viernes, 2 de julio de 2010

EL CARDENAL JAIME ORTEGA VIAJA A WASHINGTON


SE ABRE EL ESPECTRO POLÍTICO CUBANO: COMUNISTAS, LIBERALES Y CONSERVADORES
Por Jorge Hernández Fonseca

1 de Julio de 2010

En política, como en casi toda actividad importante, lo principal es lo que no se ve, lo que no se dice, lo que se oculta al “gran público”. A veces se hacen “comunicados oficiales”, redactados por especialistas en embustes, de texto jeroglífico, lenguaje rebuscado (pretendidamente culto) pero que no dicen nada, como corresponde a la información que merecen ‘las masas’.

¿A qué fue el Cardenal Ortega a Estados Unidos, viajando con un “perfil bajo”? --como se dice en argot diplomático-- que para los simples mortales sería “clandestino”; así los ‘no iniciados’ se “quedan fuera”, porque nadie tiene que saber de las interioridades de tan alta figura.

Sin embargo, ese misterio crea el impulso que me lleva a escribir y hacer conjeturas. El Cardenal, envuelto en la isla en una negociación con la dictadura, se dice fue a EUA para “apoyar los viajes de norteamericanos a Cuba”, tema de una carta de buena parte de la oposición política del interior de la isla.

El Cardenal Ortega es la máxima figura de la jerarquía Católica Cubana y encabeza como se ha dicho una negociación de alto nivel con Raúl Castro. Parece lógico que el objetivo de Ortega al decidir personalmente viajar a EUA --en las actuales circunstancias-- sea a algo relacionado a las conversaciones con la dictadura, en la que los viajes desde EUA aparentemente no ocupan la agenda principal, aunque es muy probable que esté asociado con dichas conversaciones.

En este sentido, la llamada “Carta de los 74” parece ser la ‘cartada’ estratégica de los sectores opositores que en Cuba apoyan las conversaciones con la dictadura para resolver “el problema cubano”. Parece excesivo --después de la mencionada Carta-- que otra personalidad, como el Cardenal, viaje a reiterar una posición conocida. Adicionalmente, el Cardenal Ortega se reunió con Arturo Valenzuela, Secretario de Estado Norteamericano para los asuntos de América Latina, representante del ejecutivo y no del Legislativo, que es donde se discuten los viajes a Cuba.

Sobre esta base, hay dos posibilidades adicionales sobre la mesa (más bien bajo la mesa): una, tantear la posibilidad de que EUA otorgue el perdón presidencial a los 5 espías cubanos condenados en EUA, para un probable canje de presos cubanos por los espías; dos, propuestas relativas a la posibilidad de levantar del embargo, seguida de cambios en el área económica de la isla y el respeto a los Derechos Humanos. Una tercera posibilidad adicional es, lograr avances en los dos temas antes expuestos, como un primer paso de negociaciones políticas Cuba-EUA.

Las condiciones actuales están maduras para conversaciones directas entre EUA y Cuba, porque es interés manifiesto del gobierno de Obama, e interés del gobierno de Raúl, a partir de la situación de calamidad en la isla. La iniciativa de Raúl de reunirse con el Cardenal Ortega tuvo a su vez objetivos que sobrepasan el interés único de apaciguar a las Damas de Blanco, o liberar unilateralmente presos políticos cubanos, en prisión precisamente para reunir la proporción de cinco a uno, entre los presos políticos en la isla y los espías condenados en EUA.

De manera qué, muy probablemente, Ortega está haciendo la mediación para el inicio de conversaciones políticas entre Cuba y EUA, lo cual sí ameritaría un desplazamiento personal del Cardenal a Norteamérica. La liberación de viajes de norteamericanos a Cuba y la posición favorable adoptada por un numeroso grupo de opositores cubanos, sirve de apoyo a la misión del Cardenal en su viaje, en sentido de señalar a EUA de la existencia en la isla de núcleos opositores importantes, que ven con buenos ojos el acercamiento entre ambos países.

Es importante acotar a continuación --desde mi personal punto de vista-- y del análisis político de lo que está sucediendo, que no hay ‘traiciones’, o problemas de tipo ético contra la oposición política cubana, en esta posición del Cardenal Ortega. Lo que está sucediendo claramente en el panorama político opositor de Cuba, es el deslinde de dos campos opositores nítidamente diferenciados: Uno, la oposición política cubana de dentro y fuera del país que privilegia una solución negociada con la dictadura castrista y que persigue una solución del “problema cubano” por etapas, a medio y/o largo plazo. Dos, la oposición política cubana de dentro y fuera del país, que se resiste a una negociación con la dictadura porque estima que ello implicaría aceptar un proceso de sucesión del mando dictatorial castrista de Fidel hacia Raúl.

