sábado, 10 de julio de 2010

BEISBOL ES...PELOTA (CUBAN SUGAR KINGS)


COMENTANDO LA PELOTA PROFESIONAL CUBANA CON ALGO DE MEMORIA Y HUMOR
José (Pepe) Martel

Muchos recordamos esos tiempos claros como jóvenes del pasado, otros olvidan hechos y hazañas mas los nuevos adquieren historia de esas épocas de leyendas de la Liga Profesional de Béisbol de Cuba. Estos relatos de cosas pasadas no llenan de regocijo ya que mente ocupada aleja enfermedades y recordar es vivir.

Napoleón Reyes siempre resultó un gran jugador de cuadro, bateaba bien y era un poco postalita (le decían a los que se destacaban a la fuerza) pero era pintoresco y aguerrido. Cuando bateaba bueno el público lo aplaudía cuando se ponchaba la gente lo chiflaba. En una ocasión comentó: “Se fijas como toca la bola José Tartabull (jardinero del club Marianao que jugará de las Medias Blancas de Boston y los Atléticos de Oakland)…bueno a ese lo enseñé yo.

El caso de un prospecto joven de solo 17 años, el matancero Leonardo Sánchez, es digno de resaltar cuando el Sr. Asso lo presentó a Mr. Miller como una futura estrella, éste a su lo introdujo al Sr. Montiel para que jugar en algún equipo sucursal de los Rojos de Cincinnati. Cárdenas resultó una estrella dentro de las Grandes Ligas y en la Serie Mundial del 1961 le conectó un cuadrangular al estelar lanzador de los NYY, Whitey Ford.

Para que se recuerde Ud. los managers, directores, mentores (como se les quiera llamar) que dirigieron los Cuban Sugar Kings pues le contaré: Regino Otero (1954-55); Napoleón Reyes (1956-57); Tony Pacheco 1958, Preston Gómez (1959) y Antonio “Tony” Castaño (1960). Dos pilares del Marianao en una temporada resultaron Orestes Miñoso y Julio Becquer. Pocos recuerdan a un jardinero del club Almendares de apellido Villar que bajó 40 libras en dos meses y la gente decía: “¡Coño ese tipo está nuevo!” Un excelente bateador del Cienfuegos, Antonio “Tony” González mas tarde se desempeñó con los Bravos de Atlanta.

En un momento dado Bobby Maduro, dueño del Cienfuegos estimó que el “Colorao” Ultus Álvarez no esa maduro para ser profesional y lo envió a su equipo en Mérida. Pero al año Vázquez se lo volvió a llevar a Bobby y le dijo: “Oye el muchacho esta listo para debutar con el equipo aquí en la liga” y efectivamente los resultados de primera. Otro cienfueguero el receptor José Joaquín Azcue a quien Juan Yero trató de firmarlo con solo 16 años y estudiaba en el Colegio La Salle. Armando Llano insistía siempre en contratarlo para el equipo. Azcue llegó a ser el cátcher regular de los indios del Cleveland.

Según analistas de aquella época el cuadrangular mas largo conectado en el Gran Stadium del Cerro lo dio Borrego Álvarez de 520 pies del plato. Se recuerda que los Cubans Sugar Kings le propinaron un NO HIT CERO CARRERA al club Rochester produciendo 5 carreras 11 imparables y cero error. Un hecho inolvidable fue cuando Camilo Pascual le recomendó a Mr. Griffin de los Senadores de Washington a un joven lanzador cubano, Héctor Maestri, cuando ambos compartían la franela de los Elefantes del Cienfuegos. Y recuerdo que el joven serpentinero, Rodolfo Arias vistiendo el #18 del club Marianao, se destacó lanzando exitosamente con los Medias Blancas de Chicago.

En una ocasión el torpedero del Cienfuegos, Silvio García sentado en banco comentaba con su compañero, Pedro “El Gamo” Pagés (considerado en esos tiempos el mejor jardinero central de Cuba) sobre el desarrollo de un nuevo pino, Zoilo Versalles, a lo cual el veterano García respondió: “Ese muchacho tiene mucho talento y destreza es un chico envidiable en esta posición del shortstop. Dos años después el periódico cubano “Alerta” titulaba su portada: “Tubey de Versalles derrota a Sandy Koufax” y su fotografía. Dos lanzadores del club Habana debutaban a finales de los 50, Oscar del Calvo y Evelio Hernández. Otros sobresaliendo con posibilidades futuras resultaron José Ramón López del Almendares y “Chulungo” del Monte por el Cienfuegos.

Y una sorpresa una conversación del tercera base del Almendares, Héctor Rodríguez directamente con un novato, Miguel de la Hoz, cuando el primero le decía: “Oye muchacho cuídate y trata de estar en forma ya que pienso que tu serás mi sustituto”.
Y efectivamente Miguelito debutó con los indios del Cleveland y ya Monchy de Arco tenía en sus planes darle la posición de Héctor al guajirito de Güines.

Indudablemente que Monchy era una persona descubriendo nuevos valores y visitando el Central Tinguaro viendo jugar a Jacinto Hernández como receptor se le acercó y le dijo: “Mira Jacinto, no eres corpulento y corres bien creo que te vamos a convertir en torpedero”. Y así fue. Llegó a jugar con los Piratas de Pittsburgh donde tuvo un gran maestro, al legendario boricua y miembro del Hall de la Fama en Cooperstown, Roberto Clemente.

Bueno hasta otra descarga beisbolera con el humor y contagioso tema de recordar a los nuestros que siempre dieron a la fanaticada de Cuba, Estados Unidos, Venezuela, México, República Dominicana, Nicaragua, Panamá y en cada país donde jugaron el béisbol durante aquellas épocas.

Miami, Florida, USA.
joselmartel@yahoo.com

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