miércoles, 16 de noviembre de 2011

HERMAN CAIN, UN AFROAMERICANO SIN RESPALDO DE SU COMUNIDAD




ALGO QUEDA
Por Elsa M. Rodríguez
 
Las campañas políticas de los aspirantes a ocupar puestos claves en la conducción del gobierno de los Estados Unidos, se están volviendo cada vez más groseras y demuestran una estatura moral muy baja por parte de aquellos que se envuelven en hacer uso de la libertad de expresión para difamar y manchar la honra de cualquier aspirante a un puesto en el gobierno.
 
Lo último en esto de ofender y manchar la actuación de los aspirantes a estos cargos, es declarar que el mismo ha cometido actos de acoso sexual o de lascivia. En la mayoría de los casos, los denunciantes, o mejor deberíamos decir las denunciantes, cuentan solamente con su opinión personal sobre el asunto. No tienen pruebas ni testigos de su queja, pero aún así logran su cometido. La gente las escucha y muchos se preguntan si será o no cierta la historia que cuentan.
 
Lo más reciente en cuanto a este tipo de acusaciones lo tenemos con las declaraciones de un par de mujeres contra el posible aspirante a la presidencia del país, por el Partido Republicano, el Sr. Herman Cain. No somos fanáticos de Cain, ni siquiera conocíamos de su existencia hasta hace unas semanas.
 
El Sr. Cain es de la raza negra, y a pesar de que en este país no es políticamente correcto hacer comentarios derogatorios sobre algún miembro de este grupo étnico, es sorprendente que cuando se está echando fango sobre la figura de Cain, no ha salido nadie, ningún miembro de alguna organización de derechos humanos o de defensa de los derechos de los negros, para exigir respeto para el Sr. Cain. Claro, es que Cain no solamente es republicano, sino que también es admirador del grupo auto-denominado Tea Party.
 
Estas campañas sucias no son producto de una inteligencia organizada para empañar las posibilidades del candidato Cain, sino una maniobra para que algo de la suciedad envuelta en las acusaciones pueda quedar, y el pueblo una vez más sea confundido con factores no probados. En fin, los que están planificando estas acusaciones, que curiosamente no se hicieron en el momento en que supuestamente sucedieron las cosas, sino ahora que Cain es aspirante a la presidencia, saben que sea mentira o verdad, algo de lo que dicen queda. Por aquello de que "a río revuelto, ganancia de pescadores", ellos revuelven las piedras en el río de la vida de Cain, para poder dañar su imagen ante el público.
 
Hialeah, FL., USA
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