miércoles, 26 de enero de 2011

¿QUIEN LE ABRIO LA CUEVA A ESTE PAR DE RATAS?


UN ANUCIO EN EL HERALD O TODAVIA FALTAN COSAS
Por Andrés Pascual

Si algo no ha dudado nunca el tirano es en emplear el dinero que sea necesario en promocionarse y en contratar defensores que lo apoyen a todo lo largo y ancho del universo, desde ratas llegadas a este país durante las primeras oleadas como Alfredo Durán, Carlos Saladrigas o Max Lesnick, hasta otras de más reciente cobija como Edmundo García; cucarachas del partido demócrata en la alta política americana como Christopher Dodd; multimillonarios de pegada heavy en Builderberger como el judío Rockefeller, o Andreas, o Soros…la curia negra mitad religiosa reformista como Jackson; o mitad extremista radical como Farrakan; la inmigración ilegal… incluso hay una “toñ`a” nacida aquí que se entregó sola: muchos yuppies y tycons, algunos de ellos dirigentes de la FNCA como Mas Santos o Pepe Hernández, sin excluir a Joe García, que lo liberaron de una institución de moral ayer, hoy “un partido” que, todavía, se quiere vender como apolítico y sin afiliación.

La Media, con gente como Diane Sawyer, que recibe otras prebendas, funciona; el gremio, por la patente de corso que es Cuba para dar rienda suelta a su decadencia de sexo libre, drogas y “cuanto Dios crió” en amoralidades para Benicio, Oliver (no confundir con Twist) Danny, Sean…han sido invalorables: “Todos a una, y una para todos”

El exilio esta viejo, reducido, cansado y sin relevo, porque quien llega de Cuba y cuestiona la razón de la oposición de las remesas y los viajes a Cuba, ni es anticastrista, ni patriota y siempre será antiexilio; a pesar de lo humanitario.

Las figuras cumbres de la lucha contra Castro están aquí y, si bien mantienen la moral igual que el primer día, no es menos cierto que, ante un enemigo sin escrúpulos como el tirano, que invierte lo que sea necesario en su afán de destruir el enclave patriótico, no es suficiente.

Todo el mundo debería estar advertido de que, si el exilio desaparece, se llevaría con él hasta la esperanza por la libertad de Cuba: no hay la mínima posibilidad de que se pueda alcanzar la independencia plena, soberana y radical de la patria sin el exilio como parte de la vanguardia. Eso debería saberlo todo el mundo, en Cuba y aquí; aunque, quizás, haya gente que no les interese, en ambas orillas, porque crean que su “negocio” material continuaría pase lo que pase.

El exilio es todo lo grandioso y glorioso que se permite una entidad de desterrados por un criminal de lesa humanidad, con más de medio siglo de existencia, que nunca ha concedido en principios ni en moral patriótica; pero, nadie lo dude, algunos no quieren afectarse los bolsillos, en los casos del famoso millonario productor de artistas, magnate de la radiodifusión o urbanista que, cuando va a la televisión, le deja con la impresión de que se está ante un nuevo Martí por su verbo elocuente y demagógico; sin embargo, cuando se observa la escalada de provocaciones que llevan a cabo en Miami los elementos pagados por Castro, a través de vallas en autopistas o anuncios de periódicos, entonces se le “caen las alas del corazón” y, la única pregunta será, ¿Cómo es posible que esté pasando eso aquí?

Tal vez ninguno de las dos sucursales del Granma, con sede en la Bahía, como fieles aliados de la tiranía contra el exilio y contra la libertad de Cuba, estuviera dispuesto a poner un aviso de condena a los 5 terroristas presos en este país, mucho menos en defensa de Luis Posada Carriles o de Eduardo Arocena, a ningún precio y esto es un entredicho.

Tal vez el exilio descuida elementos en la lucha que, después, por evidencias reales, solo nos pondrán en plano de protesta y eso no es suficiente: alivia, pero no cura.

Ya las sabandijas de la dictadura en Miami llegaron al punto que, comúnmente, en Cuba se le dice “nos cogieron la baja”, porque no hay respuestas contundentes, una vez que tienen de su parte al partido en el poder, incluso a la ley americana.

Cinco terroristas condenados por actos contra la integridad de Estados Unidos, involucrados en el derribo de una avioneta indefensa con ciudadanos americanos, reciben anuncios pagados que abogan por su liberación y los tratan como héroes en el que llaman “el mejor periódico en español del país” y en su hermano en inglés.

El tratamiento que le dan a la noticia sobre Luis Posada Carriles encubre una acusación de criminal, con el redactor en plano de satisfacción por una posible condena del incansable luchador.

De igual forma que van a la Casa Blanca cada vez que el Presidente quiere delinear una política hacia la dictadura, para la que se escuchan opiniones de políticos y magnates del exilio desde la era Clinton, ¿Cuántas veces han meditado en lo endeble del antiguo bastión desterrado? ¿Cuántas han pensado en convocarse, de forma emergente, para intentar salvarlo?

Si el Herald hace lo que hace y Mega TV lo que le da la gana por la tiranía, ¿Dónde esta el sacrificio inversionista en un periódico digno, serio y profesional que desbanque al Herald? ¿Dónde está la televisión de factura exiliada que supere, por iguales condiciones de moral, a la castrocomunista?

¿Cómo creen que se gana una guerra contra un enemigo no solo poderoso, sino dispuesto a prevalecer a cualquier precio?

La entrada triunfal por avión a La Habana solo es posible si, los que pueden, protegen al exilio, que es cabeza y cuerpo de la oposición dentro de Cuba. Entre banquetes a políticos anticubanos y marchas por una libertad por la que hacen poco materialmente, se está agotando la energía combativa. Ya la clase verdadera, anciana, no puede más por muchos esfuerzos que hace. Como no sea que el objetivo de estos nuevos y poderosos patriotas sea otro que encubre bien, lo que habría que analizar.

Miami, FL., USA
01/26/2011

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