jueves, 11 de noviembre de 2010

QUE MODELO TAN INDIGNO PARA UN SIMBOLO TAN CUBANO


DE GUAYABOS Y GUAYABERAS
Lic. Amelia M. Doval

El guayabo es un árbol mediano de tronco torcido y hojas verdes. Su fruto es la guayaba, verde por fuera y roja por dentro. Cualquier similitud con la definición descriptiva de lo que fue la ´´revolución cubana´´ en un principio deja de tener importancia cuando comparamos lo gustosa de la fruta con lo desagradable de la historia. En lo que sí coinciden es en la torcedura del tronco que en el caso de Cuba jamás será enderezado. Y guayabas (mentiras) son las que abundan a lo largo de estos años.

En cambio la guayabera siempre fue una prenda que identificaba al cubano y no precisamente con ningún pensamiento político. En el exilio se estableció como símbolo patrio y como identificación ciudadana el uso regular de la prenda a tal extremo que ha llegado a tener un sitio de honor en el ropero. Los estilos, colores y usos han variado. La cubanía no ha disminuido.

En Cuba, el sistema ha manipulado hasta los símbolos más pequeños, quién no recuerda que en plena crisis cuando se carecía de todo, la juventud no quería ponerse una camisa a rayas y un jean porque parecían ´´segurosos´´(los clásicos chivatones), los padres encolerizados se disgustaban ante la negación; ´mira niño que esto es lo que hay´´.

Anterior a esto los conocidos zafaris. Traje de mangas cortas y cinto ancho de tela, ajustado a la cintura con múltiples bolsillos que la moda había impuesto como prenda regular, nadie que no fuese políticamente afín al régimen se atrevía a usarlo. Llevar un zafari te hacía partidario de los castristas y eso era imperdonable. No estamos hablando de 2010, estamos recordando los 80´s y 90´s.

Llegar a la universidad con tus libros en un portafolio o usar una agenda, era una marca de fuera de grupo, de chismoso. Tales elementos constituían una señal de alerta para mantener la distancia con este prototipo de persona.

El verde olivo siempre fue un color rechazado por todos, representa la negación de todos los sueños. Ahora los ´´mandamás´´ del gobierno se apoderan de la conocida guayabera para lucirse en público. Han nacionalizado el vestir, se han apoderado de otro de nuestros símbolos de rebeldía y oposición. Y vestidos de guayabera continúan ´´metiendo guayabas´´. ¡Qué no cambian esta gente!

Miami, Fl., USA

Columnista Ciudadano- Cuba.com

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