sábado, 17 de julio de 2010

JAN BREWER, GOBERNADORA DE ARIZONA


ARIZONA EN POCAS PALABRAS.
Lic. Amelia M. Doval

La ley de Arizona es el resultado de una política no cooperativa entre ambos países: EUA y México. Las consecuencias no se hicieron esperar, por un lado la inmigración ilegal huyendo de un México convulso, por otro una población atemorizada por la ley antiinmigrante. En el centro una gobernadora que firma y enmienda para dejar el camino abierto a las deportaciones de ilegales.

Consecuencias, una ola de repulsas, temor rondando en la histeria y clamor popular porque se detenga la brutalidad manifiesta.

Posibilidad de solución, hay varias, la primera estaría basada en una estrecha cooperación de trabajo entre ambos países. Un sostenimiento implacable de la lucha contra la droga para ir cerrando fronteras:

1.-Procurar una identificación válida por cierto periodo de tiempo donde los beneficiados fueran verificados por ambas partes como legítimos ciudadanos mexicanos en cumplimiento absoluto de la ley.

2.-Los beneficiados deberán aportar a la sociedad americana con cada miembro legal que lo hace.

3.-Cualquier delito cometido bajo este privilegio será castigado con deportación y la total negación de la posibilidad de amparo para retorno.

4.-La deportación provocada por delitos punibles implicaría la deportación inmediata de sus hijos y cónyuges aunque tengan condición de nacionales legales, si convivieran en el mismo hogar.

5.-La convivencia bajo el mismo techo de un criminal sin ser denunciado por familiares es castigado con deportación para todos.

6.- Serían limitadas las ayudas concedidas por el estado y estarían en relación con el aporte dado al gobierno.

7.-Seriá necesario que cada ciudadano cuente con un seguro de salud que lo proteja.

8.- Cada año será necesario presentar una declaración de estadía que avale su presencia, vinculación al trabajo, seguro médico, record policial y cualquier otro dato que permita establecer la voluntad ciudadana de convivir dentro del país bajo sus leyes.

9.- Cada envió monetario a su país de origen lleva una tasa de impuestos a utilizar en la maquinaria estatal de legalización temporal.

Establecer un código de permanencia en el país no es tan difícil, la infraestructura en un principio demandaría de gastos gubernamentales que estarían pagándose posteriormente de los impuestos recibidos a través de los beneficiados.

Propiciar un camino legal que estaría transformando las fronteras en un área protegida por los mismos ciudadanos beneficiados con la ley, es la meta de cualquier estado. Arizona seguiría creciendo económicamente y sin la presión de leyes injustas o imposiciones antihumanas. Se establecería un vínculo gobierno, pueblo, fronteras, beneficios. Estos son los tiempos de buscar soluciones no de enfrentamientos aberrantes. No es permitir la ilegalidad, ni sobornar la conciencia sino trabajar en función de una sociedad más humana.

Miami, FL., USA
Columnista de ciudadanos -cuba.

1 comentario:

  1. Su perspectiva en cuanto al futuro (desde su punto de vista) es un poco irreal. Es facil escribir al respecto.

    ResponderEliminar