Por Roberto Carlo Olivarez

No era para menos, mucho tiempo se había tardado el tirano omnipotente en estrechar la mano rusa y sellar “el pacto NUCLEAR”. Una jugada maestra que de llevarse a cabo antes de las elecciones presidenciales del 2012 (y seguro estoy de que será así porque para eso hay billete parejo) asegurará la reelección del dictador con un fraude masivo y el temor de los EE.UU. a intervenir en defensa de la democracia, ya que las consecuencias geopolíticas serán impredecibles; el pueblo en la calle ya no será suficiente.

Ahora sabrán los gringos “como se bate el cobre”, refrán popular de mi tierra que revelará en poco tiempo la miopía norteamericana con respecto a Chávez y su incapacidad para removerlo por la fuerza a partir de ese momento. Nada nuevo bajo el sol, los norteamericanos se han caracterizado por tener una de las peores políticas internacionales del planeta; cuando actúan es porque ya tienen el agua al cuello.

De ahora en adelante el dictador no será un pelele hablador de sandeces antiimperialistas, ahora su Revolución criminal será NUCLEAR y constituirá el brazo armado de Irán y Rusia en la perpleja e impotente Latinoamérica; en otrora patio trasero de los “gringos”. Si en definitiva el gobierno norteamericano y el grueso de las naciones democráticas del mundo terminan aceptando semejante atrocidad en pleno siglo XXI, la tragedia de Chernobyl quedará en pañales y la mitad del país desaparecerá en un accidente NUCLEAR que hasta los propios chavistas radicales podrían predecir de antemano.

El tiempo perdido hasta los santos lo lloran, ojalá y los Halcones del Pentágono terminen de abrir efectivamente los canales de comunicación con los militares patriotas y actúen lo más pronto posible, ya no por el bien de Venezuela, sino por el bien de toda Latinoamérica y la Seguridad Nacional de los EE.UU.

Desde mi punto de vista analítico, ésta ha sido sin duda alguna la mejor jugada del dictador desde que regresó al poder el 13 de abril del 2002.

Punto número uno: Se blinda internacionalmente ante cualquier intento armado de derrocamiento, factor determinante en el ajedrez geopolítico mundial ya que le permitirá internamente hacer lo que le venga en gana sin temer a represalias externas ni chantajes económicos. Punto número dos: En el plano doméstico muchos factores que lo veían caído y con fecha de vencimiento, repensarán sus estrategias y buscarán alinearse de nuevo con el caudillo comunista, rejuvenecido y armado hasta los dientes; esto incluye a militares indecisos y civiles con poder pero temerosos.

Las comparaciones con Noriega ya no tendrán fundamento, ya Chávez no será un dictador bananero y “enmachetado”, ahora será un dictador NUCLEAR y Venezuela jugará en la misma liga de Corea del Norte, Rusia, China e Irán. Vaya logro para un acomplejado llanerito que reprobó el curso de estado mayor (nunca hubiese llegado a General) y se ha defecado hasta en los restos de Simón Bolívar.

Aclaro que no estoy de acuerdo con mi propio análisis desde el punto de vista sentimental y patriota, pero es la realidad y así se maneja el mundo. Les recuerdo que los organismos multilaterales a nivel internacional no defienden pueblos, defienden gobiernos.

La única manera de que se evite que la Revolución castro-chavista se torne NUCLEAR, no será a través de sanciones impuestas por la ONU ni resoluciones tomadas en la OEA, OTAN, UNASUR, etc. Chávez tiene el suficiente apoyo moral y económico para evitar sanciones de esa índole en el mundo leguleyo e inservible de la diplomacia internacional.

La única vía verdadera, creíble y expedita para evitar la transmutación del cáncer castro-chavista a una Revolución NUCLEAR, pasa por una acción unilateral armada de los EE.UU. y los militares patriotas de la nación. Si al tirano había que derrocarlo desde hace tiempo como lo he venido pregonando en infinidad de columnas desde el año 2007, ahora creo que hay que pulverizarlo porque la estrategia en este momento incluye a Rusia e Irán.

No es poca cosa lo que se está fraguando aquí entre Rusia, Irán y Venezuela. Si los “gringos” no apuran el paso y cuadran el jaque mate, llorarán lágrimas de sangre al igual que el resto de Latinoamérica. ¿O es qué creen ustedes que el plan NUCLEAR venezolano estará en manos de nuestros compatriotas? Por supuesto que no. Estará en manos de los iraníes que acaban de estrenar su primera central NUCLEAR contra todo pronóstico y en contra de la comunidad internacional.

Es inaceptable para el mundo democrático y para los seres humanos de bien, aceptar que Venezuela bajo el régimen castro-chavista se convierta en una amenaza NUCLEAR en pleno siglo XXI y en el corazón de América. Sobre todo si tomamos en cuenta la relación comprobada y confesa de Chávez con el mundo terrorista islámico y los grupos criminales-genocidas de las FARC, ELN, ETA, etc.

Los venezolanos que siguen pensando en pajaritos preñados y en la elección presidencial-dictatorial del 2012, terminarán sufriendo las consecuencias de las fugas radioactivas y verán con horror como sus hijos repletos de llagas mueren de cáncer.

Ni Ramos Allup hablando bonito, ni Teodoro Petkoff escribiendo pajuatadas en TalCual, ni Manuel Rosales desde Perú, ni Miquelena negociando bajo cuerda con José Vicente Rangel en nombre de la oposición, ni los 65 diputados que nos regaló el régimen hace unas semanas, podrán evitar la catástrofe que se avecina.

La salida nunca será electoral ni pacífica. Creo que el dictador se está encargando cada día más de abrirle los ojos a los venezolanos indecisos y a los que todavía lo apoyan. Yo seguiré escribiendo y manteniendo la tesis de la salida cívico-militar. Les recuerdo que existen muchísimos militares patriotas dispuestos a derrocar al tirano pero sin el apoyo del pueblo en la calle es muy difícil que actúen.

De todos maneras, por el camino que vamos, sería un suicidio para los “gringos” no tomar cartas en el asunto y acelerar la transición cívico-militar en el país. No creo que para los intereses de los EE.UU., Colombia, Latinoamérica y los propios venezolanos, este contemplado semejante disparate. Estamos contra reloj: una Revolución NUCLEAR en el corazón de América solo presagia sangre, muerte y destrucción.

¿Permitirán los EE.UU., los militares patriotas venezolanos y el continente Latinoamericano que un país secuestrado por un perturbado mental se convierta en una amenaza NUCLEAR? Ojalá que no. Esperemos que prive el sentido común y el raciocinio se imponga ante tanta barbarie y demencia irracional.

“Mis temores nunca me han burlado, ellos son presagios infalibles”,

Simón Bolívar

¡Patria, Democracia y Libertad!

robertocarlo14@hotmail.com

Blog: www.robertocarlo14.com

10/16/2010