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TRAPOS SUCIOS
Autor: Juan Carlos León
Faltan menos de dos meses para las elecciones de noviembre y los candidatos están tratando de cortejar a los votantes a como dé lugar. Decirnos quiénes son y lo que piensan hacer por el pueblo que los elegirá es aceptable pero, desprestigiarse los unos a los otros, es inaceptable y de muy mal gusto.
Las familias han sido devastadas por la crisis actual –la más aguda en los últimos 80años-, y lo menos que quieren escuchar es a políticos que malgastan su tiempo y dinero sacando a relucir lo que su contrincante hizo mal o dejó de hacer. En estos tiempos difíciles que atravesamos hoy hay que dejar el partidismo a un lado y concentrarnos más en cómo resolver los problemas actuales.
Por primera vez en la historia de las elecciones en Estados Unidos hemos tenido la oportunidad de ver debates televisados a toda la nación norteamericana en español y por cadenas hispanas, como es el caso de Univisión. Esto nos demuestra la importancia que ha alcanzado el voto latino si se pretende lograr un asiento, ya sea a nivel local, estatal o federal. Se calcula que para el 2040 los que hablamos la lengua de Cervantes seremos una mayoría (más de 100 millones).
Con un desempleo en casi dobles dígitos, las ejecuciones hipotecarias a la orden del día y 50 millones de estadounidenses sin cobertura médica, aquellos que pretenden representarnos tienen que hilar bien fino. La gente está cansada de escuchar promesas de campaña que se quedan en el aire; de comisionados, congresistas y senadores que lo único que piensan es en su reelección y perpetuidad en el puesto. Es hora de elegir caras nuevas con ideas frescas. Quizás esa sea la clave cuando estemos en las urnas.
A modo de resumen, queremos exhortar a todos aquellos que se encuentran en plena contienda por un trabajo público a que no se concentren tanto en sacarle los “trapos sucios” a sus oponentes. El electorado está harto de que se gasten miles de dólares en comerciales y propagandas que lo único que consiguen es poner en tela de juicio sus verdaderos intereses. “Cuando uno tiene el techo de cristal no debe tirarle piedras a su vecino”.
Miami, FL., USA
10/10/2010