UNA VICTIMA MAS DEL CASTRISMO
Autor: Juan Carlos León
Juan Wilfredo Soto García se convirtió en un número más dentro de los miles de personas que han sido víctimas de los hermanos Castro. El disidente cubano murió recientemente a causa de la golpiza que le propinó la policía revolucionaria, aunque ahora los culpables están tratando de justificar la muerte del opositor con una supuesta pancreatitis aguda.
En febrero del 2010 Orlando Zapata Tamayo también perdió su vida en una huelga de hambre que duró 85 días en protesta por las malas condiciones en las cárceles cubanas y el mal trato a los prisioneros de conciencia. Su madre, Reina Luisa Tamayo, no se cayó un instante y logró llamar la atención de la comunidad internacional, lo que provocó que la Iglesia católica mediara entre el gobierno castrocomunista y los presos políticos, los cuales fueron liberados y desterrados a España en su inmensa mayoría.
La familia de Juan Wilfredo se ha negado a hacer declaraciones, e incluso, una prima alega que no hubo tal golpiza. Este pobre respaldo por parte de los familiares del disidente cubano ha despertado dudas las cuales entorpecen el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, grupos opositores dentro de la isla han pedido la intervención de médicos forenses extranjeros que saquen a la luz la verdad.
Los que hemos vivido en Cuba entre 1959 y el presente sabemos que ese sistema totalitario es capaz de cualquier cosa. Ellos han sacado de circulación a todo aquel que se ha interpuesto en su camino. Para nadie es un secreto que en nuestra patria esclavizada nadie puede pensar ni opinar por sí mismo. El que ose hacerlo corre el mismo riesgo que OZT y Juan Wilfredo. Quizás la familia de este último tiene medio enfrentar las represalias del gobierno si le cuenta a la prensa lo que realmente ocurrió esa fatídica noche.
Queremos hacer un llamado de conciencia al mundo libre y democrático para que se aclare la muerte de Juan Wilfredo Soto García, quien se ha convertido hoy en una víctima más del castrismo. No nos quedemos con los brazos cruzados y corramos la voz. Utilicemos los medios de comunicación que tenemos a nuestro alcance para que se haga justicia. La autopsia dirá la última palabra.
Miami, FL., USA
05/16/2011
