ESA CESANTIA ESPERABA HECHA EN UNA GAVETA
Por Andrés Pascual
Botar a por lo menos 20 jugadores de los 25 oficiales de los Marlins no era posible; no es política del béisbol organizado resolver problemas que afectan el rendimiento y la efectividad en el terreno de juego prescindiendo de uno o de cuantos jugadores haga falta, eso es patrimonio de la pelota castrista; aquí no, aquí se va el director y la gerencia surfloridana lo hizo otra vez al cesantear al cubano Fredi González.
La verdad de ciertos dueños es que cuando más dicen una cosa, como en la política, hay que esperar lo contrario. Así que ese contrato extendido hasta el 2011 fue una medida de desvió de la atención popular hacia el objetivo escondido. Con Fredi también cesaron el asistente de banco Carlos Tosca y el entrenador de bateo Jim Presley; esos puestos serán ocupados por Brandon Hyde y John Hallee.
Como director con carácter interino se nombró al boricua y ex jugador de Grandes Ligas Edwin Rodríguez que procede de Triple A, donde dirigía a los Santos de Nueva Orleáns.
Si algo tiene difícil el béisbol para el que dirige es que en cada fanático presente en las gradas hay un “sabio de galería”, capaz de hacer manuales sobre cómo se maneja una jugada en cualquier momento y que cambio se avizora en el departamento de pitcheo; por eso el béisbol es fácil y difícil: cualquiera ve necesaria una sustitución de un lanzador al que le han hecho 6 carreras; o el momento en que se debe tocar una pelota para avanzar a un corredor; sin embargo, me parece que eso también lo vea un director de equipo, la diferencia estriba en que ese público no está en la cueva, por lo que no sabe la razón válida de por qué no se tocó, o por qué no se trajo a un lanzador de relevo.
Estos Marlins no son un equipo como para realizar milagros, es de segunda división y punto. Tiene un señor pitcher en Josh Johnson, otro muy bueno en Nolasco y el resto más o menos; del relevo mejor ni hablar.
Defensivamente son poco menos que deficientes en todo, con una línea central de Triple A, incluyendo al receptor y no tienen líder; porque se pensó que Hanley Ramirez podría haberlo sido, pero cree que es mejor que Roberto Clemente y su juego es temperamental con ánimo conflictivo y, si se frustra, puede impresionar malamente, su problema con Fredi debe haber contribuido a la cesantía del cubano, por el que ni se guardó la falta de respeto a través de comentarios soeces.
En realidad a quien se debería anular en el club es a Jeffrey Loria, que exige como si fuera la familia Steinbrenner y coloca a la disposición del equipo menos dinero que lo que puede recoger un mendigo en Le Jejuene Road y la 7 calle del noroeste de Miami. Es una lástima que se le haya aprobado el estadio y, peor aún, que no se pueda crear un capítulo que lo obligue a vender la franquicia…
Ya está fuera un cubano más, por lo que la sospecha de que Loria no comulga con gente de la Mayor de las Antillas repletó el vaso.
Si, Fredi no trajo el relevo a tiempo y no ordenó el toque de bola, pero revise los resultados diarios de los otros juegos para que vea cómo se comportan los marcadores en los que, en mucho más que una oportunidad, no se sustituyó a la carrera a un abridor. Además, convocó al trabajo de equipo y lo puso a jugar durante dos temporadas con ganas y resultados muy por encima de sus posibilidades reales.
Esa cesantía estaba guardada en una gaveta del buró de Loria desde por lo menos un año atrás. Solo esperaba que el que vendría estuviera disponible; porque, posiblemente, Edwin Rodríguez tampoco sea el que caliente el banco…
Miami, FL., USA
06/24/2010
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