jueves, 2 de septiembre de 2010

LOS HERMANOS CASTRO, PRINCIPALES CULPABLES DE LA DESGRACIA CUBANA


EN TIERRA DE CULPABLES.
Lic. Amelia M. Doval.

En tierra de culpables (la Cuba dominada por los Castros), se establece a través de sus innumerables y arbitrarias leyes que todos los humanos son culpables hasta tanto se pruebe lo contrario.

Desde la mencionada Ley 88 (ley mordazas) hasta las que se editan a nivel penitenciario, carecen del conocimiento público. La manera turbia y enredada de redactar cada ley hace que los acusados queden en total desconocimiento de sus culpas y de sus derechos.

Un país donde las cárceles son parte de un sistema satánico e infernal, donde sus abogados defensores carecen de prestigio por no tener el derecho de ejercer la abogacía en función del cumplimiento de la ley probatoria de la inocencia, se hace imposible disponer de derechos y juicios justo.

En las cárceles cubanas hay disidentes, opositores del régimen, ocultos detrás de inventadas normas de respeto a la mal llamada ´´revolución´´. En las cárceles cubanas hay jóvenes que condenados a la pronta edad de 16 años formaron parte de la lista de las cárceles de adultos donde reciben agresiones físicas y sexuales. Estos mismos jóvenes en estado de desespero o abandono deciden inocularse el virus del HIV, con la única intensión de salir a otro centro con un poco más de cuidados.

En esa misma Cuba, una cárcel de grandes amplitudes, hay extranjeros que incluso sin delitos, ni causa se mantienen retenidos. Sin derecho a recibir la defensa de un abogado digno. Sin derecho a probar su inocencia. Sin conocimiento de sus causas.

Sin comunicación externa. Estos prisioneros de la casualidad y la causalidad son rehenes de un gobierno que limita hasta la capacidad de pensamiento.

Estaría el mundo cumpliendo con un derecho ciudadano si impusiera la obligatoriedad de que una comisión internacional revisara las penitenciarías cubanas.

No es justo ni humano aceptar como real que el gobierno de la isla escoja los lugares a visitar y la retórica a mostrar. Cárceles con sistema de peluquería, coros, actividades, salarios, uniformes impecables y limpieza extrema no son la realidad de una vida que está a niveles subhumanos.

Denuncias hay innumerables, ejemplos documentados, el desespero familiar es evidente. ¿Qué más se necesita para probar la criminalidad de un gobierno, con leyes feudales? En tierra de culpables sólo se pueden esperar leyes arbitrarias e injustas.

España, Colombia, Chile, solo por mencionar algunos tienen la responsabilidad ciudadana de responder por sus presos en tierra de ajena. Levantar la voz a nivel mundial es acto necesario y de justicia en medio de tanto atropello.

Miami, FL., USA
dovalamela@yahoo.com

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