jueves, 11 de noviembre de 2010

FIGUEREDO, LIBRO "WHO IS WHO"


LIBROS DE ORO SOBRE EL BEISBOL CUBANO
Por Andrés Pascual:

La literatura sobre el béisbol cubano empezó en serio durante los 30’s; incluso entonces se hacía un anuario con los boxscores de todos los juegos de la Liga Cubana de Beisbol Profesional de Invierno que incluía la foto de los cronistas activos y una mención especial al benjamín o figura más joven del grupo.

Así, Nelson Varela, Gabino Delgado, Severo Nieto, Pedro Galiana…imprimieron su indagación e impusieron sus opiniones sobre la pelota profesional cubana en libros valiosos para la posteridad, porque recogían el acontecimiento que, en algún momento, fue presenciado por el cronista, lo que le otorga un margen generoso de credibilidad…

Y es la pelota profesional la que más atención ha merecido, porque fue esta la que identificó siempre a Cuba en el sector, si se tiene en cuenta que el amateurismo no tenía la clase del deporte rentado, ni fue tan popular como este, ni se cubrió por la prensa igual: el aficionismo era un show dominical a través de más o menos 30 juegos en verano (la liga azucarera Pedro Betancourt funcionó en invierno) que servía como peldaño obligado de muchos jugadores blancos hacia el beisbol como fuente de trabajo directa.

En la era castrista, solo el libro escrito por Severo Nieto sobre el Premier Marrero resulta de interés, los demás, incluido el que redactaron en Las Villas y tuvieron que editar en Portugal sobre Dihigo, son declaraciones políticas vergonzosas con el fin de tergiversar la historia que logre el apoyo a la tiranía utilizando el deporte como arma de contaminación ideológica. De la indecencia nombrada Smoke, de Peter Bjarkman, mejor ni hablar…

En el exilio, pese a las condiciones adversas por la dificultad que genera la escasez de bibliografía periódica y periodística, se han hecho buenos intentos.

Por ejemplo, Marino Martínez produjo un libro de estadísticas aceptable sobre el beisbol amateur en español que recoge íntegramente la nociva era castrocomunista.

Ángel Torres tiene un buen libro sobre el gran beisbol profesional nuestro, La Leyenda del Beisbol Cubano, con otras dos reediciones enriquecidas todas en español y Roberto González Echevarria una historia extraordinaria de ese beisbol en inglés, The Pride of Havana.

Sin embargo, ningún libro iguala, a mi modo de ver, la trilogía de Jorge S. Figueredo: Cuban Profesional Baseball, Who is Who in Cuban Profesional Baseball y la Historia del Beisbol Cubano. Los dos primeros en ingles y el tercero en español.

¡Veinte años de investigación! Se dice rápido, pero eso fue lo que estuvo este notable periodista para concluir una obra que nadie puede mejorar, porque incluye todos los números de cualquier campeonato profesional o club cubano en eventos en el país o fuera de Cuba como los Havana Cubans, los Cubans Sugar Kings o los NewYork Cubans, incluso el Long Branch de la liga New York-New Jersey, solo de jugadores cubanos, del doctor Joseíto Enríquez y los promedios anuales y de por vida de todos los jugadores posibles de la Liga Cubana, la Liga de Verano, la Liga de la Florida y la Internacional, desde la inauguración del primer juego oficial en la mayor de las Antillas en el lejano 1878.

Fue una batería de trabajo que incluyó al archivista Charles Monfort, a Pepe Tuya y al también periodista ya fallecido y hermano de Jorge, Mario, la que se encargó de la que, para mí, es la obra monumental en cuanto a historia del pasatiempo nacional; imprescindible a la hora de buscar el dato más que necesario, obligatorio.

Con el estilo que identificó a los buenos cronistas de la única etapa grandiosa del sector, el autor le conducirá a través de los números de cada campeonato, de cada Serie del Caribe, de cada serie de clubes de grandes ligas o de selecciones de estrellas negras o blancas en Cuba contra homólogos criollos, de la Liga de Verano o de los relacionados con el beisbol sepia independiente en relación con nuestra pelota, de tal forma que, si los lee, no solo sentirá la amenidad aún ante el frío guarismo, sino que se convertirá en mejor fanático; porque conocerá tal vez más del 75% de lo que es obligatorio saber sobre el beisbol profesional cubano, acompañado de una impresionante montaña de fotos, contribución de Charles Monfort a la obra grandiosa.

Nadie que utilice el béisbol como parte de su labor diaria; nadie que ame al beisbol cubano y que le interesen los datos matemáticos sobre el profesionalismo en Cuba, debe tener vacío en su librero el lugar en el que deben descansar los tres libros de Figueredo: para conocer de nuestra verdadera pelota, de su imponente historia, hay que tener esos libros y leerlos que, entre otras cosas, no podían faltar en Cooperstown.

Miami, FL., USA
11/11/2010

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