sábado, 8 de enero de 2011

OTRO AÑO DE ESPERA HUBIERA MERECIDO QUE BOTARAN A TODOS LOS ELECTORES DE AHI


¡AY BENDITO, DON ROBERTO AL RECINTO!
Por Andrés Pascual

Desde 1988 a la fecha he visto a todos los camareros de las Grandes Ligas “en vivo y directo”; en películas y videos a los que no pude ver antes desde Eddie Collins, Nap Lajoie o Johnny Ever, pasando por Joe Gordon, Nellie Fox, Joe Morgan o Bill Mazerotski. Algunos son maravillas del juego; pero, para mí, nadie como el boricua Roberto Alomar; sencillamente, lo mejor y más completo que jugara la segunda base, hasta hoy, en todos los tiempos.

Cuando el Presidente del Salón de la Fama y Museo del Beisbol de Cooperstown informó que Roberto Alomar se había convertido en el tercer jugador boricua, junto a Clemente y Peruchín, elegido al recinto sagrado, se había retrasado injustamente por un año la noticia, porque el segunda base era elección limpia, “sin polvo ni paja”, de primer intento.

Entonces volvió a asomar su hocico la rareza sospechosa repetida: de menos del 75 % del voto el año pasado, al 90 % este, ¿Qué otra cosa adicionó a su carrera el ex jugador para que más de un 15 % vieran las cosas diferentes a la elección anterior?

Incluso un jugador se despeña por la montaña del compás de espera durante 14 intentos infructuosos y, en el # 15, lo seleccionan. Para colmo, en el medio una o varias declaradas desiertas, porque, supuestamente, “nadie tenía condiciones para ser elegido”. Esto es una falta de respeto mayúscula a los jugadores de mérito que, a la larga, se integrarán al concierto de inmortales de la pequeña población de Nueva York; pero también a los clubes para los que actuaron y a todos los fanáticos, ajenos al equipo incluso.

¿Cuántos peloteros han sido elegidos en la primera oportunidad? Eso lo tienen como un mérito y, por razones tal vez ajenas a los números y al juego en general, algunos cronistas, que no simpatizan con un candidato, votan por ellos en la segunda, en la tercera o ¿Quién sabe en qué ronda? ¿A quién se le podría ocurrir dejar fuera del primer intento a Mantle o a Musial? Bueno, a algunos, porque no lo lograron en el primer round…

Lo mismo acaba de ocurrir con Alomar, que impidieron, con esa “neutralidad” tan digna de investigación, que se pudiera escribir “fue elegido en su primer año al Salón de la Fama”. Sin embargo, el lema del recinto, que reza “Preservar la historia; honrar la excelencia” hoy se hace evidente con un jugador que, al premiarlo, solo hicieron la justicia obligatoria por su grandeza en el pasatiempo.

Miami, FL., USA
01/07/2011

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