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lunes, 2 de agosto de 2010
LUISA ESTELA MORLES, PRESIDENTA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA DE VENEZUELA
LAS JINETERAS DE CHAVEZ
Por Roberto Carlo Olivares
Después de cabildear por un buen rato, llegué a la conclusión de que Chávez sustenta su dictadura en buena parte a través de mujeres infames, que no representan para nada el gentilicio de la mujer venezolana. Desde Luisa Cáceres de Arismendi, pasando por María Teresa Carreño, la negra Hipólita y la Madre María de San José, las mujeres venezolanas siempre han sido aguerridas, patriotas y sobre todo generosas.
De hecho, muchos aseguran que durante la dictadura castro-chavista, las mujeres han sido el género más valiente y radical a la hora de defender nuestras libertades básicas. En este aspecto cada quien tendrá su opinión particular y su experiencia propia, pero no se puede negar que las féminas venezolanas en más de una ocasión, han demostrado tener los ovarios bien puestos.
Muchos hasta piensan que tal vez una mujer sea la persona más apropiada en caso de una transición, ya que necesitaremos una figura materna que nos una de nuevo como nación y propicie la hermandad entre los venezolanos.
Cuando observo el proceder maldiciente, capcioso y anti patriótico de las mujeres emblemáticas de la “Robo-ilusión” castro-chavista, entiendo lo bajo que hemos caído y lo duro que será rehacer de nuevo nuestra desdichada patria. Nombres como Iris Varela, Cilia Flores, Luisa Ortega Díaz, Luisa Estela Morales, Tibisay Lucena, Gabriela Ramírez, Lina Ron, y otros tantos que ahora mismo se me escapan; son claros ejemplos de lo vil y canalla que podemos llegar a ser los seres humanos.
Todas ellas encarnan la maldad viva y el dolor insufrible de los presos políticos y sus familiares. Representan el odio, la pestilencia y la corrupción de un sistema autocrático indolente, que fabrica expedientes a personas inocentes pero que deja en libertad a homicidas y violadores, que días más tarde ultrajan y asesinan a nuestros familiares y amigos. Son unas pobres mujeres dignas de lástima que le han vendido el alma al diablo por una seguridad económica transitoria, permitiendo la destrucción de la patria y el envenenamiento espiritual de nuestros jóvenes.
Es así como vemos a Cilia Flores, presidenta de la Asamblea “Irracional”, insultando al Cardenal Jorge Urosa Savino, príncipe vitalicio de la Santa Iglesia Católica, con los epítetos más bajos y vulgares que nos podamos imaginar. En su caso puedo inferir que la reacción de nuestras abuelas, seguramente fue algo así: “Dios mío perdónala, pero esa diabla tiene el infierno ganado”. Y no sería para menos, sobre todo si tomamos en cuenta que ella no representa ni siquiera a las mujeres chavistas que son católicas en su mayoría.
En mi cabildeo momentáneo, también se me vino a la mente la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, quien ha llegado a decir en más de una ocasión, que la separación de poderes es dañina para la democracia y que debería reformarse la Constitución para crear un mecanismo de poder único y supra-constitucional. Ella como que no sabe o se hace la pendeja, pero ya ese poder único y omnímodo existe en el país, su nombre es Hugo Chávez.
De verdad que hay que llegar a un estado de marginalidad total sin sentido del ridículo, para hacer una afirmación de esa calaña en pleno siglo XXI; sobre todo representando ella misma al máximo tribunal de la nación. Sin duda alguna otro caso excéntrico y tragicómico de la Venezuela castro-chavista.
La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, es otro ejemplo indigno y deplorable de la Venezuela actual. Tiene la cachaza de decir que no se investigará la presencia de guerrilleros en el país porque es un montaje de Colombia, y que la exhumación de Bolívar era un clamor histórico del pueblo venezolano. Mientras dice semejantes burradas, en el país asesinan un promedio de 40 venezolanos al día y solamente en la morgue de Bello Monte, ingresaron casi 500 cuerpos en el mes de julio.
(Señora Fiscal no sea tan payasa y pónganse a investigar el caso de “Pudreval”, los crímenes de Lesa Humanidad no prescriben y usted no podrá decir más tarde que la obligaron o que la tenían amenazada, su poder es autónomo e independiente, todavía puede salvar su pellejo)
Ejemplos sobran y cada quien se acordará de algo en particular. Ya todos conocemos las andanzas de la “malandrosa” Lina Ron y la complicidad fraudulenta de Tibisay Lucena como presidenta del CNE. Asimismo, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, tendrá que dar muchas explicaciones en el futuro cercano y pagará seguramente con cárcel sus omisiones y charlatanerías.
Todas ellas en su afán de poder enfermizo y mediocre emulan oficiosamente a su comandante bipolar, creyéndose inmunes a los avatares del destino y al juicio inclemente de la historia. Es por eso que sin temor a ser juzgado de sexista o de insolente, puedo afirmar rotundamente que la dictadura castro-chavista que hoy en día desangra a Venezuela, se encuentra sustentada principalmente y de manera brutal: en las “Jineteras de Chávez”.
“Somos capaces de elegir entre el bien y el mal, nadie es malo por naturaleza”,
Madre Teresa de Calcuta
¡Patria, Democracia y Libertad!
robertocarlo14@hotmail.com
08/02/2010
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