HENRY (IZQUIERDA) Y LORIA

SON GANGSTERS MI’JO, SIEMPRE LO HAN SIDO
Por Andrés Pascual

Los Marlins son un club de segunda en el terreno con propietario de cuarta categoría en cuanto a honestidad, transparencia y decencia; o sea, “primera limpia” en el vergonzoso capítulo de los embaucadores y los mentirosos en toda la extensión de la palabra.

Para inaugurar un estadio no se puede aglutinar a un grupo de jóvenes ni aunque tengan las condiciones de Willie Mays; porque un novato se demora alrededor de 4 a 5 años para que pueda sostener su cuota en el peso de un equipo que tenga como meta la postemporada; un pelotero de un club con esas expectativas debe ser experimentado, capaz de asimilar la confianza que se deposite en él sin sobresaltos en la relación con la posibilidad de hacer historia; entonces tiene que salir al terreno la novena que, sin ser “viejos”, tenga la suficiente madurez para poder imponer su carácter hecho al juego importante.

Sin embargo, la gerencia del club surfloridano va a inaugurar un nuevo e inmerecido parque, prácticamente regalado tras engaños de dimensión sideral con “sus fondos”, con un club que, a ciencia cierta, nadie sabe como será; porque de cuatro anuncios de salida de peloteros por “exigencias de recortes financieros”, 2 se encuentran en otras franquicias, Cody Ross y Jorge Cantú y, los que quedan, Dan Uggla y Leo Núñez, me arriesgo a decir que no van a estar ahí en agosto del próximo año, más lo que cuelgue. Si los Yanquis, ante el envejecimiento de Dereck Jeter voltean la vista hacia Hanley Ramírez, el torpedero dominicano pasaría a enfundarse en la franela a rayas en “menos tiempo del que canta un gallo”

Hubo un momento en que ese propio dueño, Jeffrey Loria, se jactó ante la televisión diciendo que ni Castillo, ni Cabrera, ni Beckett estaban en venta; mientras, por detrás, ponía en orden las operaciones a través de las cuales salieron esos jugadores del club.

Loria es el caso típico del dueño que no ama al deporte; que lo tiene sólo como negocio y que, para sacar beneficios amplios, es capaz de mentir y esconder el estado financiero del club que vendían como de números negros cuando no era así y el sitio deadspin.com se encargó de revelárselo a la prensa y al público.

Esa jugada sucia de Loria con los fondos para que le saliera lo más barato posible un estadio hasta con techo retráctil y parqueo de 150 millones, es una maniobra de fullero de bajo perfil.

Debería haber una ley que congele la construcción del estadio y otra que le quite la franquicia para llevarla a subasta; porque presionaron al fanático infundiéndole el miedo a perder la franquicia, en lo que también mintieron, al proponer como listas para recibirlos a Las Vegas; por ejemplo, que nunca admitirían al béisbol como competencia del juego en los casinos por su horario nocturno sin limite de tiempo; la otra ciudad, San Diego, no tiene capacidad para mantener saludables dos franquicias a la vez. La ciudad de Miami emitió más de 2000 millones en bonos a pagar por un contribuyente que ya no da más y la única voz en la defensa ciudadana, la de Tomas Regalado, se apago en medio del estridente, equivocado, suicida e injusto apodo de “Comisionado del No”. Los errores se pagan caro: en el béisbol, carreras; en la vida diaria, dinero…

Nadie sabe como el Comité de Relaciones Exteriores, el Comisionado y todos los interesados autorizaron a un tipo que ya se había complicado en gestiones oscuras; incluso mas graves, como lo de Montreal y Minnesotta, a que comprara un club con problemas tan grandes que su segundo dueño salió de él y compró al Boston que, casi seguro, valía 5 o 6 veces mas que los de casa.

O, si se sabe: en esos incidentes con Minnesotta y Montreal también estuvo presente en fase delincuente el flamante Comisionado Bud Selig; luego, son el par de perlas que faltan en el famoso collar de la fabula.

Esta noticia-cubo de agua fría para quienes se dejaron engañar con lo informado por las oficinas de los Marlins, puede ocurrir solamente cuando el beisbol esta en manos de facinerosos que lo menos que les interesa es la salud del pasatiempo. Si no se cambia la mentalidad actual de quienes pueden decidir hasta la selección de un Comisionado que debe ser independiente, honesto y de alto perfil moral, este deporte se acaba como actividad de multitudes en Estados Unidos.

Miami, FL., USA
08/28/2010