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domingo, 5 de diciembre de 2010
JESUS CORAO FUE JUGADOR, MANAGER, PROPIETARIO DE VENEZUELA Y CREADOR DE LAS SERIES INTERAMERICANAS (1946-50)
POCO A POCO TODAVIA LA PELOTA NO HA LLEGADO A CUBA
Por Andrés Pascual, (de la Estufa Caliente en junio del 2009)
Ya lo que hay con la historia del beisbol cubano en el Caribe linda con la falta de respeto, yo diría, por mucho que no guste la palabra, que es una conspiración a través de un ponte de acuerdo entre todos para disminuir la grandeza del beisbol de la Mayor de las Antillas; porque, a ver, a pesar de que la participación ha disminuido en Cuba considerablemente afectando la calidad del beisbol en cuanto a cantidad de talento; a pesar de los colaterales que obstruyen el desarrollo natural de este deporte en Cuba, ¿Qué otro país del Caribe ha logrado colocar como regular un jugador en su primer año, sin jugar en las Menores y lucir consagratoriamente? ¿Qué jugadores del Caribe reciben contratos millonarios directos y multianuales e invitación a campos de entrenamiento que no sean los cubanos sin experiencia profesional? o, ¿De qué país son los jugadores que, con más edad que 35 años a veces, son convertidos en millonarios de la noche a la mañana sin tampoco haber estado en el profesionalismo? Hasta hoy, solo cubanos entran en ese canal y, ¿Qué razón, más allá de la tremenda consideración que le tiene a Cuba el Beisbol Organizado pueda existir? Pero, ¿Por que consideran así al cubano sino porque hay una historia grandiosa que a cualquier hispano, incluso a muchos cubanos, no le interesa; pero al americano del negocio sí? Lo que hicieron Dihigo, Torriente, Méndez, Luque, Miñoso, Camilo, Taylor, Tiant…aquí, cuenta, y tanto que aún, detrás de cada contrato de hoy, esperan la aparición de una figura como aquellas.
Están como cerrando filas en varios lugares para pisotear la leyenda: en Dominicana, Cuba fue un bluff y existió porque allí no se jugaba pelota aún durante los 30’s, los 40’s y los 50’s, desconociendo que a Dominicana llevaron el juego los cubanos hace mas de 100 años; que cuando Trujillo hizo los Dragones de 1937, ese equipo lo dirigió Lázaro Salazar y lo integraron una mayoría cubana y norteamericana de 9 jugadores cada nacionalidad con Enrique Lantigua como nativo con Perucho Cepeda como el pelotero # 20.
La Liga Dominicana la fundó Tiant Tineo en 1951 y, hasta 1956, 3 cubanos dirigieron anualmente en torneos de 4 clubes y por lo menos 4 jugadores cubanos descartados del beisbol profesional de la Isla integraban cada roster, incluso muchos records se impusieron por jugadores que nunca brillaron en la liga cubana, como los 16 dobles del pinareño Rai Gavilán en 1952 con solo dos temporadas y pobre participación como pitcher-jardinero con los Leones del Habana a finales de los 40’s, o Mario Ariosa, de muy poco esplendor en la liga cubana.
Pero en los sesentas y los setentas, el número de dominicanos no ascendió notablemente: Roberto Peña, Wilson Llenas, Manny Jiménez, los tres Alou, Manny Mota, Rico Carty, Marichal, Julián Javier y alguno más. Esa cantidad de dominicanos la tuvo de cubanos el Minnesotta en 1962-1965.
Después viene el venezolano Jesse Sánchez, del sitio Major League Baseball, con lo de que la Serie Interamericana de 1946-50, jugada toda en Venezuela, fue el inicio de la Serie del Caribe; un torneo tan flojo que el Butchwicks de la Liga Semiprofesional de Nueva York-New Jersey, llamada Alianza Queens, ganó tres. Estos pobres campeonatos fueron organizados por Jesús Corao, jugador y propietario, como Maglio Ordoñez hoy con los Caribes de Anzoátegui, que no tenía ni poder ni amparo para hacer algo mejor.
El Butshwicks fue un equipo de amateurs en Nueva York que incluyó a algún jugador de las sucursales del Brooklin como Gene Hermanski, que cambió su nombre por Gene Ward para poder jugar porque, estando en el Ejército, solo recibían 70 dólares mensuales y por un doble juego con el equipo obtenían 50 más dominicalmente. Esta novena tuvo como regla viajar a Venezuela a series con los equipos de allá que, en aquella época, no tenían prácticamente status porque jugaban amateurs con profesionales mezclados un beisbol de mala calidad.
Con Corao se comprometieron a participar una novena llamada All Cubans de semiprofesionales cubanos, los Sultanes de Monterrey y el Cervecería capitalino, que sería renombrado poco después Cervecería Caracas y, finalmente, Leones. Dato curioso fue que siempre participaban los mismos equipos. El evento duraba entre 2 y 3 meses y era de verano.
La Serie del Caribe estuvo en la mente de todos los ejecutivos de la Liga Cubana y de la de Puerto Rico algún tiempo antes de que se acordara su celebración; pero fue el 18 de agosto de 1948, en La Habana, posterior a la integración oficial de la Confederación y como resultado de lo anterior ese año aquí en Miami, que se le dio como moción expositiva para convertirlo en acontecimiento regido por estatutos a Oscar Prieto y a Pablo Morales, representantes por Venezuela y verdaderas figuras de importancia y carisma para el beisbol de su país y para la región junto a los cubanos, a los panameños y a los boricuas.
Entonces, cada febrero, estarían en el país designado los campeones del premio invernal de Cuba, Panamá, Puerto Rico y Venezuela que, por cierto, no logró ganar nunca durante la primera etapa.
Es esta y no otra la historia de la creación de la Serie del Caribe y de la llamada Interamericana, período 1946-50, por mucho que Jesse Sánchez se empeñe en edulcorar y mentir a favor de Venezuela.
Miami, FL., USA
12/05/2010
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