miércoles, 5 de mayo de 2010

NO HAY OTRA TIERRA MAS LINDA EN EL MUNDO QUE MI CUBITA BELLA


NO HAY TIERRA COMO LA DE UNO
Autor: Juan Carlos León

No puedo estar más de acuerdo con el artículo Castro, el socialismo y el 68, del periodista Fernando García -corresponsal en Cuba- [La Vanguardia, 23 de abril]. Según él, después de medio siglo de revolución, en la isla hacen falta cambios drásticos, no sólo económicos, sino también en la alta directiva del gobierno cubano. Muchas son las personas en todo el mundo que se han expresado recientemente a raíz de las sendas huelgas de hambre protagonizadas, primero por Orlando Zapata Tamayo, quien falleció durante la misma; y luego por Guillermo Fariñas, el cual aún se encuentra en su empeño porque sus compañeros de lucha en prisión sean excarcelados inmediatamente.

Las Damas de Blanco también han captado la atención de todos los medios de comunicación a escala mundial. Un grupo de mujeres indefensas con un gladiolo en la mano y fotos de sus seres queridos en los pullovers que llevan puestos han tambaleado a la ya agonizante revolución de los hermanos Castro. Personalidades famosas del mundo entero se han solidarizado con la causa cubana y, muchos de ellos, han sido fieles admiradores de los octogenarios dirigentes. Entre ellos están Pablo Milanés, Ana Belén, Víctor Manuel y muchos otros más. El cantautor, Silvio Rodríguez, expresó recientemente que a Cuba le hacía falta una revolución, pero sin la “r” al principio, quiere decir, una evolución. Comentarios como estos nos hacen creer que los cambios en la isla están más cerca que nunca.

Fernando García también nos comenta en su artículo sobre las intervenciones del gobierno cubano efectuadas en los años 60. A partir de ahí, comenzaron los dolores de cabezas para todos los cubanos con deseos de prosperar en una Cuba que había sido secuestrada por un grupo de barbudos inescrupulosos. Ya nunca más se pudo pensar en tener un negocio propio en nuestro país. Ahora todo era controlado por el gobierno comunista implantado en la isla, y los únicos que tenían derecho a enriquecerse eran ellos: los usurpadores. Todo esto provocó un éxodo desesperado a tierras de libertad. Miami se convirtió en la ciudad adoptiva para muchos de esos cubanos. Después de varios años de exilio la Urbe Floridana se ha transformado en una de las ciudades más importantes en los Estados Unidos, gracias al aporte de aquellos primeros inmigrantes cubanos que labraron el camino para los que vendríamos posteriormente.

Después de la década de los 60 ha habido otras dos grandes emigraciones desde Cuba hacia el exilio. Hoy en día se calcula entre un millón y medio y dos millones de cubanos viviendo, no sólo en EE.UU., sino también en Europa y algunos países latinoamericanos. Nuestra historia es triste, pero no descansaremos hasta que nuestra patria vuelva a ser libre y soberana como lo era antes. Estas muestras de valentía -que destaca en su artículo Fernando García- seguirán incrementándose y muchos más se unirán poco a poco. El miedo ha ido desapareciendo y los tiranos lo saben. El día que el pueblo cubano se lance a las calles en masas, ni el ejército con sus tanques los podrá detener. Son tantas las ansias de libertad que tenemos que nada ni nadie nos podrá impedir que rescatemos lo que es nuestro y nos pertenece. Ninguna tierra extraña –por rica que sea- se puede comparar con la que nos vio nacer y crecer.

Miami, FL., USA
05/05/2010

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