domingo, 3 de octubre de 2010

LOS ESPERAMOS A TODOS EL SABADO 16 DE OCTUBRE A LAS 8:30 AM EN EL BAYFRONT PARK


SOBREVIVIENTES DE CANCER PREPARAN CARRERA
Sobrevivientes de cáncer preparan carrera
By ANA VECIANA-SUAREZ
aveciana@MiamiHerald.com

Alison Pages participó en la primera carrera Susan G. Komen Race for the Cure (Carrera por la Cura) como la hija de una víctima del cáncer de seno, sin imaginar jamás que un día correría los cinco kilómetros de la misma como una sobreviviente.

Kim Heard-Hobbs, quien se descubrió un nódulo en el seno derecho a los 38, está trabajando esa distancia para probar que se puede seguir viviendo tras el temido diagnóstico.

Tiffany Medina, estudiante de enfermería de Miami-Dade College, entusiasmó a sus compañeras de clase para que participaran en su equipo ``Scholars in Pink'' (Estudiantes de Rosado) luego que su madre tuvo que hacerse una mastectomía parcial meses atrás.

Ellas estarán entre las docenas de voluntarios que ayudarán a 20,000 participantes a recaudar lo que se espera sean $3 millones en la 15 carrera anual el 16 de octubre en Bayfront Park.

``Una puede sentirse victimizada y sufrir, o luchar y ayudar a otros'', dice Pages, vicepresidenta principal de Colliers International, una compañía de bienes raíces comerciales.

Pages, de 42 años, ha reclutado a varias de sus compañeras de trabajo en el transcurso de los años. El año pasado, ella recaudó más de $1,500 para Susan G. Komen Race For the Cure Miami/Fort Lauderdale Affiliate.

Pages es una participante típica de la carrera, la mayoría de las cuales tiene una relación personal con el cáncer de seno, ya sea como sobreviviente o como amiga o familiar de una persona que lo ha sufrido.

Pages, la tercera de cuatro hermanos de padres cubanos, y que creció en Miami Shores, vio sufrir a su madre durante dos años de quimioterapia antes de sucumbir a la enfermedad a los 44 años. ``Eso cambió el mundo entero para mí'', recuerda ella.

Cuando se fundó Race for the Cure hace 15 años, Pages no dudó en sumarse. A ella le gustó la idea de Komen de recaudar fondos: el 75 por ciento de las recaudaciones se quedan en la comunidad para financiar iniciativas de diagnóstico, educación y tratamiento del cáncer de seno. Este año, la rama local repartió alrededor de $1 millón a través de 29 subsidios.

``Yo lo hice por mi madre'', dice ella, ``y para que las mujeres que han recibido ese diagnóstico supieran que no están solas''.

Pages se descubrió un nódulo a los 32 años, cuando, durante un sueño, su madre le tomó la mano y se la puso en el seno. Normalmente, ella hubiera descartado el mensaje como simple superstición, pero una biopsia confirmó sus peores sospechas.

Siguieron rondas de quimioterapia y una serie de operaciones, incluyendo una mastectomía total profiláctica con objeto de reducir las probabilidades de una recaída. Durante todo el proceso, ella siguió participando en la caminata de Komen y, junto a algunos colegas, fundó el capítulo de Coral Gables de Relevo por la Vida (Relay for Life) de la Sociedad Americana del Cáncer.

Mientras tanto, Heard-Hobbs de Miami Gardens ayudó a crear Sistaah Talk (Conversación entre Amigas), un grupo de apoyo local de cáncer de seno para mujeres afroamericanas pocos años después de su propio diagnóstico. Ella ha acompañado a sobrevivientes a comprar pelucas, hablado en actividades de las iglesias y entregado panfletos en las ferias de salud.

Ella ha usado lo que aprendió de su experiencia más de 15 años atrás para aliviar el dolor tanto físico como emocional de las mujeres recién diagnosticadas. ``Yo tuve la suerte de tener un grupo de apoyo muy fuerte --mi madre, mi hermana, mi hija, mi cuñado'', dice. ``Pero no todos cuentan con eso''.

Cuando Heard-Hobbs fue diagnosticada, era la madre viuda de un estudiante de segundo año de universidad. Ella tenía un nuevo negocio, Kim's Perfect Image Salon, pero no tenía seguro de salud. Los médicos le dijeron que su cáncer era particularmente agresivo, y lo trataron como tal. Ella acabó cerrando su peluquería y declarándose discapacitada debido a la pérdida de la movilidad de su brazo derecho.

``Yo nunca pensé que el cáncer me iba a matar, pero la quimioterapia. . .'' Su voz se debilita, y ella sacude la cabeza. ``Tuvieron que pasar cinco o seis años para que volviera a sentirme como yo misma''.

Aunque el cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes entre las mujeres, las probabilidades de padecerlo y de morir a consecuencia de la enfermedad difieren entre los grupos étnicos y raciales. Para las mujeres de menos de 40 años, las afroamericanas tienen una mayor incidencia de la enfermedad que las anglosajonas, y tienen además más probabilidades de ser diagnosticadas con tumores de gran tamaño.

Las mujeres latinas tienen una incidencia menor que las anglosajonas, pero también tienen más probabilidades de tener tumores de gran tamaño y de ser diagnosticadas con cáncer de seno en fase avanzada. Ambos grupos tienen asimismo más probabilidades de morir de la enfermedad que las mujeres blancas no hispanas.

Judith Hurley, una oncóloga del Instituto Familiar del Cáncer de Mama Braman en el Centro de Cáncer Comprehensivo Sylvester en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, dice que existen muchas razones para esas diferencias entre grupos étnicos y raciales.

Algunos han especulado que las mujeres afroamericanas no tienen el mismo acceso a los servicios de salud. Algunas se demoran más en someterse a exámenes de diagnóstico, lo que permite que el cáncer crezca sin ser detectado. Pero esto por sí solo no explica las diferentes tasas de mortalidad.

``A veces ellas hacen todo lo que tienen que hacer y de todos modos descubren tumores grandes'', dice Hurley, quien ha investigado los tumores agresivos y a menudo fatales entre las mujeres de las Bahamas. ``Hay mucho que no sabemos todavía sobre esta enfermedad''.

Debido a que existen tantas preguntas que todavía no tienen respuesta, Medina, de 20 años, es obsesiva en lo que se refiere a su propia salud. Su madre, Maggie Medina, de 48 años, fue diagnosticada en abril mientras Tiffany estaba, casualmente, estudiando sobre el cáncer en una de sus clases. Ella admite que fue escalofriante leer sobre radiación y quimioterapia mientras su madre estaba considerando estas opciones en la vida real.

Tiffany ha reclutado a casi toda su clase de salud comunitaria --unas 30 muchachas-- para participar junto a ella en la carrera de Komen.

``Cuando algo te sucede personalmente a ti, o a alguien en tu familia, eso te abre de verdad los ojos'', dice ella. ``Yo creo que es importante estar al tanto de esas cosas desde pequeños, no sólo en cuanto a la enfermedad sino en cómo se puede ayudar. Con sólo participar en una carrera, una persona común y corriente puede hacer algo para ayudar''.

La carrera será el sábado 16 de octubre a las 8:30 am. Saldrá desde el Bayfront Park y la matrícula comenzará a partir de las 6 am. Para más información pueden llamar al 305-666-7223 o pueden visitar la siguiente dirección electrónica: www.komenmiaftl.org

1 comentario:

  1. Digamos presente todos el 16 de octubre en el Bayfront Park a las 8:30 am y apoyemos esta noble causa.

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