miércoles, 14 de julio de 2010

FIDEL CASTRO SE HA CONVERTIDO EN UN FANTASMA QUE APARECE Y DESAPARECE


SIN EMBARGO, MENCIONEMOS EL EMGARGO
Lic. Amelia M. Doval.

Para los cubanos el mundo se reduce, a la innoble retórica de palabras sobre palabra, dichas y redichas en incontables horas de discurso. La presencia del ausente se hace necesaria es su ¨´magnánima decisión´´. Ha quedado claro, no es Raúl quien se reúne. Es la voz nuevamente de un fantasma que recobra la figura y la presencia para dejar claro y sin entrelineas que aún en ese pueblo manda un sólo hombre. El otro, el actual, es un muñeco. Un portavoz de pensamiento. Qué no se envalentone el pueblo, qué no se engrandezca la batalla.

Parece que el nuevo presidente cede bajo presiones y busca quien le ayude en las soluciones como si perdiera la mano y el poder. El de siempre, el fuerte, el implacable camina, más bien se traslada en su silla inseparable para dejar evidencia de su ya olvidada presencia.

Deportiva vestimenta que concuerda con su estilo retirado de patriarca. Dirige desde el jardín de la mansión mientras todos obedecen a la voz de su mandato. Medio oriente, guerras, allí está el señor de los problemas discerniendo si el mundo se acaba. En su ocaso, para no perderse los próximos cien años aventura el dilema de un desastre.

No menos que este personaje, ya enigmático, historia pasada en el recuerdo de quienes temblaron en su presencia. Hay voces, candilejas de antiguos precursores que escriben y profanan la palabra cuando mal usan el verbo para dar prioridad al adjetivo. Siempre ofendiendo e insultando, ahogándose en oraciones ya preconcebidas. Reniegan lo existente para apoyarse en lo pasado. Mejor verter la fuente para llenarla con frases de presente.

Sin embargo, solo por tocar el tema, el embargo es un motivo pues fue en su momento una barricada. Voz caligráfica que pretendía ser más fuerte que el gesto. Han pasado los años y con embargo se puede concluir, pues la vida continúa. Su efecto ya no es dañino, al contrario, ha sido usado como texto. Punto final de las preguntas, las dudas, los reclamos.

La vida no se detiene, los tiempos cambian, los métodos varían. Para algunos, el embargo, en la manera que está es inoperante, innecesario. Embargar es un secuestro, una retención, confiscación de bienes. El idioma español tiene su rutina, sus palabras usadas como ideas. Sinónimos que absorben lo contrario, sin dejar de ser homólogos. Embargar es abrumar, embelesar, dominar, ¡al fin encontramos el motivo! Del otro lado de la frontera la utilizan con acierto, cada vez que se menciona la palabra se adueña del decir y del objetivo: la escasez, el miedo y la nostalgia son resultado evidente de su ¨´uso¨´, aunque también digamos del abuso.

Cuba, la isla del cautivo. Ignomia de juventud maltrecha. Apocalipsis del verbo perfumado con esencia de cambio alterable. Cuba es una isla que camina en reversa. Es verso tercermundista, lleva guantes de seda en la selva y se viste de invierno en el calor. Su perenne estado de contrariedad ante la lógica silencia la palabra. Cuba necesita de todo, desde pensar hasta nacer. No importa que alguien se tome dos minutos en escribir un texto consentido para conducir el pensamiento, ayudar a pensar en lo impensable. No importa si se desmoronan héroes como mismo se visten de ángeles a diablos. Ese es el pueblo, toros sueltos.

Lo importante es que cada cubano opine, con palabras, con gesto, con silencios pero nunca ausentes de la patria que ni siguiera es necesario llevarla por vestidura si al menos se tiene en el alma.

La meta final, en un principio, debe ser llenar de poder al hombre común. Explicar, conmover, procurar entender que el éxito está en todos. El vecino que trata de explicar lo que no sabe con palabras escuchadas o leídas en espurias bibliotecas de la nada. El mecánico que construye y reconstruye como juego de azar, una charada. En ellos, en el pueblo está el triunfo.

Alfabetizar la mente, es enseñar a leer los entrelíneas para crear como carpintero o ebanista de un común madero una obra de arte.

Cuba necesita de los letrados, de los ineptos de aquel que sueña junto al despierto. De todos. La Patria es un conjunto que debe cantar su propia tonada.

Columnista de Ciudadanos-cuba

Miami, FL., USA
07/14/2010

1 comentario:

  1. Lo que más me ha sorprendido de la presencia del tirano en público, en el programa cubano de la televisión Mesa Redonda, no fue precisamente la figura del impresenable, lo que más me sonprendió y de verdad que me causó ira, fue la entrevista que se le hizo a varios cubanos de a pié para saber que opinaban al ver al verdugo, después de tantos años de ausencia de la tele, y que todos se mostraron emocionados y felices.

    Y se les vió en el rostro la alegria y hasta algunos tenían los ojos humedos al hablar del comandante, como ellos le llamaban.

    Me dió mucha pena y mucha rabia, por mi pueblo, por mis hermanos, que todavía no han despertado y no creen que toda Cuba es una gran cárcel, donde existe la mordaza, el crimen, el abuso y la miseria que han traído a nuestra patria los
    Castro.

    Martha Pardiño

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