sábado, 6 de noviembre de 2010

TAL VEZ NUNCA SE SABRA QUE ORIGINO LA CANCELACION DEL SHOW DE CRISTINA


UNA SOBERANA PATADA POR EL TRASERO
Por Andrés Pascual

Cristina Sarralegui proviene de una familia de “alcurnia” cubana relacionada con la prensa y las editoriales por propiedad del papel que se emplea en el negocio; participación o propiedad en publicaciones o diarios más otros inmuebles; lo que quiere decir que ella no fue una “niña bien”; sino supera bien, que es otra cosa: vástago de millonarios de verdad; ni de cuentos de camino ni de fábulas fantasiosas.

Posiblemente pocos magnates ajenos a la familia Azcárraga en el circuito Televisa y la cadena Univisión provengan de una familia de tan largo historial de triunfos económicos como los Sarralegui, que despuntaron en Cuba en el siglo antepasado como genuinos y exitosos en los negocios y ni el Tigre ni sus descendientes, tal vez, puedan buscar tan lejos en el tiempo el origen de su riqueza.

Tampoco ningún magnate de los que mantuvo empleada a Cristina sufrió el robo más absoluto de sus propiedades como ocurrió con la familia de la cubana cuando la horda, como medida primaria para copar el poder y eliminar la crítica por la aplicación de la guillotina al ejercicio del derecho a la libertad de prensa, intervino todas las propiedades que tuvieran la lectura y el análisis independiente como objetivo civil o popular.

Si la tiranía castrocomunista no se apropia del negocio Sarralegui en Cuba, quizás más de la mitad de los que se confabularon para despedirla hubieran sido empleados de ella y, esto, que no lo dude nadie…

Esta mujer, que tiene casta de triunfadores, lo es como extensión del patrimonio familiar: exponente de la inteligencia que, en un medio tan hostil al cubano como es “lo mejicano”, logro brindar cátedra durante más de 20 años; sin embargo, Cristina Sarralegui no tiene algo que agradecerle al circuito azteca de poder en el negocio; sino al país en el cual se exilió, Estados Unidos, porque, por ejemplo, en Méjico o en cualquier país hispano le hubiera sido imposible levantarse como una potencia socio-político-cultural de mayor cuantía como representó durante dos décadas, porque era exiliada anticastrista y, sobre todo, porque provenía de una familia acaudalada que enfrentó el odio castrista de la intervención de bienes inmediatamente que esa horda se apropió del poder.

Cristina nunca hubiera llegado a figurar en planos estelares en Méjico, como en casi toda la “Hispanoamérica hermana de ellos”, porque ser exiliado cubano es un pecado superior a “tener hijos con su madre o con su hija” con frecuencia alarmante y sin ninguna ley que sancione como Dios manda semejante aberración.

Sin embargo, concedió demasiado para convertirse en un símbolo continental, tal vez mundial, de una cadena americana cuyas raíces están en la poderosa familia fundadora de Televisa cuyo patriarca, Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, tenía como norma responder, cuando le cuestionaban la decadencia de su programación por el maltrato a su sociedad que: “les sirvo lo que se merecen…”

Entonces se convirtió en una mejicana a tiempo completo, daba la impresión de que la conductora había cambiado completamente su identidad cultural con asfixia de la filosofía obligatoria del cubano triunfador y, sobre todo, del anticastrista: habló como los mejicanos y, peor, pensó como ellos.

La borrachera exitosa la depositó en brazos de un Morfeo peligroso y controversial con un bill obligado a pagar: como yo quiera y hasta que lo desee. Tal vez confió demasiado en la develación de su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

De nada valió el tremendo papel que desempeñó apoyando causas positivas; ni su hablar más que neutral “achaparreado”; ni su imagen a través de un programa que, supuestamente, era una de las pocas marcas registradas dentro de una programación irrespetuosa, irreverente, decadente e insoportable.

Cuando decidieron adelantar la guillotina del Show de Cristina rescindiendo su contrato; cuando le montaron otro show de mal gusto como despedida desleal y de bajo perfil, le demostraban que, a pesar del éxito, nada cambiaba en la forma de comportarse del mejicano con las figuras no nacionales; pero, sobre todo, cubanas exiliadas: cuando quieren y con quien quieran ahí está la patada por el trasero como verdadero símbolo del agradecimiento de esa gente.

Miami, FL., USA
11/06/2010

4 comentarios:

  1. Que puedo decir, lo siento, es triste cuando se cae todo por lo que has luchado. No miraba su show, ni tampoco veo nada en Univision, pues hace muchos años decidimos no ver ese canal de TV por sus tendencias mexicanas, se olvidaron de que son latinoamericanos. Si es un canal Mexicano, pues que lo vean los Mexicanos, sus Novelas y su Liga Mexicana de Balonmpie, noticias, etc.

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  2. A mí me gustaba y vi el Show de Cristina por muchos anos, aunque también hacia muchos en que no lo veía. Todo llega a su fin, y este es el momento que le toco a ella.
    No creo que ella se quede con los brazos cruzados - quien sabe, quizás la veremos en Fox…jajaja, o ella pudiera costear su propio programa en una estación de cable. Le deseo lo mejor a ella y a su familia. Estoy agradecida de que, atreves del Show de Cristina, conocí muchos artistas y cantantes latinoamericanos, y al Padre Alberto - que no hubiera conocido sino por su programa.
    Cristina Sarralegui y Oprah Winfrey nos dieron mucho entretenimiento – algunos mejores que otros, pero lograron, como novelitas de Corín Tellado, a transportarnos a otro mundo de fantasía que es el de la farándula como también nos trajeron para conocer personajes nuevos que enriquecieron nuestras vidas para siempre.

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  3. siempre me pareció un programa amarillista y de mal gusto, en especial por su conductora, ignoro por qué duró tanto tiempo, me alegra que lo sacaran del aire.

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  4. Acabo de ver el enlace y los comentarios. Hubo un tiempo que veia su programa y con el tiempo lo deje de ver, al igual que la programacion de Univision. Hace como dos años deje la television por completo. Pero lo mas importante es que Univision dejo a un lado a los otros hispanos (salvadoreños, guatemaltecos, dominicanos, boricuas, etc.) para volcarse enteramente en el publico mexicano. Eso lo comprendo por ser el grupo hispanohablante predominante.
    A Crisitna la vi cambiar su programacion y hasta su manera de hablar, como menciona usted.
    Hay que recordar que Mexico no le ha dado la mano al exiliado cubano, pero Venezuela le extendio una invitacion. Me gusto sus comentarios.

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