domingo, 2 de enero de 2011

EL HOTEL NACIONAL EN LA HABANA, CUBA


EL HOTEL NACIONAL
Por Fernando J. Milanés MD

Un artículo en primera plana del Miami Herald y El Nuevo Herald con motivo del cumplimiento de los 80 años del Hotel Nacional de La Habana contiene tantos errores históricos que hace dudar de la intención del susodicho escrito. Cuando se leen las referencias citadas por la periodista Jenny Barchfield, se comprueba que la supuesta historia del famoso hotel está exclusivamente basada en lo relatado por dos empleados del Castrato.

La impresión de las memorias de ese icono, que bien pudieran interpretarse como la descripción del país, dejan la idea que en la Cuba pre-Castro solo existían hoteles y turismo para disfrute de “estrellas de cine y mafiosos” que allí gozaban de “un hedonismo desenfrenado para ganancia de la mafia”.

Aburre ya los supuestos periodistas, que con cualquier excusa desean pintar a la Cuba democrática como un refugio de los peores elementos de la sociedad norteamericana, que visitaban la nación con la única intención de visitar casinos y burdeles. Contrasta la periodista esta fábula con la idea de que durante la tiranía Castrista este hotel, antes centro de perversión, se dedicó al “entrenamiento de mujeres campesinas”.

El Hotel Nacional se construyó en 1930, un año después de haber salido a subasta, con dinero mayormente producto del tesoro gubernamental cuando el gobierno de Gerardo Machado gozaba de los frutos de un “boom” azucarero. El objetivo principal del establecimiento era el tener un lugar apropiado para recibir mandatarios y personas ilustres y así se alojaron en el hotel personas como Winston Churchill y el Dr. Fleming (creador de la penicilina).

Como todo hotel de fama, también utilizaron albergue magnates, deportistas, artistas, escritores como Hemingway, y mafiosos al igual que se pudiera escribir de huéspedes en hoteles como el Waldorf Astoria y el Mayflower, entre otros. La famosa reunión citada en este falso relato histórico, de Lucky Luciano con los principales “capos” en 1947, no tenía nada que ver con la supuesta “repartición de casinos, drogas y prostitución en Cuba”, sino resolver querellas entre ellos y fue repetición de reuniones anteriores realizadas en los EEUU.

La razón de haber sido en Cuba, era entonces el país de muy poca importancia para ellos, era porque como condición de ayuda a la invasión de Italia durante la segunda guerra mundial, Luciano había sido exilado y no apresado. La realidad histórica, que no se menciona, es que después del conocimiento de esta reunión Luciano fue expulsado de Cuba. Tampoco se menciona en esta supuesta relación de hechos que el turismo actual en Cuba consiste mayormente de cubanos que visitan a familiares, y extranjeros atraídos por la prostitución.

Sería interesante averiguar cuántas de las “pobres campesinas entrenadas” tienen necesidad en el presente de participar en el “jineterismo”. ¿Por qué no se escribió que en los mejores hoteles de La Habana actual, las jineteras se exhiben a consecuencia del hambre existente en un régimen donde solo los Castro y su pandilla viven bien?

Miami, FL., USA
01/02/2010

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