sábado, 26 de febrero de 2011

OMNIBUS ALIADOS CUBANOS


¡QUE HABANERO –ALGO MAYOR- NO RECUERDA LOS OMNIBUS ALIADOS!
Por Jorge J. Gastón

Según datos del Almanaque Mundial, (1960), en el año 1958, nuestra querida ciudad de La Habana contaba con 1,236.000 habitantes incluyendo Marianao, Guanabacoa y repartos adyacentes con una extensión de 562 Kms2, una densidad poblacional de 2,199 habitantes por Km2. En comparación, nuestro condado Miami Dade, según el último censo del 2000, cuenta con 2.4 millones de habitantes en 39 municipios distribuidos en 2,000 millas2.
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En lo que se refiere al transporte público de la ciudad de La Habana en aquella época, en mi opinión, era uno de los mejores del mundo. El que tenemos en nuestro condado, sin lugar a dudas, es uno de los peores.

En La Habana, además del romántico tranvía, existía un servicio de ómnibus muy eficiente con una frecuencia de escasos minutos entre uno y otro y además, cubrían hasta el último rincón de la ciudad y sus repartos.

El servicio lo daba una corporación llamada Cooperativa de Ómnibus Aliados, en donde los propios choferes y conductores (los que cobraban el pasaje) entre otros inversionistas privados, eran los propietarios de los ómnibus. Me pregunto: ¿Será posible que en nuestro condado de Miami-Dade funcione algo igual o parecido?

Se comprende que, a nivel de condado, la densidad de población, elemento fundamental para que un servicio de transporte público sea rentable, es muy baja, pero, si hacemos el análisis basándonos en las ciudades de Miami, Hialeah, Coral Gables, Miami Beach y Miramar sin siquiera contar otras áreas vecinas, sí pudiera ser efectivo, pues la cantidad de habitantes y extensión territorial en su conjunto, ofrecen una densidad poblacional aceptable, siendo aún mayor que la de la ciudad de La Habana.

En conjunto, estas ciudades cuentan con más de 700 mil habitantes y una densidad poblacional de 6,651 personas por milla2, suficiente para que un buen servicio de ómnibus cumpla su cometido social a la vez que pueda ser perfectamente rentable, con la correspondiente ayuda oficial en sus comienzos.

Uno de los inconvenientes que me señalan algunos, cuando converso estas cosas, es la presencia de los sindicatos y sus exigencias. Los hay de choferes, de mecánicos, etc. y son los primeros en salirle al paso a un tipo de empresa privada como la que mencioné recabando altos salarios, beneficios de todas clases y demás cuestiones que encarecerían extremadamente los gastos de administración y funcionamiento.

Entonces, la solución está en nuestras autoridades, que usen su poder a todos los niveles para echar a andar estas empresas dándoles la protección debida a inversionistas creativos que deseen ayudar a resolver este problema que tanto nos afecta.

Por otro lado, la falta de transporte público nos ha llevado a crear una cultura automovilística de uso exagerado del auto. A veces usamos el auto para ir a la esquina a comprar cualquier cosa.

De resolverse este problema y poder contar con un sistema de transporte público eficiente estaríamos dispuestos a dejar nuestros autos en las casas, ahorrándonos el combustible, el desgaste, disminuyendo las probabilidades de accidentes rebajando, por ende, el costo de los seguros y, sobretodo, el tráfico endemoniado que tanto nos agobia.

Quizás el alto precio de la gasolina que estamos padeciendo, nos haga pensar dos veces antes de usar el auto para ir a la esquina. Además, siempre viene bien un poco de ejercicio, que tanta falta nos hace.

En fin, creo que no existe una razón válida para que esta empresa privada de transportación pública no pueda llegar a concretarse si tenemos en cuenta la extraordinaria fuerza de inversión de capital y creatividad con que cuenta esta comunidad y su clase empresarial.

Señores inversionistas, tengan la valentía necesaria y aprovechen esta oportunidad que no solo puede traerles grandes ganancias, sino que resolverían uno de los problemas más agobiantes que estamos padeciendo en este condado.

jgastonsilva@yahoo.com

Miami, FL., USA
02/26/2011

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