LA HIPOCRECIA LE LEVANTA RONCHAS A CUALQUIERA.
Por Jose (Pepe) Martel.
Una canción que se cantaba en Cuba que decía una de sus partes, "quiéreme como soy" sino "no me quieras". Por qué soportar a personas que de frente te demuestran amistad y cuando viras te desvisten hasta la piel. Algunos llaman a esa forma de proceder como "una crítica destructiva" yo le llamaría hipocresía. Si no te gusta una cosa, dila sin dilatación ni vacilación alguna, sea una persona genuina y no peque de falso o hipócrita. Claro en muchas ocasiones son falta de esos valores que deben adornar al hombre y también a la mujer ya que tratándose de ambos sexos tenemos valientes sincero e hipócritas cobardes.
La cobardía es parte de la hipocresía que invade a seres humanos ya sea por aspiraciones a lograr algo o bajo ese complejo de querer llevarse bien con el Dios y con el diablo. En cada momento de la vida el ser humano de ser definido y el protagonismo no lo invada. Dile lo que sientes, no ocultes tus sentimientos cuando se trate especialmente de un amigo o amiga, sin ofender puedes platicar con esa persona y decirle tus puntos de vista. Y es importantísimo que se diga lo que te guste y a tiempo rectifiques cuando cometas algún error. No somos infalibles ni perfectos, solo Dios es.
Y eso de los refranes y dicharachos me encantan sobre aquello de "los pájaros tirándole a la escopeta" cuando alguien que se cree saber mucho quiere imponer tu forma de pensar o actuar a los nuevos pinos, en muchos casos la escopeta es defectuosa, ociosa y fuera de calibre. Otro muy interesante es "si quieres llegar siempre como águila y nunca como réptil" y ante esta frase mucha gente se pregunta del ¿por qué? Pues fácil siendo águila a veces llegas y otras no llegas, ahora de la otra forma siempre llegas, arrastrándote. Esos viejos de ayer siempre tenían un mensaje para nunca olvidar.
La verdad es absoluta y a su vez relativa ya que crees tenerla y no es así. Otra frase que nunca olvido es que "la verdad no es de quien la tenga sino del que la sepa plantear en el momento propicio". Esta sí, una durísima realidad que en muchas ocasiones decir una verdad donde la situación no es aconsejable resulta una derrota o un malentendido. Cuidado con criticar a cualquier persona si en realidad no conoces lo sucedido a fondo, mi abuelo materno decía: "Cuando vayas a criticar o juzgar a cualquiera primero lávate las manos y la cara, sécate bien y después mírate al espejo".
MIAMI, FLORIDA, USA.
joselmartel@yahoo.com
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