Un sitio para enriquecerse intelectualmente y encontrar noticias de actualidad tanto locales, nacionales e internacionales. Donde los lectores juegan un papel fundamental ejerciendo una participación activa y sin censura, sin importar cuales sean sus puntos de vista, opiniones y posiciones políticas. Bitácora Participativa no se responsabiliza por la opinión de los colaboradores, sólo por la ofrecida por su Creador/Editor. Muchas gracias.
viernes, 6 de agosto de 2010
LUIS MANUEL CHICO VEJAR, MIAMI BEACH, 1960
EL VIRTUOSISMO IMPECABLE DE LUIS MANUEL RODRIGUEZ
Por Andrés Pascual
Luis Manuel Rodríguez fue un boxeador prodigioso que tuvo la disposición natural e intuitiva de los inmortales de Fistiana para situarse en ángulos invulnerables y colocar al oponente en terreno de franca inferioridad e indefensión: era un estratega eminente. Luis Manuel, es símbolo del pugilismo como ciencia en aplicación del “arte de dar y que no te den”.
Virtuosos, lo que se dice virtuoso en el manejo de la defensa como arma de preparación y en función de la ofensiva, el hombre es Luis Manuel y pare de contar…
Para muchos, por su capacidad infinita de boxeador de tres distancias con eminencia meridiana; por sus combinaciones poderosas y su calculo exacto en la colocación de los golpes; porque todo lo que hacia en el ring lo preparaba previamente, Mantequilla Nápoles posiblemente sea el mejor boxeador cubano de todos los tiempos. Pero la capacidad técnica absoluta de Luis Manuel, la conversión en el ring de este hombre en un “cirujano del pugilismo” con un jab histórico en los anales del boxeo, lo colocan por encima de Nápoles como ejecutor del boxeo como arte.
Luis Manuel no fue un peleador en el sentido cavernícola de la palabra; no fue ese pugilista como Florentino Fernández, capaz de regalarle al contrario manuales de aburrido tecnicismo y arriesgar 6 rounds en las tarjetas a la espera de la brecha defensiva contraria por donde descargar su zurda demoledora y salvaje con intención homicida. El camagüeyano hizo del boxeo un espectáculo de ciencia depurada, de virtuosismo y magia para la concurrencia y eso, como a Chocolate en su era, le convirtió en un artista del ring.
Si Luis Manuel Rodríguez no se coronó campeón mundial welter en 1959 o 60 fue por el relajo que todavía son los rankings del boxeo: de manera absurda, desde la posición # 9, llegó el villareño Benny Paret a una pelea titular contra Don Jordan en 1960, la que ganó y le proclamó nuevo campeón mundial de las 147 ½ libras; pero, al revisar los récords de Paret y Luis Manuel, se observa que el camagüeyano había derrotado dos veces al espirituano y no fue sino hasta 1963 que el pupilo de Ernesto Corral tuvo su oportunidad titular contra Emile Griffith en un programa conocido como La Noche Cubana de Los Ángeles; porque, ese día, el matancero Ultiminio Ramos le ganó también la faja pluma a Davey Moore en bout sangriento de desenlace trágico.
En 1959 y 1960 Luis Manuel Rodríguez era el # 1 entre los contendientes a una pelea titular por la revista The Ring, que confeccionaba los escalafones entonces…
Lo que no tuvo Luis Manuel Rodríguez fue “padrinos” de poder, por eso lo que logro en Fistiana supera a cualquier otro peleador cubano de importancia y trascendencia; es decir, no tuvo “amigos que le ayudaran”, léase mafiosos y raqueteros como el propio Griffith, que tenia detrás a Ted Brenner, matchmaker del Madison Square Garden; o, como a finales de los veintes, el propio Chocolate, que tuvo a un gangster llamado Jess McMahon como controlador en silencio de su carrera en Estados Unidos, quien trabajo desde las sombras al lado de Pincho Gutiérrez en la actividad del Kid.
Luis Manuel perdió la faja tres meses después de ganarla ante el propio Griffith (ano 1963), en fallo controversial adverso que le gano el calificativo de “El Campeón sin Corona”; porque en tres de los cuatro encuentros que sostuvo contra el homicida de Paret saco ventaja ganadora, siendo robado en las tarjetas de los magistrados por la influencia criminal y perniciosa para este deporte del racquet como institución de lo ilegal en base a intereses y designios negros y turbios de la mafia que, con otra característica, domina también el firmamento pugilístico de hoy.
En 1959 Cal Hubbard llego a su entrevista en Miami contra Luis Manuel con la aureola de ser un contrincante serio en el ranking y que nunca había sufrido un knockdown, en ese momento, ya entrenaba al criollo el más grande entrenador cubano de todos los tiempos y uno de los mejores de cualquier nacionalidad, Luis Sarria; entonces la aplicación de la ciencia boxística del cubano, sus exactas combinaciones y su jab de florete, provocaron que Hubbard cayera noqueado irremediablemente.
Cuando Jack Kearns, que fue socio de Jack Dempsey y manejo las carreras de este y de Archie Moore vio la exhibición depurada del criollo ante Hubbard, declaro: “…a ese hombre no se le puede pegar; si sube de peso podría ganarle a Fullmer…”
El elogio de Kearns hacia el cubano no fue exagerado; porque, cuando invadió la división mediana en 1966, se convirtió en el # 1 del ranking logrando una pelea titular contra el campeón mundial Nino Benvenutti, a quien domino durante 13 rounds en 1968 para caer noqueado con la ayuda absoluta del peor enemigo de un pugilista: el agotamiento
El récord de victorias de Luis Manuel contempla, entre varios Benny Paret, al que derroto dos veces; a Kid Fichique; Tony Armenteros, IssacLogart, Hubbard, Chico Vejar, Griffith, Curtis Cookes-a quien Mantequilla le gano la faja en 1969-, Wilbert McClure, Benny Briscoe, Rocky Rivero, a Gomeo Brennan, Vicente Rondon y al muy promocionado Rubin Huracán Carter, al que le dio una verdadera lección de boxeo.
La clase de este boxeador fue tanta que, durante la época del Gimnasio de la calle 5ta. en Miami Beach y mientras entrenaron juntos los cubanos exiliados con Cassius Clay-Ali, Angelo Dunde le exigía, como paso importante en su preparación al campeón de Kentucky, que observara las sesiones de Luis Manuel para que, desde el uso del jab hasta los side-steps, los calcara milimétricamente, lo que hizo y aplico The Greater con los resultados que se conocen.
Por su brillantez como pugilista, porque es un exponente del verdadero sentido del boxeo, Luis Manuel Rodríguez, que falleció en Miami de complicaciones renales en 1996, pertenece al Salón de la Fama del Boxeo Internacional.
Fue la primera personalidad boxística cubana que se exilio en octubre de 1960 siguiendo los pasos del manager de los Cubans Sugar Kings de la Liga Internacional, Napoleón Reyes, que lo hizo en julio.
Su récord es de 109 peleas, 97 ganadas, de esas 47 por KO, 11 derrotas y una no contest, suspendida a causa de la lluvia en el segundo round contra José Hernández en La Habana.
Definitivamente, Luis Manuel Rodríguez pertenece al grupo selecto de pugilistas en los anales de Fistiana para los que su escuela no esta en manuales ni se aprende en gimnasios: se nace con ella o no se posee.
Miami, FL., USA
08/06/2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario