EL "TEA PARTY" ESTREMECE AL PARTIDO REPUBLICANO EN EEUU
Por Alberto Muller
Un movimiento conservador extremista, conocido como el Tea Party e inspirado por Sarah Palin, viene estimulando con fuerza las bases del Partido Republicano en los Estados Unidos.
La sorpresiva victoria de Christine O’Donnell en las primarias republicanas en el Estado de Delaware contra el respetado político republicano y miembro de la Cámara de Representantes, Mike Castle, encendieron la alarma entre las filas del republicanismo tradicional.
Hasta el reconocido hombre de confianza de George W. Bush, el asesor presidencial Karlo Rove, declaró con urgencia, ‘este no es el camino’, refiriéndose a la victoria de O’Donnell, pues la elección de candidatos muy radicales puede dificultar la victoria republicana en las elecciones legislativas de noviembre.
En Delaware ya se prevía que Mike Castle podía derrotar al candidato del Partido Demócrata, porque como republicano moderado podía atraer a votantes independientes, pero con la elección de O’Donnell, identificada con el extremismo conservador del Tea Party, las mediciones electorales por el momento ven muy difícil que los republicanos puedan arrebatar esta plaza a los demócratas en Delaware.
También en Nueva York, el candidato a gobernador Carl Paladino, con el apoyo del Tea Party derrotó a Rick A. Lazio, que era apoyado por el Partido Republicano. Sin embargo, también entre los observadores se considera casi imposible que en noviembre Paladino puede obtener la victoria contra el candidato demócrata.
En otro enfrentamiento entre republicanos, el abogado Ovide Lamontagne, muy vinculado al Tea Party, derrotó al ex fiscal general Kelly Ayotte por un amplio margen en New Hampshire.
Los simpatizantes del Tea Party están convencidos de que han puesto en marcha una revolución derechista contra la oligarquía de Washington, similar a la que en el siglo XVIII expulsó a los colonialistas británicos.
‘El Partido Republicano vive una auténtica guerra civil’, ha asegurado el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tim Kaine, quien pronostica que las esperanzas de su partido han crecido significativamente ante el ascenso de un segmento político que, como ha dicho Bill Clinton, ‘hace parecer a George Bush un peligroso liberal’.
La mayoría de los analistas dan por sentado que en las elecciones parciales del mes de noviembre, la Cámara de Representantes puede pasar a manos republicanas. Y algunos de estos nuevos representantes obviamente estarán vinculados al Tea Party.
El punto neurálgico y decisivo para el Partido Republicano es lograr que los candidatos extremistas del Tea Party no alejen a los votantes independientes de sus preferencias, porque eso sería desastroso.
No estamos ante ningún fenómeno irregular, pues siempre en las elecciones de medio término, el partido que ocupa la Casa Blanca tiende a perderlas.
Por supuesto, esto obligará a la Administración del presidente Barack Obama, a buscar acuerdos bipartidistas para poder gobernar. Y este equilibrio, aunque moleste al partido perdedor, ha resultado positivo en la historia de los Estados Unidos.
Miami, FL., USA
09/17/2010
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