LIBERTAD SIN DESTIERRO
Autor: Juan Carlos León
El Dr. Oscar Elías Biscet es uno de los presos políticos más queridos y respetados dentro de la disidencia interna cubana. Su hija, Winnie Biscet, está llevando a cabo una campaña mundial pidiendo la inmediata liberación de su padre sin que éste sea desterrado de su patria.
Más de 35 prisioneros de conciencia ya han sido excarcelados con la condición de viajar a España junto a sus familiares. Todo este proceso ha sido el resultado de las conversaciones que sostuvo el cardenal Jaime Ortega con el dictador menor Raúl Castro. Nadie critica esta decisión muy personal de estos disidentes, pero no todos están dispuestos a dejar la tierra que los vio nacer, y uno de ellos es precisamente Biscet.
El gobierno cubano está desesperado por la situación tan caótica que atraviesa el país en la actualidad. Tal es el grado de desesperación que ha decidido autorizar nuevamente a los trabajadores por cuenta propia, ya que el mismo no es capaz de emplear y alimentar a ese pueblo hambriento. Todas estas concesiones y excarcelaciones tienen un objetivo muy bien pensado y elaborado: tratar de cortejar a la Comunidad Europea para que ésta le retire la “Posición Común” impuesta a Cuba desde 1996.
El año 2010 ha sido crítico para la dictadura castrista. La muerte de Orlando Zapata Tamayo captó la atención del mundo entero, al igual que las marchas pacíficas de las Damas de Blanco y la huelga de hambre del posible Premio Sajarov Guillermo Fariñas. Los hermanos Castro se han visto obligados a tomar decisiones que años atrás eran impensables. La prensa y las redes sociales se han encargado de desenmascarar el verdadero rostro de la revolución cubana.
Apoyemos esta causa justa para que el Dr. Oscar Elías Biscet y el resto de los presos políticos que todavía permanecen en las ergástulas cubanas sean puestos en libertad de inmediato pero sin destierro. Ellos no han cometido delito alguno. Lo único que han hecho es pedir que se respeten los derechos humanos de nuestros hermanos en la isla. Las ideas se escuchan y se respetan, no se pisotean ni se castigan como se ha hecho en nuestro país por más de medio siglo.
Miami, FL., USA
09/27/2010
If we are successful in our campaign to free them without being banished from Cuba, I fear that this regime might imprison them over and over again as they continue crusading for human rights on the island. Their presence on the island as free men, will be dangerous for the Castro regime.
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