domingo, 2 de enero de 2011

ESTOS DOS SON LOS UNICOS CULPABLES DE LA DESGRACIA DEL PUEBLO CUBANO


COLAPSA LA ENTELEQUIA CASTRISTA
Por Alberto Muller

Esa entelequia que para Fidel Castro y su hermano Raúl es la revolución cubana, en el término de medio siglo, deja a Cuba en la quiebra económica, con casi un 20 por ciento de la población exiliada, con un cúmulo alto de dolor humano en la familia cubana por los miles y miles de cubanos fusilados, torturados y encarcelados, más cientos de cubanos ahogados en el mar por intentar abandonar la isla en busca de libertad.

Eso sí, no hay porque negarlo, la revolución castrista erradicó el analfabetismo, como lo hicieron en América Latina, Costa Rica y Chile, entre otros, con la única diferencia de que en esos países se hizo en democracia y sin persecución política.

También la entelequia revolucionaria del castrismo formó a cientos de médicos, y esto es bueno, con la paradoja de que la mayoría de esos facultativos de la medicina no se usan en Cuba para atender a la población cubana, sino como mercado cambiario para obtener dólares del exterior.

Sin ocultar, que hoy para que un cubano de a pie pueda ingresar en cualquier hospital cubano -no hablamos de los hospitales para la élite gubernamental- tiene que llevar sábanas, almohadas, alcohol, yodo y otros enseres básicos, pues de no hacerlo, no logra el ingreso.

Pero no nos apartemos de la precaria situación económica que vive país, donde las empresas extranjeras en Cuba tienen sus cuentas bancarias congeladas, porque el estado carece de liquidez monetaria para respaldar el uso de un dinero que ni siquiera es de ellos.

No podemos separar del tema económico, que el régimen castrista por falta de capital, ha clausurado la mayoría de los comedores obreros y está despidiendo a medio millón de cubanos en plantilla, que no producían.

Por añadidura el gobierno no es capaz de dar solución al déficit de más de un millón de viviendas, y la producción agrícola al cierre del 2010, descendió en un 7 por ciento, en comparación con el año anterior, a pesar del millón de hectáreas que se entregaron en usufructo a los campesinos durante ese período.

Las perspectivas económicas para el año que comienza son realmente desalentadoras y agónicas para Cuba: faltan los granos, como el arroz, el chícharo y los frijoles negros; no se encuentran viandas como la papa y la malanga; tampoco hay sal; para colmos escasea hasta el azúcar y seguirá faltando el jabón y la pasta dental, al margen de que ahora fueron sacados de la libreta de abastecimiento y el precio de esos productos de higiene han escalado un aumento de precios del 200 por ciento.

Pero la pregunta que se hacen muchos: ¿por qué esa entelequia que se llama revolución castrista tiene a Cuba sumida en un colapso económico inquietante?

Y la respuesta la han dado los propios responsables del desastre que han tenido la oportunidad de definir las causas de la crisis cubana: Primero fue el propio Fidel cuando sentenció que el sistema imperante no servía ni para Cuba.

Y recientemente Raúl declaró ante la Asamblea del Poder Popular, en un rasgo de sinceridad extrema, que si no reformaban el sistema el país se hundiría.

A todo esto hay que añadir, que el irrespeto y las violaciones de los derechos humanos, por la falta de libertad en la isla, desde hace 50 años, son verdaderamente las causas de las ruinas cubanas, provocadas por la entelequia castrista.

Cuba es hoy un país en ruinas. Y esa entelequia revolucionaria y centralista de los hermanos Fidel y Raúl Castro, con un origen dudoso por la traición a los fundamentos que inspiraron la revolución para derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, ha terminado en el más estrépito fracaso, como era de esperar.

Así terminaron la Unión Soviética, Alemania comunista y el resto de la Europa del Este.

Ahora sólo hay un camino sensato para Cuba, refundar el país dentro de un sistema de libertades cívicas, respeto a los derechos humanos y estímulo a la iniciativa privada, como lo han Chile, Brasil, Costa Rica, Uruguay, Argentina, Colombia y Panamá, por sólo mencionar a algunos.

La entelequia revolucionaria castrista llega a su fin, aunque falten algunos trámites finales para el desarraigo definitivo del velorio y del entierro faraónico.

Miami, FL., USA
01/02/2011

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