viernes, 21 de enero de 2011

LA SENSACION CUBANA DE LA DECADA DE LOS 60 FUE OLIVA


MEDIO SIGLO DE DIFERENCIAS EN EL BEISBOL CUBANO
Por Andrés Pascual

Comenzó con la tremendísima victoria de los Cubans Sugar Kings en la Pequeña Serie Mundial y el compromiso de hacer realidad un slogan: “Un paso más y llegamos”…corría 1959 y, ocho meses después, la franquicia azucarera era relocalizada en Jersey Ciy, ¿Culpables? ¿A quién le importa hoy? Sin embargo, ese cuento de una Cuba subdesarrollada, pobre, decadente y reprimida por 7 años de dictablanda no hace eco en nadie.

En febrero de 1959, el Almendares ganó en Venezuela la Serie del Caribe con Camilo como refuerzo; al año siguiente, el Cienfuegos concluyó con otra victoria la última intervención cubana en eventos de este tipo, cerrando el ciclo conocido como Primera Etapa; el derecho Orlando Peña fue el aporte almendarista, como refuerzo, al triunfo de los Sureños en Panamá.

En febrero de 1961, se cerró el ciclo glorioso del profesionalismo en Cuba con el último juego del campeonato invernal y la victoria del Cienfuegos contra el Almendares, en el mejor y más peleado campeonato en la historia del premio invernal.

No hubo jugadores importados; Fidel sugirió lo imposible para el de 1961-1962: que el esfuerzo y la demostración en el terreno, durante 4 meses, de estrellas de grandes ligas y novatos de primerísimo orden, se ofreciera gratis.

En 1961, bateo de 3-1 en la Serie Mundial el mejor torpedero de la Liga Nacional (asistió a 4 Juegos de Estrellas e impuso récord de jonrones para los Rojos como shortstop con 20 en 1966) durante la década, actuando por el Cinci contra los Yanquis: Leo Cárdenas, Mr. Automatic, fue un tubey a Bill Stafford.

En 1961 también, Camilo Pascual encabezó a los pitchers de la Americana con 8 nueve ceros; al año siguiente repitió con 5. También logró el liderazgo en ponches con 221. En 1962 y 63 repitió con 206 y 202.

En 1959, el derecho de la Virgen del Camino, 17-10; en 1962, 22-11 y en 1963 21-9. Con 18 completos terminó delante el 62 y el 63 y en toda la década asistió a 5 Juegos de Estrellas. Solo jugar tanto tiempo para clubes sotaneros impidió que su récord fuera superior a 200 ganados; si alguien dice que Camilo es lo mejor de la serpentina cubana en todos los tiempos, póngale asunto, que pudiera ser…

En 1964 y 1965, sus primeros años completos, Pedro “Tony” Oliva ganó el campeonato de bateo consecutivamente en la Americana; en 1966 quedó en 2do. En 1971 repitió el liderazgo.

En 1964 impuso récord de hits como recluta con 217; Novato del Año esa campaña. Considerado el mejor bateador de la Americana en 1969; cinco liderazgos en hits, 4 en dobles y 8 años de estelaridad continuada, que los tipos que votan para Cooperstown pasan y siguen, con malicia evidente, cuando llega su turno.

Lo mismo ocurre con Tiant, que puso un promedio de clp increíble en la liga con 1,60 y 21-9 en 1968; pero fue en la campaña conocida como Año del Pitcher, en que el silencio de los bateadores fue absoluto y reglamentaron ciertas cosas como la elevación del montículo. Bob Gibson tuvo un promedio de clp de 1.12 con los Cardenales y Denis McLain ganó 31 para el Detroit; Carl Yastrsemski, El Halcón Polaco, terminó al frente de los bateadores de la Americana con .301 y Oliva en tercero con .289…un verdadero dolor de cabeza que sería superado por el relajo de las próximas campaña en el bateo a base de jonrones, promedios estratosféricos (Brett, Carew y Tony Gwynn) y sustancias pecaminosas desde los 80’s.

Muchísimos cubanos tuvieron éxito en Grandes Ligas y en el beisbol invernal durante este medio siglo: Taylor, Campy, Haitiano González, de la Hoz, Monteagudo, lo de Cuéllar fue increíble, Versalles fue el primer MVP latino en 1965, Cardenal, Marcelino López, Tito Fuentes, Cuqui Rojas, Tani Pérez, Azcué, Casanova…en 1965, 21 cubanos jugaban en Grandes Ligas; en 1967, 26. Entre estos dos números osciló la mayor cantidad de criollos en una temporada en Grandes Ligas en la historia; pero, en el Juego de Estrellas de 1974, todavía 4 compatriotas son seleccionados.

La llegada de Garbey en 1980, fue un aparente renacer al Beisbol Organizado; sin embargo, lo más significativo fue la huída de Arocha, que volvería a poner el nombre de Cuba en titulares…Osvaldo, Arrojo, Liván, el Duque, Contreras, Ordóñez, Alex Sánchez…le decían al beisbol mayor que “la bola estaba viva y en juego”.

Betancourt ha gustado a pesar de una temporada mala, porque juega a lo Campy y, ese tipo de pelotero, siempre gusta y vale; pero Kendry Morales está en línea para recordarle a todo el mundo que los fantasmas de Oliva, de Miñoso, de Cardenal, del Haitiano, de Tani…andan por ahí.

De la Isla, además de lamentar el desperdicio de 500 ó más jugadores, nadie puede compararse con los bigleaguers, ni de ayer ni de hoy, en cuanto a clase demostrada en niveles de credibilidad real como el beisbol profesional. Los que decidieron quedarse, se estancaron en medio del ocio y el desgano que se acentúa cada hora que pasa. Ya no hay marcha atrás posible para ellos…Amén.

Miami, FL., USA
01/21/2011

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