jueves, 30 de junio de 2011

EL PERIODISTA CUBANO JOSE L. MARTEL


LA FALTA DE AMOR AL PROJIMO
José (Pepe) Martel

La codicia de muchas personas ha llevado a este mundo en que habitamos a la destrucción y la miseria que se ha convertido en irreparablemente cruel. Nadie quiere a nadie y solo vemos en todas partes corrupción, mentira, odio, difamación, abuso, crimen y destrucción. ¿Se puede ser feliz sabiendo que millones, millones y millones de personas preferentemente niños viven en condiciones miserables e infrahumanas; además se mueren de hambre por falta del pan de cada día, falta de recursos económicos y atención médica mínima ante los ojos de todos ¿Es humanidad ese presenciar esos crímenes y cruzarse de brazos o virar la cara? Todos somos responsables si observamos nuestras posibilidades y aspiraciones sin hacer nada.

La pobreza, miseria, discriminación, abuso y desmanes son actos normales que suceden cada día en todos nuestros países sin que gobiernos ni personalidades hagan absolutamente nada. Le echamos la culpa a la crisis económica actual pero esto viene caminando de siglos atrás sin retroceso ni forma de solución. Es un cáncer radicado en la humanidad que se perpetuó para sin cirugía alguna , pocos son los que se ocupan y hacen algo para mitigar ese sufrimiento mortal que invade y causa infelicidad y muerte tan gente olvidada y condenada a vivir así hasta el final de sus días terrenales.

Esos empréstitos y subsidios que organizaciones e instituciones económicas y financieras mundiales entregan a gobiernos para la solución de los problemas de sus respetivas comunidades es un grave error. Señores políticos corruptos se benefician de esos rubros y nada hacen por su gente.

Emplear esos recursos directamente fomentando inversiones en sectores importantes y productivos. En la educación para hacer escuelas y centros de capacitación industrial para enfrentar el desarrollo personal y colectivo de cada lugar.

Construcciones de viviendas para garantizar un hogar decente y decoroso a familias humildes. Desarrollar inversiones en el sector de materiales de la construcción para edificar un plan de viviendas y nuevas industrias. Mejorar los servicios de comunicaciones y energéticos. Intensificar la agricultura y la agropecuaria dándole cultivos de productos de la tierra. Mejorar la vida del campesino y su familia del campo con medios de producción adecuados para que inundemos los mercados en pueblos y ciudades. Aprovechar nuestros ríos creando embalses que permitan acumulación de agua para tiempos de seca.

Las construcciones e industrias son fundamentales para eliminar la pobreza mundial. Pero la educación es primordial para elevar el conocimiento de todos. Cuántos analfabetos tenemos en el mundo, que ni saben leer ni escribir y se convierten en esclavos del que los sabe explotar y subyugar.

Muchas escuelas son necesarias en todo el planeta sin ellas la gente sigue primitiva y sometida. Cuantos niños y niñas son esclavizados trabajando en minas, aserraderos y fábricas de elementos de construcción como: bloques, ladrillos, tubos y otros renglones de barro y cemento. Criadas y servidumbre olvidada que sirven a grandes señores feudales y esclavistas en pleno siglo XXI.

Es una pena y una falta de humanidad que este universo padezca de tanta crueldad y abuso físico, moral y espiritual. Cual es la labor de las religiones e instituciones sociales que suponemos deben combatir estos males y digo con toda sinceridad que solamente las riquezas que adornan casi todas las iglesias católicas del mundo si todo ese oro se pudiera fundir y transformar en viviendas, escuelas, ropas, zapatos, libros y medicinas para los pobres de esta tierra que felices seríamos y con que fe viviríamos todos.

Tantos ricos con tanto poder, dinero y riquezas mientras millones y millones de necesitados carecen de todo sin que se les ayude ni se les brinde aunque sea la posibilidad de ser personas humanas que solo han venido a este mundo a sufrir y morir por el olvido de todos.

Por eso celebro y aplaudo aquellas personas que desinteresadamente dan algo de ellos a cambio de nada a todos aquellos que necesitan del sustento mínimo para vivir: Una vivienda sencilla y confortable, un trabajo que les permita vivir y criar sus hijos, una escuela que les ofrezca el modo y forma de ser mejores en la vida y ese amor que esa gente agradece sin pretender nada a cambio. No piden más se conforman con ser tratados como seres humanos. Pero eso esta por ver ya que muchos no pensamos ni obramos iguales.

Miami, Florida, USA.
joselmartel@yahoo.com

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