SENILIDAD DE FIDEL MUESTRA AGONIA DE LA REVOLUCION
Por Alberto Muller
Ahora reaparece Fidel Castro que tuvo que ceder el poder a su hermano Raúl en el año 2007, producto de una infección intestinal grave y varias operaciones quirúrgicas, que lo mantuvieron entre la vida y la muerte por un tiempo y lo dejaron casi sin habla por disminución del flujo sanguíneo en el cerebro y sin equilibrio para caminar con normalidad.
En sus reapariciones el comandante cubano ha lucido algo recuperado físicamente, aunque todavía habla con cierta dificultad y camina siempre apoyado del brazo de un guardaespaldas para evitar caídas.
Pero lo peor no es la expresión lenta y trastabillada, sino lo catastrófico de sus ideas al anunciar una guerra atómica contra Irán desencadenada por el presidente Barack Obama.
Hay psicoterapeutas de la tercera edad que afirman que algunos ancianos cuando ven que se acerca la hora de morir, se deprimen e inconscientemente quieren que todos mueran con él. Este parece ser el rasgo depresivo de Fidel con su anuncio de la guerra atómica de la cual no se salvaría nadie.
Después parece que alguno de sus asesores alertó a Fidel del tremendismo de su predicción hecatómbica. Entonces vino el giro a la inversa y afirmó que Obama era el único que podía evitar la catástrofe nuclear.
Nadie duda de la genialidad de Fidel Castro para derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista y después conservar el poder durante más de medio siglo torturando, encarcelando y fusilando a sus adversarios.
En ese término de tiempo el guerrillero de la Sierra Maestra convertido en gobernante cubano fue capaz de enviar tropas cubanas a Venezuela, Angola, Etiopía y Bolivia, entre otros países, en busca de apoyar a grupos o gobiernos revolucionarios afines.
También consiguió que la Unión Soviética, en medio del fragor de la Guerra Fría, subsidiara económicamente a su gobierno, lo que permitió instaurar un régimen de gratuidades en Cuba que beneficiaron ciertamente a una gran parte de la población de la isla.
Desaparecida la Unión Soviética, el comandante de la revolución logró un monto similar de subsidios del gobierno de Venezuela.
Sin embargo, a pesar de esta hoja prolongada en el poder de los hermanos Castro, acostumbrados a vivir de subsidios económicos ajenos, muy pocos en el mundo civilizado confían que el régimen creado por ellos pueda producir lo básico de la canasta alimentaria para la familia cubana.
Resulta muy difícil explicar que Cuba, después de ese elevado monto de subsidios económicos que recibe y ha recibido durante décadas, hoy importe el 80 por ciento de sus alimentos básicos, su industria azucarera y cafetalera estén produciendo un 90 por ciento menos que su producción average, el déficit de viviendas se haya elevado a más de un millón de unidades y que en Cuba falten la energía eléctrica, el transporte, el agua y por supuesto la libertad.
Los observadores del quehacer cubano no se explican cómo Fidel Castro en sus reapariciones públicas se ocupe de tonterías inexistentes, como una guerra atómica contra Irán y Corea del Norte , y ni siquiera mencione una sola palabra sobre la crisis económica cubana y el desprestigio castrista en el exterior por la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo y la represión torpe y cruel contra las Damas de Blanco, que produjeron la mediación de la Iglesia Católica y la liberación de los presos de la Primavera Negra del 2003.
El Fidel trastabillado para hablar con 84 años, un equilibrio muy frágil para caminar y una demencia senil que lo acosa como una sombra inseparable, explican las tonterías que expresa en público, que son la mejor muestra de la agonía del proceso revolucionario cubano de 1959.
Sólo la pujanza de una nueva generación, libre de las ataduras de un autoritarismo pleno de odios, fracasos y crispaciones, puede sacar a Cuba del marasmo de un régimen incapaz de producir y de ofrecer una felicidad plena a sus ciudadanos.
Cuba necesita libertad para expresarse, para organizarse, para viajar sin limitaciones y para producir con iniciativa y creatividad individual.
Miami, FL., USA
Fidel parece un fantasma, aparece y desaparece. No deja a Raúl gobernar en paz. Es hora ya de que se calle para siempre y deje que "Los Pinos Nuevos" tomen las riendas del futuro de Cuba. Si en 50 años ha destruido una isla entera, ¿por qué no le da la oportunidad a otros con nuevas ideas y opiniones? ¿Por qué no te callas ya, Fidel?
ResponderEliminar