domingo, 11 de julio de 2010

ESCOBAR PIVOTEA A PRIMERA BASE POR ENCIMA DE PABLO SANDOVAL


SENCILLAMENTE, UN AÑO MALO DE ESCOBAR
Por Andrés Pascual

Los cubanos que reconocemos en el habanero Yunel Escobar al mejor y más completo jugador, hasta hoy, llegado al béisbol organizado en los últimos años, nos hemos preocupado por la falta de producción del torpedero en lo que va de temporada, por su anémico promedio que se mueve entre los .230 y los .245 al momento de redactar este comentario.

A Escobar no lo ha ayudado la prensa de Atlanta, una ciudad en la que hablar mal de Fidel Castro es tabú y hacer algo que lo ridiculice una sentencia de muerte publica por decreto mediático; esto se ha demostrado en que nunca han manifestado interés en ningún jugador escapado del lugar en el cual “la pelota libre triunfo sobre la pelota esclava” y no quiero que se me entienda como que esa situación provoca la mala racha del gran pelotero; porque eso es: un gran pelotero. Pero pertenece al lote que comúnmente llaman desertores aquí como si integrara un ejército militar; o traidor allá, como si hubiera hecho lo mismo en medio de una guerra bajo igual opción, pero sazonado con una dosis sugerentemente provocativa de traición al ideal castrocominista, no a otra cosa. Entonces esa guerra se encargo de construirle al joven el malestar suficiente como para crearle un estado de opinión basado en que “es un antisocial”, a veces dándole el beneficio de la duda por circunstancias del idioma, otras acusándole quien sabe la razón.

El caso de Yunel Escobar con su prolongada mala racha ofensiva ha puesto en posición de inútiles a los asistentes de bateo del Atlanta; porque, aparentemente, como “improsultos” supuestos en una función que deberían saberlo todo, nada positivo han podido hacer para ayudar al jugador a sobreponerse al mal momento y ese mal momento se ríe a caja destemplada de estos asistentes como cualquier fanático de matiné haría con una película de Tin-Tan.

¿Qué le pasa a Escobar? Nada, un año malo que está más en la psique del jugador que en su “timing” o coordinación del swing, porque espera lanzamientos mejores que los que acostumbra conectar y termina tirándole a los peores, a esa actitud en el plato se le dice por los entendidos ansiosos, que significa “bateador que perdió la paciencia”. Pero la condición de ser paciente no es el tacto, ni la vista, ni el poder y antes de que concluya la temporada debe recuperarla y comenzar a conectar como acostumbra.

Para esa tarea ardua consigo mismo Escobar no necesita a la prensa de Atlanta a su lado, que se presta gratuitamente para incidir en la llaga de la baja producción ofensiva del cubano como si formara parte de un odiado club eterno rival de los Bravos.

Nada, la prensa americana es así de extraña o de parcial en situaciones que nada tienen que ver con el terreno de juego muchas veces.

Miami, FL., USA
07/11/2010

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