jueves, 11 de noviembre de 2010

SANTO DOMINGO, VILLA CLARA, CUBA


SANTO DOMINGO, PUEBLO DONDE YO NACI
Autor: Juan Carlos León

Hace casi tres lustros que abandoné mi pueblo querido, y diez años que no visito mi Cuba bella. Tengo que reconocer que extraño mucho aquellas pequeñas cosas que tan felices nos hacían, desde jugar un partido de dominó en el parque, hasta darme un chapuzón en el arroyuelo.

Como dijo el Apóstol: “Nuestro vino es amargo, pero es nuestro vino”. Por razones del destino muchos de nosotros tuvimos que tomar otros rumbos alejados de la tierra que nos vio nacer. Solo nos quedan recuerdos de nuestra infancia, adolescencia y adultez que, aunque fueron muy humildes, las disfrutamos al máximo.

Yo vengo de un pueblo muy privilegiado el cual cuenta con tres centrales azucareros. También tenemos La Cervecería y La Ronera Central. Nos encanta el guarapo y alzar el codo de vez en cuando. Quizás es por eso que somos tan alegres y hospitalarios. De vez en cuando nos tirábamos algún que otro puñetazo después de unas cuantas jarras de cerveza, sin embargo, al otro día nos dábamos las manos como si nada hubiera pasado.

Por las noches nos sentábamos en El Parque Central para hacer cuentos hasta las altas horas de la madrugada. Entre los mosquitos y el inmenso calor durante el verano hacían casi imposible irse a la cama con La Calabacita. Conversábamos y nos reíamos hasta que refrescaba y, entonces, era que finalmente nos íbamos a dormir.

Tengo tremendos deseos de comerme un lechón asado criado con palmiche, pienso y maíz. Uno de esos que cuando se fríe el olor se siente en todo el vecindario, por supuesto, las “frías” no pueden faltar. Me gustaría compartirlo con mis parientes, amigos y vecinos. Ese calor humano es muy difícil de encontrar en lugares ajenos y distantes. También me gustaría mover el esqueleto detrás de La Comparsa. Nuestros Carnavales eran famosos en toda la isla. Todos los años nos divertíamos de sol a sol durante estas Parrandas.

Quiero aprovechar esta oportunidad para enviarle un abrazo a todos mis coterráneos, no importa dónde nos ha tocado vivir. Nuestro Santo Domingo querido estará siempre presente. No existe dinero en el mundo que pueda compensar los buenos ratos que pasamos allí y que nunca más volverán. Nos arrebataron nuestro suelo natal, pero lo que ya vivimos nos lo llevamos con nosotros en nuestras mentes y corazones.

Miami, FL., USA
11/11/2010

2 comentarios:

  1. Este comentario tiene sus raices en la hospitalidad de corazon del escritor y la coneccion con su pueblo, su musa. Se demuestra modestia, sencillez, claridad y estilo en el escrito. Se saborea el lechon y la cerveza cuando se lee. Te deseo un ascenso rapido y continuo en tu profesion,que es sin duda tu amor de vida. sinceramente

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  2. Juan Carlos tienes que hacer un articulo dedicado a los personajes del pueblo y otro a las tertulias nocturnas en el parque central....muy buen articulo, suerte y saludos....clave: panconbicho :)

    Pandito

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