He ahí el impase actual. Por un lado, un grupo de opositores que sitúan sus esperanzas en los viajes de norteamericanos a la isla, el levantamiento del embargo y las conversaciones con la dictadura, como pasos en sentido de la futura democratización de la isla, efectuado por partes; primero jerarquizar la efectivación de las demandas castristas a EUA, en paralelo con la libertad de los presos políticos cubanos, como forma de tener un crédito en las negociaciones para pedir apertura económica y algún acceso político. Este grupo cuenta con la Iglesia Católica y está conformado por los firmantes de la “Carta de los 74” , entre otros.

Un segundo grupo de opositores, encabezados por los casi 400 opositores internos firmantes de la otra Carta al Congreso de EUA para que no aprueben la liberación de viajes, además de los expresos políticos cubanos dentro y fuera del país y otros opositores, sobre todo en el exilio.

La muerte del mártir Orlando Zapata, la posterior rebeldía de las Damas de Blanco en paseatas pacíficas (pero sucesivas), la entrada en huelga de hambre de Guillermo Fariñas y otros disidentes cubanos y la “Carta de los 74” , han dado lugar a este nuevo panorama político, consistente en dos grupos opositores bien diferenciados. En este nuevo escenario el castrismo, de alguna manera ha pasado a reconocer parcialmente a uno de los dos nuevos núcleos opositores surgidos, ya que de cierta forma, ellos apoyan parte de sus demandas ante EUA.

El contexto internacional por su parte, tanto al interior de EUA como en España (representando a la UE ) favorece a uno de los dos grupos opositores; aquel que ve el camino de la negociación como vía de democratización. Ellos estiman que tanto EUA como España presionarán a la dictadura, después de concederle algunas demandas parciales sobre el embargo, para que libere los presos políticos cubanos, ejecute la apertura económica y mejore su acción en Derechos Humanos. La apertura política no aparece en la agenda, por el momento.

No obstante, y como entre los participantes del núcleo que privilegia la negociación con la dictadura hay una mezcla de periodistas independientes, blogueros, economistas y defensores de los Derechos Humanos, parece probable que en algún momento de la negociación con Raúl se toquen estos temas. ¿Hasta donde está dispuesta la dictadura a permitir blogs e Internet en Cuba?; esto no está muy claro, así como tampoco lo está el concepto que la dictadura tiene de Derechos Humanos, pero que formarán parte de la negociación en curso, sin dudas.

Como los dos grupos opositores creados poseen intereses disímiles, podríamos encuadrarlos en las tendencias políticas tradicionales. De esa manera, los que escogieron la negociación han tomado el camino más seguro, tranquilo y cauteloso, por eso pudieran denominarse “Conservadores”. De igual manera, aquellos que han escogido continuar el camino de la confrontación, son más rebeldes y arrojados, por lo que pudieran denominarse “Liberales”. Los miembros y simpatizantes del partido de Fidel y Raúl Castro, se auto catalogan “comunistas”.

Adicionalmente, ¿es el grupo asociado a la Iglesia Católica en las negociaciones y que además hace peticiones a EUA, de “derecha”? ¿El hecho de que casi siempre la Iglesia y EUA hayan estado en el campo “derechista”, es suficiente como para tildarlos como de “derecha”? Y lo contrario, ¿el grupo que se opone a las negociaciones con la dictadura, pretendiendo hacer otra “revolución”, es de “izquierdas”?. ¿El simple hecho que se quiera “cambiarlo todo” revolucionando el espectro político cubano y queriendo hacer otra “revolución” (ideal permanente de la izquierda) podría catalogar al grupo que se opone a negociar, de izquierdas?

Buenas preguntas, sobre todo en momentos que la izquierda mundial ya no reconoce más legitimidad a la dictadura castrista, dentro de lo que han llamado “izquierda democrática”. De ahí, que en el cambiante panorama político cubano debamos preguntarnos ahora: ¿Los derechistas tradicionales del panorama político cubano, han devenido en izquierdistas? Y ¿los izquierdistas tradicionales del panorama político cubano, han devenido en derechistas?

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

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