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CUBANOS GENOCIDAS DE CUBANOS
Por Enita Álvarez.
Ayer tuve una conversación con un cubano que solo lleva aquí en Miami 6 meses. Veo con tristeza que los de la nueva llegada (la mayoría), cuanta agresividad y cuanto odio traen dentro hacia el exilio de Miami y lo expresan sin la mas mínima educación. Lógico en Cuba, la educación es de burgueses.
Como no conocen la libertad de expresión, a quien no piense como ellos, lo agreden verbalmente y si están en Facebook te censuran y te reclaman increpando que eres del exilio intransigente. Y que el exilio histórico se acabó.
Creen que porque están aquí, (muchos metidos en actividades políticas y dicen que no son políticos) tienen el derecho a insultar y a exigirnos olvidar los maltratos que soportamos en Cuba comunista, porque según ellos, si no lo hacemos, es porque tenemos odio.
Son tan torpes que no se dan cuenta de que al hablar, les brota el adoctrinamiento recibido, no se preocupan por integrarse al sistema democrático donde escogieron vivir, (que nadie les obligo a escoger) dejando atrás las ideas inculcadas. Bueno, esta parte la entiendo, ellos son inmigrantes económicos.
Nos aconsejan que debemos perdonar, obvio, ellos y sus familiares eran integrados y están embarrados hasta el cuello.
Traen la idea descabellada de que cuando pedimos "Justicia", es porque vamos a actuar como actuó Castro y camarilla, asesinando, robando propiedades y despojando a todo el que haya sido de ideas diferentes. Que haremos una carnicería al regresar a Cuba. Que equivocados están!
Cuando decimos Justicia, hablamos de leyes. De tribunales competentes. No pensamos quitarle la casa a nadie que la vive cuando la Reforma Urbana se la entrego al irse del país el dueño, NO, eso no queremos, pero si queremos que se juzgue y condene al responsable de quitarnos la casa, de robarnos nuestras pertenencias y los negocios.
No vamos a tomar justicia por cuenta propia y matar a quien fusilo, NO, pero llevaremos a los tribunales a quienes mandaron a fusilar, porque cuando apretó el gatillo, lo hizo a conciencia y ese crimen debe ser llevado a la corte.
No torturaremos a quien torturo a miles de presos y presas, NO, pero si llevaremos a tribunales al verdugo que torturo, porque lo hizo gozosamente, y torturar es un delito penado.
Quienes llegan nuevos (de esos) no entienden nuestro dolor, ni el sufrimiento de los que abandonamos Cuba, no nos fuimos por razones económicas como ellos, si no porque si nos quedábamos en suelo cubano nos hacían la vida imposible o nos encarcelaban y hasta nos podían fusilar. El mayor culpable de todo después de Castro y sus cómplices, desgraciadamente, es el pueblo, quien apoyo y apoya la dictadura. Cubanos genocidas de cubanos.
Mis palabras no son de desunión, al contrario, son de asombro ante la actitud de un paisano que dice que huyo de Cuba buscando libertad.
Ellos son quienes se desunen y se apartan, no quieren comprender nuestro dolor. Se han detenido a pensar "ellos" alguna vez que harían con alguien capaz de encarcelarle, torturarle o matarle un hijo? o Que harían con quien después de haber trabajado honradamente toda su vida, le quiten su negocio, solo por no gustarle el gobierno?.
Creo que pido mucho con mis preguntas, jamás entenderían porque no lo han sufrido, pero pregúntenle a Reina Luisa Tamayo madre de Orlando Zapata que siente por el gobierno cubano después que murió su hijo en una huelga de hambre reclamando Libertad. A ella, "esos" si le respetan su dolor y la compadecen, porque no hacen lo mismo con miles de madres, padres, hijos y familiares de los fusilados y de los presos políticos que vivimos en Miami. Acaso no somos cubanos igual que ustedes?
No es solo mi dolor, es del dolor de miles, de millones de cubanos.
Quizás algunos no respondan aun sabiendo que tengo razón, para que no quedar mal ni con unos, ni con otros.
Quizás alguien me conteste: no los metas a todos en el saco. Le contesto: yo no los metí en el saco, ellos se metieron en el saco y siguen dentro del saco, aquí en tierra libre.
Quizás también alguien me diga que tengo odio y que no saco el dedo de la llaga, pero yo no tenía llagas, ellos me la abrieron, y jamás han sacado los dedos de ella.