miércoles, 9 de junio de 2010

BARACK OBAMA Y BUD SELIG



UNA PELIGROSA SUGERENCIA INTROMISORIA
Por Andrés Pascual

En Bud Selig nadie puede confiar; posiblemente fue la peor de las selecciones hechas por los dueños para inhabilitar el carácter independiente de la supervisión del béisbol organizado; sin embargo, quizás sería infantil juzgar la sustitución de Fay Vincent por el ex propietario de los Cerveceros de Milwakee como un error y, lo más sabio, darle el crédito a lo contrario; o lo que es igual a decir que la falta de escrúpulos del individuo, lo que podría hacer al frente del béisbol lo suponían: “el rey Dimas de la trampa” o como se multiplicarían sus intereses que, en estos tiempos, sólo eso es la divisa de los magnates del juego: dinero.

Con Bud Selig y Barak Obama han ocurrido dos cosas nunca antes vistas entre un comisionado y, primero un candidato, después el mismo como Presidente: Selig fue capaz de retrasar el comienzo de un juego de Serie Mundial por una intervención de Obama en su campana publicitaria televisiva a nivel nacional; tal vez el mandamás del béisbol tenía idea de que sería el ganador y quería asegurarse estar en buena situación con el futuro presidente por si acaso…Me resulta particularmente extraño y curioso que ningún patrocinador haya hecho jamás un comentario al efecto.

Hace poco, aunque pretendió desproveerlo de influencia directa, el primer mandatario, al que no le gusta el béisbol, comentó que si bien estaba de acuerdo con la decisión del comisionado de no revertir la jugada en primera base que privó al lanzador Armando Galárraga de un juego perfecto, creía que se debería ampliar el uso del video fiscal a jugadas de ese tipo.

Si no fuera porque estoy aquí y se produjo, no creería esa intromisión velada en algo tan autónomo e independiente como el béisbol profesional americano, que hasta una extensión especial tiene ante los reguladores federales de impuestos.

Eso suena a Castro en Cuba; en poco tiempo, a Chávez en Venezuela; pero si se trata del presidente americano, primera vez que se produce, no huele a; sino que apesta…y es un peligro que, licenciosamente, el primer mandatario acceda a aparecer en carácter de “narices en todo” en algo como el béisbol, aparentemente banal y sin importancia cuando, en cuestiones delicadas como el derrame de petróleo, pareció como que ponía zancadillas a sí mismo para no llegar a tiempo y con urgencia al meollo de una catástrofe que no tiene igual.

Conoce poco de pelota, pero le han informado de la personalidad de Bud Selig lo suficiente como para saber que podría entrometerse sin recibir ni reproches en el béisbol; aunque sóolo fuera con un supuesto comentario inocente.

A este tipo de detalles en política le consideran injerencia en los asuntos internos de una nación.

El béisbol americano es una nación y es muy peligroso para el pueblo americano que un presidente muestre su ansia de poder absoluto utilizando este deporte como metáfora no de mal gusto, sino de equivocado mensaje…el tiempo dirá.

Miami, FL., USA
06/09/2010

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