lunes, 26 de marzo de 2012

EL PAPA LLEGA HOY A CUBA

 
NI EL PAPA NI LA MADRE DE LOS TOMATES
Por Juan Carlos León
 
Desde que tengo uso de razón he venido escuchando que Cuba sería invadida desde el exterior. Por un lado los Castro nos prepararon psicológica y militarmente para cuando los gringos nos atacaran; por otro, los más soñadores nos inculcaron la creencia de que algún día alguien llegaría a la isla –desde no sé dónde- y nos resolvería nuestro problema. Vivir de ilusiones; morir de desengaño.

¿Hasta cuándo el pueblo de Cuba seguirá esperando a que ocurra un milagro? ¿Acaso no se dan cuenta que el problema de los cubanos nos corresponde solamente a nosotros resolverlo? Ni el Papa ni ningún otro intermediario han sufrido en carne propia lo que ha experimentado la población de la mayor de las Antillas en el último medio siglo. No sigamos esperanzándonos con falsas promesas y emisarios de afuera.

Tomemos las riendas de nuestro propio destino y asumamos responsabilidades. Si en el 2011 varios países del medio oriente lograron su libertad y democracia, ¿por qué Cuba no lo puede hacer también? ¿Será que los cubanos somos tan poca cosa? No lo creo. A través de los años ha habido hombres en nuestro país que lo han sacrificado todo por nuestra patria. Hoy los tenemos también. Lo que hace falta es un poco más de unidad.

Ni el Papa, ni Estados Unidos, ni la madre de los tomates nos darán la libertad de Cuba. Eso nos corresponde a nosotros los cubanos, tanto los de la isla, como los de la diáspora. Agradezcamos a Benedicto XVI por sus buenas intenciones. Después de todo, él es solo un servidor de Dios aquí en la tierra y lo único que puede hacer por nosotros es rezar; la acción la tenemos que poner nosotros.

Pidámosle directamente a nuestro Creador que nos ayude a librarnos para siempre de esa maldición llamada Fidel y Raúl Castro. Perdónanos Señor por haber sido tan idólatras y malagradecidos contigo poniendo a estos dos asesinos por encima de ti. Sabemos que aborreces la idolatría y nos haces pagarla hasta nuestra tercera generación. Ten compasión de nosotros, Padre Santo. ¡Amén!
 
Miami, FL., USA
03/26/2012